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M.A.: -Recientemente se ha publicado que Mancuso esta financiando candidatos a la Cmara para tener un cierto poder en ella. Cul es su opinin?

C.C.: -La poltica cuesta, y mucho. Por eso hay una infraestructura partidista que se financia ella, y que incluso, en unos momentos ms que en otros, ha apelado hasta a los dineros ilegales del narcotrfico. Usted sabe que cada cupo del congreso lleva detrs un gasto inmenso, y nosotros no tenemos ni la plata, ni la inmoralidad para ir por ah tirando voladores en las campaas. El respaldo que sabemos vamos a tener en el Congreso el da de maana proviene de la interaccin poltica e ideolgica que tenemos con los actuales candidatos en las zonas de nuestra influencia, y no de que estemos comprando a nadie.

M.A.: -Se dice por ah que para la presidencia ustedes tienen candidato

C.C.: -Candidato, no. Candidatos. Entre nosotros hay para todos los gustos en materia electoral. Fjese que a m, lo ltimo que me han llamado ha sido Pastranista, y fue esta misma semana. Ya en otras ocasiones he dicho que en materia poltica, la unanimidad resulta sospechosa. Lo que s es verdad es que especialmente desde una de las campaas se ha criticado a un candidato de la competencia, recogiendo las banderas de la guerrilla que asocia el discurso de la autoridad con las Autodefensas, cosa por lo dems comprensible desde el punto de vista filosfico. Si hubiese autoridad, no habra Autodefensas ni necesidad de ellas, pues el Estado es el grupo de Autodefensa por excelencia; la Autodefensa ideal.

La verdad, a nosotros nos incumbe tanto como al resto de los colombianos quin sea nuestro presidente, el de todos; de los que votemos por l, y de los que no. Pero nuestra estrategia poltica no puede construirse a la medida para ninguna figura presidenciable en particular, pues las fuerzas sociales que hay en juego rayan con la indeterminacin, y nosotros seramos irresponsables si dejsemos nuestra estrategia al azar. Por otra parte, recuerde Mauricio que la verdad no es cuestin de mayoras, o dicho de otra manera, que el pueblo tambin puede equivocarse, pero quien sea elegido, ser el gobernante de verdad, y punto.

M.A.: -Pero dicen que las autodefensas estn apoyando la candidatura de lvaro Uribe Vlez porque el fund las CONVIVIR en Antioquia y porque el triunfo de Uribe sera conveniente para las Autodefensas.

C.C.: -Ya lo he dicho y lo repito, que las Convivir fueron un buen intento del estado para que la sociedad pudiese protegerse sin tener que recurrir a la autodefensa armada. Se discutieron ampliamente y finalmente cuando la Corte las declar ajustadas a la Constitucin, podra decirse que mataron el tigre y se asustaron con el cuero. Era un buen proyecto, todo hay que decirlo, que trasladaba el peso de la confrontacin al estado, pero sin obviar las responsabilidades que caben a los ciudadanos en la decisin de su propio destino. Ese proyecto, de haberse sostenido, habra pesado en contra nuestra como Autodefensas, pero en bien de la sociedad colombiana, y por eso la subversin se encarg de macartizarlo. En ese mismo orden de ideas, una presidencia que continuase la lnea de la actual, sera tierra abonada para nuestro crecimiento y nuestra legitimacin como Autodefensas, pero estoy seguro de que Colombia ha madurado y votar por lo que ms le convenga como Nacin. Nosotros no podemos llamarnos a engaos. Con la campaa que han montado sus competidores y la subversin, sabemos que Uribe sera el ms maniduro con nosotros por la necesidad de su propia legitimacin.

M.A.: -Usted piensa que lvaro Uribe tumbar la extradicin con la cual usted y las autodefensas se beneficiarn?

C.C.: -El tema de la extradicin ya no cabe sino en la mente de quienes intentan minar a su contendor acusndolo de defender la no extradicin. Uribe ha sido claro al responder a esas acusaciones y no soy ni su escudero ni su mentor para venir a defenderlo o aconsejarlo. Por otra parte, nosotros no somos ni narcotraficantes ni terroristas internacionales. Finalmente, si estuvisemos pensando en beneficio personal, estaramos viviendo todos en alguna isla paradisaca, rodeados de las comodidades de la vida legal. No estaramos en lo que estamos.

El tema que s seguir presente, necesariamente, en la agenda de las campaas, es el de la guerra y la paz, aunque ya muy descaguanizado, para bien de todos. Estamos seguros de que todos los aspirantes tienen cosas ms importantes que el despeje a las que han de referirse, y as debe ser. En el tema de la guerra y la paz, nosotros sabemos que ahora s se estn poniendo las cartas sobre la mesa, que la prxima vez que la guerrilla llegue a una mesa de negociacin, lo har en condiciones muy distintas, no necesariamente derrotada, como muchos esperamos y deseamos, pero s hecha a la realidad de que no resultar ya atractivo seguir por el camino que han seguido en estos aos. Es necesario aplicarles una buena dosis de realismo, y las condiciones son ahora ms favorables que nunca para ello, pero aparte de esto, el pas necesita seguir funcionando. Hay que defender la institucionalidad, as eso implique en determinado momento replantearnos nuestro papel como Autodefensas. En su momento lo haremos, y los candidatos a la presidencia saben ya cmo estamos plantando nuestra posicin, siempre mirando por el bien de Colombia, de una Colombia mejor, ms justa y segura para todos.

M.A.: -Algunas consideraciones finales?

C.C.: -Yo dira que en Colombia pasan cosas, y eso de por s, ya es bueno. Eso verifica la tesis de que la guerra que vivimos es un evento en la historia, y que como tal, tendr su final.

La guerra que hoy peleamos no es la misma de los aos 80. As mismo, el pas que la vive y la sufre ha cambiado tambin. La resistencia civil contra la violencia, que en aras de la honestidad no dir que sea slo contra la guerrilla, ha comenzado a aflorar tmidamente, aunque creemos firmemente que para que surta el efecto deseado de transformar una contienda militar en una confrontacin meramente poltica, se requieren, primero, un liderazgo efectivo de esas fuerzas de la sociedad civil, y segundo, una contraparte moralmente comprometida con el respeto de unos lmites en la guerra. Y al menos por ahora, ni se conoce el Gandhi colombiano, ni las guerrillas parecen aceptar que el derecho a los mtodos y medios para la guerra encuentra lmites, independientemente de la justicia o la legitimidad de la causa que se alegue para combatir.

El caso extremo de la resistencia pacfica frente a un agresor que no reconoce lmites morales, es el consejo de Gandhi a los judos alemanes, segn el cul, deberan elegir el suicidio antes que enfrentarse militarmente a los nazis. Por nuestra parte, y respetando mucho las ideas de la guerra sin armas de los pacifistas, no podemos estar de acuerdo con su eleccin, as estemos plenamente identificados con sus ideales.

Un efecto importante de los cambios en el contexto internacional fue el resurgimiento de la conciencia de la justicia de la guerra de autodefensa. La legtima defensa individual, est reconocida en casi la totalidad de las legislaciones nacionales, pero en el contexto de la post guerra fra, haba una cierta reticencia entre los tericos polticos a efectuar la analoga domstica en el caso de la legtima defensa colectiva por parte de estados contra ataques externos, o por grupos nacionales como respuesta ante agresiones de mbito interior.