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Eran las dos de la madrugada. El asesinato de la Long salió en los periódicos de la tarde. Un hombre se presentó en la comisaría del DPLA en la calle Setenta y siete. Dijo llamarse Warren William Wheelock. La gente lo llamaba Roger. Se había enterado del asesinato de Bobbie Long. La conocía. Pensaba que la policía querría hablar con él.

El sargento de guardia informó a la Brigada de Homicidios de la Oficina del Sheriff. El comandante de guardia telefoneó al apartamento de Bobbie Long y habló con Hopkinson. Éste telefoneó a la comisaría y habló con Warren William Wheelock.

Wheelock contó que había conocido a Bobbie en el hipódromo de Hollywood Park, en mayo del 58. Añadió que él y su mujer habían pasado por el apartamento de ella el miércoles por la mañana, hacía dos días, para invitarla a bajar a San Diego. Bobbie rechazó el ofrecimiento. Dijo que quería ir a las carreras el jueves. Wheelock y su esposa siguieron camino hacia San Diego. Visitaron a su cuñado. Fueron a los frontones de Tijuana. Tenía una entrada para el séptimo partido, con fecha del día anterior.

Wheelock dijo que no conocía al corredor de apuestas de Bobbie. No conocía a ningún «tipo rico», a nadie con el cabello engominado peinado hacia atrás ni a nadie que trabajara en las mantequerías Challenge. Hopkinson le dio las gracias y le dijo que se mantendría en contacto con él.

Hallinen, Hopkinson y Lovretovich se trasladaron al Palacio de Justicia. Comprobaron el taco de billetes de autobús que Bobbie Long llevaba en el bolso. Lovretovich llamó a la Dirección de Tráfico de Los Ángeles. Le explicó su situación y le cantó los números del billete. Su contacto hizo unas comprobaciones y volvió a llamar. Dijo que había sido adquirido el día anterior, 22/1/59, en la Sexta y Main, en pleno centro de Los Ángeles. El billete que tenía el policía era la parte sin utilizar de un pase de ida y vuelta. Alguien había tomado un autobús metropolitano para el hipódromo de Santa Anita, pero no lo había usado para volver.

Hallinen regresó a pie al depósito de cadáveres. El ayudante del forense, Don H. Mills, le resumió la autopsia.

Bobbie Long había muerto de asfixia aguda. Recibió varios golpes contundentes en la cabeza y tenía el cráneo fracturado en cuatro puntos. Una de las fracturas presentaba forma de media luna. Tal vez el asesino la hubiese golpeado con una llave inglesa. La víctima tenía fracturada y desplazada la sexta vértebra cervical. En el estómago se le halló arroz, maíz y frijoles a medio digerir. En su vagina había semen. Los genitales externos no presentaban lesiones ni abrasiones. El contenido de alcohol en sangre era del cero por ciento. Había muerto completamente sobria.

Aquella noche se difundió un teletipo

EMISIÓN N.° 76 23/1/59 EXPEDIENTE N.° Z-5.214-820

PETICIÓN DE INFORMACIÓN SOBRE ASESINATO EMERGENCIA

ENCONTRADA A APROX. 2.30 MADRUGADA 23/1/59 VÍCTIMA BOBBIE LONG, MUJER, BLANCA, AÑOS 40-45, 1,53/1,55, 60 KILOS, OJOS AZULES, CABELLOS CORTOS RUBIOS AGUA SUCIA. VESTIDA CON BLUSA NEGRA Y GRIS, FALDA DE FIELTRO NEGRA, ABRIGO HASTA LOS PIES ROJO BRILLANTE CON BROCHE DE CABALLO DE JOYERÍA PRENDIDO EN EL HOMBRO IZQUIERDO. EL LIGUERO, EL SUJETADOR Y LAS BRAGAS DE LA VÍCTIMA TAMBIÉN ERAN ROJO INTENSO. LLEVABA ESCARPINES NEGROS CON CORREA Y BOLSO NEGRO. LA VÍCTIMA FUE ENCONTRADA TENDIDA BOCA ARRIBA JUNTO A UN CAMINO DE ACCESO SIN ASFALTAR, CERCA DE UNA ESTACIÓN DE BOMBEO EN DON JULIAN ROAD CON OCTAVA AVENIDA, ZONA DE LA PUENTE, COMPLETAMENTE VESTIDA, ESTRANGULADA CON UNA MEDIA DE NAILON. FUE GOLPEADA EN LA CABEZA CON UN INSTRUMENTO QUE DEJA MARCAS EN FORMA DE MEDIA LUNA. MANTUVO RELACIONES SEXUALES 0 FUE VIOLADA. ASISTIÓ A LAS CARRERAS DE SANTA ANITA EL 22/1/59. EL BOLSO CONTENÍA GAFAS Y CIGARRILLOS CAMEL, MÁS LOS EFECTOS FEMENINOS HABITUALES. EN EL COCHE DEL SOSPECHOSO PUEDE HABER MANCHAS DE SANGRE. POR FAVOR, COMPRUEBEN SUS ANOTACIONES DE NOVEDADES DE LA TARDE Y NOCHE DESDE LAS 12.00 HASTA LA MEDIANOCHE DEL 22/1/59.

A LA ATENCIÓN DE:

COMISARÍA DE TEMPLE

COMISARÍA DE SAN DIMAS

DEPTOS. DE POLICÍA DEL VALLE DE SAN GABRIEL

ENVIAR A MCGOWAN, ANDRE, EVERLEY, BRIGADA CENTRAL DE HOMICIDIOS

EXPEDIENTE Z-524-820

PETER J. PITCHESS, SHERIFF CD SNDG 18.00 HORAS

Ward Hallinen se reunió con Harry Andre y Claude Everley en el despacho. Discutieron el caso Long durante catorce horas seguidas. Todos opinaban que guardaba grandes semejanzas con el caso Ellroy. Jean Ellroy había sido violada, probablemente. Bobbie Long se había prestado con gusto a la relación, casi con seguridad. Tenía la ropa interior en perfecto orden, lo cual implicaba que la relación había sido consensuada.

Las dos mujeres presentaban heridas en la cabeza. Los lugares donde habían sido arrojadas distaban diez kilómetros el uno del otro. Santa Anita estaba a tres kilómetros al norte del instituto Arroyo. Ambas víctimas eran divorciadas. Las escenas del crimen eran casi idénticas. El asesino de la Ellroy le había cubierto las piernas con su abrigo. El de la Long había hecho lo mismo. Bobbie Long era rubia. Jean Ellroy había sido vista con una rubia. Jean Ellroy había cenado enchiladas en Stan's Drive-In. Bobbie Long había tomado comida mexicana. El tiempo transcurrido entre los dos homicidios era de siete meses y un día.

El asesino de la Ellroy había utilizado una media de nailon y una cuerda de persiana. El de la Long sólo había empleado la media. Las medias de nailon eran instrumentos comunes para el estrangulamiento. El modus operandi tanto podía relacionar ambos asesinatos como no hacerlo.

Andre y Everley llamaron a todos los departamentos de policía del valle de San Gabriel. Expusieron el caso y pidieron supervisores de patrullas para comprobar los informes de incidencias y los de tráfico. Bobbie Long había salido con un hombre, la noche anterior. Buscaron posibles testigos oculares.

Extrajeron una foto de carné del billetero de Bobbie Long. Recorrieron los restaurantes y bares cercanos al lugar donde habían dejado el cuerpo. Entraron en algunos tugurios a lo largo de Valley Boulevard. Probaron en el French Basque, en Tina's Cafe, en The Blue Room, en The Caves Cafe, en Charley's Cafe y en Silver Dollar Cafe. De todos ellos salieron con las manos vacías.

Probaron en el Canyon Inn. Oyeron que un tipo hablaba del caso en voz demasiado alta. Lo interrogaron. Estaba bebido e intentaba impresionar a unas mujeres.

Andre y Everley decidieron que tenían suficiente y se marcharon a casa. Ward Hallinen dejó la cámara de Bobby Long en el laboratorio de criminología y le pidió a un técnico que revelara el carrete. Ned Lovretovich trabajó hasta tarde en su despacho. Seguía probando los nombres de la agenda de Bobbie Long.

Habló con Edith Boromeo, quien dijo conocer a Bobbie desde hacía unos veinte años. Habían trabajado de camareras en Nueva Orleans. Bobbie se había casado con un conductor de reparto de una lavandería. El hombre le pegaba a menudo. Edith Boromeo no recordaba cómo se llamaba el individuo. Tampoco conocía al corredor de apuestas de Bobbie, a ningún «tipo rico», a nadie con los cabellos peinados hacia atrás con gomina ni a nadie que trabajara en las mantequerías Challenge.

Habló con Mabel Brown. También había sido camarera con Bobbie. Bobbie era muy atrevida y no tenía pelos en la lengua. Había ido bastantes veces al hipódromo con ella. Bobbie perdía todo su dinero en las apuestas y nunca recuperaba ni para gasolina. Aceptaba subir a coches de desconocidos continuamente. Mabel Brown no conocía al corredor de apuestas de Bobbie. No conocía a ningún «tipo rico». No conocía a nadie que se peinara cuidadosamente hacia atrás con gomina. No conocía a nadie que trabajara en las mantequerías Challenge.