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M.A.: -Comandante: usted mencion antes a la comunidad internacional, y para nadie es un secreto que aquella juega un papel importante en todo esto. Cmo cree usted que actuar la comunidad internacional en la actual situacin Colombiana?

C.C.: -Mire Mauricio: el narcotrfico, el terrorismo y derechos humanos son los temas obligados de la agenda internacional en lo que respecta a Colombia. Los intereses comerciales tienen peso propio tambin, y en muchos casos es pensando en ellos que se interviene en los tres primeros aspectos.

En su libro Guerras Justas e Injustas, el intelectual norteamericano Michael Walzer explica que en virtud del paradigma legalista que impera en las relaciones internacionales, para que se de una intervencin, se requiere primero la que l llama "prueba de esfuerzo personal" de la comunidad afectada. Trasladando ese concepto a nuestra situacin, por analoga, en la guerra contra el narcotrfico los colombianos hemos dado pruebas fehacientes de nuestro esfuerzo; muchos de nuestros mejores dirigentes, periodistas, jueces, policas, soldados y miles de ciudadanos corrientes han perdido sus vidas, y ello, junto con las consecuencias econmicas que la guerra contra el narcotrfico nos ha impuesto a los colombianos, han sido el precio que demuestra el descomunal esfuerzo de Colombia para enfrentar ese flagelo global que tiene un eslabn de su cadena en nuestro suelo. Hoy es claro que la comunidad internacional comenz a considerar un deber moral apoyarnos en esa lucha, y as se materializa el Plan Colombia contra los cultivos ilegales. El Plan, que no es slo el componente militar, ya es una primera forma concertada de intervencin. Ahora, lo que puede preverse es que gracias a la actitud de las FARC durante estos tres aos, pero especialmente durante el perodo que precedi a la ruptura del proceso de paz, la comunidad internacional est reaccionando ante la prueba de esfuerzo personal del pueblo colombiano frente al terrorismo. Colombia no ha sido pasiva ni insolidaria frente a la guerra. Cuando era legal apoyar las acciones de las fuerzas armadas, muchos colombianos fuimos solidarios con ellas, y cuando por razones ya expuestas se ilegaliz la Autodefensa, seguimos defendiendo nuestras vidas de manera activa. Mire Mauricio: las Autodefensas no estn en ninguna regin donde no sean convocadas, financiadas y conformadas por gente de la zona, y estn en ms de medio pas. Yo creo que se equivocan quienes afirman que los colombianos tenemos lo que nos merecemos, como se equivocara quien dijera que los espaoles reciben su merecido de ETA o el pueblo norteamericano de Al Quaeda. La comunidad internacional reconoce el esfuerzo Colombiano por la paz y contra el terrorismo, el mundo entiende que es necesario apoyar nuestra lucha contra el secuestro y la extorsin. El mundo sabe que para seguir funcionando como sociedad necesitamos mantener la produccin, propiciar la inversin y proteger la infraestructura, y si para ello se hace necesaria la intervencin, pues bienvenida, y mejor si se hace concertada como en el caso de los cultivos ilegales.

M.A.: -Comandante: volviendo a la comunidad internacional y a la posibilidad de alguna forma de intervencin. Cmo ve el papel de los Estados Unidos en todo esto?

C.C.: -Hombre periodista: hoy todo el mundo sabe lo que est pasando en Colombia. El secuestro por millares de nacionales y extranjeros, las acciones terroristas con su cuota de muerte indiscriminada, el ataque a las infraestructuras vitales como la energa, el gas, los acueductos, la voladora de puentes y oleoductos eso est en la primera plana de la prensa mundial todos los das, y la comunidad internacional es sensible al peso de la opinin pblica. Por otra parte, los Estados Unidos saben que sus intereses en la regin son grandes, as como las vidas de sus conciudadanos son valiosas, y saben del antinorteamericanismo furibundo de las guerrillas colombianas. No slo son terroristas, sino, lo que es ms grave an para ellos, amenazan directamente la seguridad de las personas y los bienes estadounidenses. A esto se suma el asunto de las drogas. Puede que el terrorismo sea hoy la prioridad de los Estados Unidos, eso no lo discuto, pero an as, el narcotrfico no ha perdido ni un punto en importancia para la sociedad y el gobierno norteamericano, y menos cuando, como en el caso colombiano, hay unas guerrillas terroristas, y tambin narcotraficantes.

Yo soy ms bien progringo, y eso todo el mundo lo sabe. Sea como sea, con todo y sus problemas, la suya es la democracia modelo para los tericos del liberalismo poltico, y como dijo alguna vez Churchill, la democracia es el peor de los sistemas polticos, si exceptuamos todos los dems. La poltica estadounidense va de la mano con su economa, y Colombia no puede ni debe cerrarse a las realidades del modelo liberal. Podemos esforzarnos por armonizar nuestro desarrollo con esas polticas globales, e intentar vas alternativas para el desarrollo sostenible, pues a veces las polticas macroeconmicas se olvidan del desarrollo a escala humana. Pero no debemos ir contra la corriente. Ahora, en el tema militar, es difcil que los Estados Unidos se involucren directamente arriesgando vidas norteamericanas de manera masiva en Colombia. Lo deseable, y en mi opinin, lo que se har, ser que el ejrcito colombiano recibir ms ayuda logstica y de inteligencia electrnica, y eso afectar el balance de fuerzas. Por otra parte, una vez el cambio en las polticas de las Autodefensas consolide los resultados esperados, creemos que cambiar la actitud y obtendremos el reconocimiento para nuestra organizacin, tanto por parte del estado colombiano, como por parte de los gobiernos extranjeros. La legitimidad de nuestra causa es indiscutible, pero el reconocimiento poltico es un derecho sometido a las vicisitudes de la vida diaria. Se obtiene, pero tambin se pierde, y las FARC son un buen botn para la muestra.

Puede esperarse que los Estados Unidos hagan todo lo que est a su alcance y que sea moralmente justificable para apoyar al estado colombiano en su lucha contra el terrorismo y el narcotrfico. Las autodefensas compartimos con ellos ese objetivo, y damos y seguiremos ofreciendo muestras de nuestra seriedad en el compromiso de apoyar los esfuerzos de erradicacin de cultivos ilegales, pues estamos convencidos de que con ello estamos ejerciendo una accin de proteccin a ms largo plazo que con la sola confrontacin armada de los grupos guerrilleros que propiciaron tales cultivos. Es en ese contexto donde creemos que se debe concertar una mayor intervencin de la comunidad internacional en la resolucin de nuestros problemas, que son tambin problemas globales.

XXVI. LA GUERRA SER DURA

Mauricio Aranguren: -Bueno comandante: Hablemos del momento poltico que vive el pas. Cmo ve usted la situacin de cara a las prximas elecciones?

Carlos Castao: -Es indudable que las Autodefensas han pasado de su plano meramente militar basado en la ideologa de la legtima defensa, a una actitud poltica ms proactiva. No se trata por ahora de presentarnos como plataforma poltica ni como partido, pues las condiciones fcticas y legales no estn an maduras, pero s de tener una injerencia positiva en el transcurso de la vida poltica en las zonas donde tenemos influencia. No estamos lanzando candidatos, y menos an imponiendo nombres, pero la realidad de nuestra presencia poltica hace que los candidatos se acerquen, algunas veces, es cierto, buscando el favor nuestro, pero esencialmente, compartiendo y debatiendo con nuestros cuadros polticos las alternativas para el desarrollo de sus respectivas regiones. Nosotros no somos quin para poner etiquetas. Esa es la vieja forma de hacer poltica en Colombia, donde candidatos desconocidos en las regiones recaudan votos por disposiciones de quienes manejan el esquema clientelista. Nosotros a lo que animamos a nuestros conciudadanos es a exigir compromiso, claridad y responsabilidad en el ejercicio poltico. Pero la verdad, eso ha levantado ampolla, y curiosamente, la ampolla que no levant en el pasado la presencia en las mismas zonas de guerrilleros armados manipulando las elecciones y a los electores. Porque no nos digamos mentiras, esa es una de las formas de lucha que la subversin ha aplicado en Colombia: hacerse con las alcaldas, concejos y cupos en las dems corporaciones pblicas a punta de fusil, y eso las Autodefensas ni lo haremos, ni lo permitiremos ms. Llegado el momento de plantear propuestas y reformas, tendremos el respaldo de muchos congresistas, no porque los hayamos financiado o lanzado, que no es as, sino porque habrn pasado debatiendo sus propuestas y consultando las necesidades por las regiones donde estamos, o habrn salido de las entraas mismas de ese pueblo al que estamos protegiendo y acompaando.