Habló con Bill Kimbrough. El hombre dijo que era propietario de una tienda de alimentación próxima al apartamento de Bobbie Long. Había visto a Bobbie en la parada del autobús la noche anterior. Estaba sola y, según le dijo, iba al hipódromo.
Lovretovich regresó al apartamento de Bobbie Long. Lo registró otra vez. Encontró dos botellas de licor ocultas bajo el fregadero de la cocina.
El caso Long tenía un día. Todo el mundo pensaba lo mismo.
Bobbie había encontrado a un chiflado en las carreras. El tipo le había preparado algo de comer en su casa o la había llevado a un restaurante. Habían follado en su apartamento o en un motel o la había violado en la escena del crimen y luego la había obligado a ponerse de nuevo la ropa interior. Tenían que hacer pesquisas en Santa Anita. Tenían que preguntar en todos los restaurantes y moteles del valle.
Andre y Everley fueron al hipódromo. Se pusieron en contacto con el jefe de palcos y le mostraron la fotografía grande de Bobbie Long. El hombre dijo que le resultaba familiar. Había visto a una chica parecida el jueves. Besaba a un hombre rubio, de cabello fino y nariz grande y bulbosa. La mujer llevaba un vestido oscuro, sin abrigo. En el hipódromo había cinco guardarropas. Tal vez lo hubiese dejado allí.
Las instalaciones de Santa Anita eran grandes y extensas. El jefe de palcos acompañó a Andre y Everley en su recorrido. Preguntaron en cada guardarropa, bar, ventanilla de apuestas y mostrador de cafetería. En todos mostraron la fotografía de Bobbie Long. Una docena de personas dijeron que les resultaba familiar.
Andre telefoneó a la Brigada. Blackie McGowan anunció que a primera hora de la mañana habían recibido un soplo.
En la lavandería industrial Bedon Cleaners, de Rosemead, alguien había encontrado una media de nailon en un traje de hombre. La persona que hizo el descubrimiento había leído el periódico matutino, sabía que Bobbie Long había sido estrangulada e imaginaba que la media faltante tenía que estar en alguna parte. Llamó a la comisaría de Temple City. Una patrulla de policía recogió la media y la llevó de inmediato al Laboratorio de Criminología. Un técnico la examinó y la comparó con la que había servido para estrangular a Bobbie Long. No correspondían al mismo par.
Andre y Everley volvieron al despacho y llamaron al dibujante, Jack Moffett. Le indicaron que hiciese un retrato de Bobbie Long con su llamativo conjunto rojo y negro. Le pidieron que lo coloreara, tomase fotos de él y sacara unas cuantas copias con acabado brillante.
Moffett se puso a ello. Andre llamó a la central y pidió dos ayudantes. El sargento de guardia envió a Bill Vickers y a Frank Godfrey. Ambos habían recorrido los bares y restaurantes cuando el caso Jean Ellroy. Andre les dio órdenes precisas: cubrir el valle de San Gabriel. Preguntar en todos los restaurantes que servían comida mexicana y en cada motel. Buscar parejas que se hubieran registrado el jueves por la noche, anotar la matrícula del coche y ponerse en contacto con la Dirección de Tráfico. Conseguir los datos de archivo completos. Ponerse en contacto con los propietarios de los vehículos y descubrir con quién vivían. Los empleados de moteles tenían la obligación de anotar el número de matrícula cuando los huéspedes se registraban. Conseguir esa información y seguirla.
Vickers y Godfrey se marcharon a cumplir el encargo. Ward Hallinen se dirigió hacia El Monte. Allí encontró a Margie Trawick. Le enseñó una foto de Elspeth Bobbie Long. Margie dijo que no. Bobbie no era la mujer con la que había visto a Jean Ellroy.
Claude Everley se dirigió hacia el Laboratorio de Criminología. Le indicó a un técnico que tomara fotos de las ropas de la víctima y preparase algunas copias en papel brillante. El hombre dijo que ya había revelado el carrete de la cámara de Bobbie Long. Había obtenido seis fotos en total. En ellas aparecía Bobbie sola y con unas cuantas mujeres más. Una de las fotos mostraba a una mujer ante un Oldsmobile del 56 pintado de dos tonos distintos.
Everley informó a Andre, quien dijo que el sospechoso del caso Ellroy conducía un Oldsmobile de dos tonos. Everley llamó otra vez al técnico del laboratorio y le dijo que enviara la foto del coche al Servicio de Información. Quizá pudiesen insertarla en los periódicos de Los Ángeles. Tal vez lograran identificar el coche por ese sistema.
A Andre le gustaba el asunto del coche. Empezaba a imaginar que el estrangulador de Bobbie y el de la enfermera pelirroja eran el mismo.
Vickers y Godfrey recorrieron moteles y restaurantes. Andre y Everley investigaron en el hipódromo todo el fin de semana. Ned Lovretovich visitó a las personas que aparecían en la agenda de Bobbie Long. Todas dijeron lo mismo.
A Bobbie le encantaban las carreras de caballos. Bobbie era frugal. Bobbie desdeñaba todas las formas de sexo. Bobbie había estado casada entre dos y cuatro veces. Nadie sabía cuándo, dónde o con quién. Nadie conocía a su corredor de apuestas. Nadie conocía al «tipo rico», ni al de cabello cuidadosamente peinado hacia atrás con gomina, ni al que trabajaba en las mantequerías Challenge.
Blackie McGowan asignó cuatro detectives más al caso. Les indicó que se dedicaran en exclusiva a la investigación. El valle de San Gabriel era grande y estaba lleno de moteles para parejas.
El lunes 21 de enero se recibió una pista. El comunicante tenía un molino de heno en La Puente.
Acusó a un camionero. El tipo se había ido de la lengua. Se ufanaba de haberse follado a una chica en la Octava con Don Julian. Decía que se la había follado bien follada, el viernes por la mañana, temprano.
El camionero era mexicano. Vivía en Beaumont.
Harry Andre llamó a la policía de Beaumont y pidió que fueran a buscar al hombre. Así lo hicieron. Andre y Everley se desplazaron a Beaumont y lo interrogaron.
En efecto, se había follado a la chica, pero a primera hora de la mañana del jueves. La chica se llamaba Sally Ann. La había conocido en Tina's Cafe, en Simpson con Valley. Antes de tirársela habían estado en el apartamento de ella, en la Octava Avenida. El hombre vio el apellido Vasquez en el buzón.
El tipo se mantuvo en su versión. Dijo que su amigo Pete, que vivía en La Puente, lo corroboraría.
Andre y Everley se dirigieron hacia La Puente. Hablaron con Pete. Encontraron la casa con el apellido Vasquez en el buzón. Hablaron con Sally Ann. El mexicano quedó libre de toda sospecha.
El martes 27 de enero, llegó otro soplo. Un hombre llamado Jess Dornan denunció a su vecino, Sam Carnes.
Últimamente Sam tenía un comportamiento extraño. Sam era un loco de las carreras de caballos. Hacía un par de días, había defecado en la tapicería de su coche. Quizás intentaba disimular alguna mancha de sangre.
Andre interrogó a Sam. Tenía una coartada para el jueves por la noche.
Vickers y Godfrey hicieron pesquisas. Andre y Hallinen hicieron pesquisas. El sargento Jim Wahlke y el agente Cal Bublitz hicieron pesquisas. El sargento Dick Humphreys y el agente Bob Grover hicieron pesquisas. Pasaron por el restaurante El Gordo, por el restaurante Panchito's, por el restaurante El Ponche, por el restaurante Casa Del Rey, por el Morrow's y el Tic-Toc, por el Country Kitchen. Por el Utter Hut, por Stan's Drive-In, por Rich's Cafe, por el Horseshoe Club, por el Lucky X, por el restaurante Belan's, por el motel Spic & Span, por el motel Rose Garden, por el motel End-of-the-Trail, por los moteles Fair, El Portal y 901, por el motel Elmwood, por el motel Valley, por el Shady Nook Cabins, por el motel 9.331, por el motel Santa Anita, por el motel Flamingo, por los moteles Derby, Bradson y El Sorrento, por el motel Duarte, por el motel Filly, por el motel Ambassador, por el Walnut Auto Court, por los moteles Welcome y Wonderland, por el motel Sunkist, por el motel Bright Spot, por el Home, por el Sun View, por el Mecca, por el motel El Barto, por los moteles Scenic, La Bonita, The Sunlite y El Monte, por el motel Troy, por el motel El Campo, por el motel Garvey, por el Victory, por el Rancho Descanso, por el Rainbow, por los moteles Mountain, Walnut Lane, Covina y La Siesta, por el motel Stan-Marr y por el motel Hialeah.