Выбрать главу

Diversas Iglesias empezaban a sacar a la luz su política hacia estas criaturas. «No sabemos qué pensar», confesaba un funcionario del Vaticano. «Están vivos, entre nosotros, deben de tener alma. Incluso algunos sacerdotes son cambiantes». Los fundamentalistas estaban igual de bloqueados. «Nos preocupábamos por Adam y Steve [1]», decía el ministro baptista. «¿Acaso debimos habernos preocupado más por Rover y Fluffy [2]

Mientras mi cabeza estuvo distraída, se había desatado el infierno.

De repente, me resultó más sencillo entender por qué habían crucificado a mi cuñada en una cruz, delante de un bar propiedad de un cambiante.

Capítulo 6

El cuerpo de Crystal recuperó su aspecto humano en cuanto le quitaron los clavos de las manos y los pies. Vi cómo lo hacían desde el otro lado de la cinta policial. El proceso atrajo la horrorizada atención de todos los presentes. Incluso Alcee Beck dio un respingo. Ya llevaba esperando horas; tuve tiempo de hojear los periódicos dos veces, encontré una novela de bolsillo en la guantera y pude leer casi un tercio, y además mantuve una superficial conversación con Tanya acerca de la madre de Sam. Tras el refrito de noticias, su tema de conversación prácticamente se limitó a Calvin. Deduje que se había mudado a vivir con él. Había conseguido un trabajo a media jornada en la oficina principal de Norcross de administrativa. Le gustaba el horario y, según explicó, no tenía que estar todo el día de pie.

– Suena bien -dije cortésmente, a pesar de que odio ese tipo de trabajos. ¿Trabajar con la misma gente todos los días? Acabas conociéndolos demasiado bien. Al final sería inevitable meterme en sus pensamientos y acabaría deseando alejarme de ellos por saberlo todo de sus vidas. En el bar siempre había gente diferente, y eso me mantenía distraída-. ¿Cómo os ha ido la Gran Revelación? -pregunté.

– Yo lo comenté en Norcross al día siguiente -respondió-. Cuando descubrieron que me transformaba en zorro, les hizo gracia. -Parecía disgustada-. ¿Por qué siempre son los animales grandes los que se llevan la mejor prensa? En la planta, Calvin goza de un profundo respeto entre sus compañeros. Yo no paro de escuchar chistes malos acerca de uñas llenas de musgo.

– No es justo -convine, tratando de sonreír.

– Calvin está completamente destrozado por lo de Crystal -dijo Tanya de repente-. Era su sobrina favorita. Se sintió fatal cuando se vio que era una cambiante tan débil. Y por los críos. -Crystal era producto de una larga cadena endogámica y le costaba un mundo convertirse en animal y revertir el proceso cuando quería volver a su forma humana. También había sufrido varios abortos. La única razón por la que le habían permitido casarse con Jason era que resultaba obvio que probablemente nunca podría dar a luz a un purasangre.

– Puede que el bebé ya estuviese condenado antes del asesinato, o que abortara durante el mismo -dije-. Quizá quienquiera que le hiciera esto no lo sabía.

– Ella no lo ocultaba, aunque tampoco lo exhibía -explicó Tanya, moviendo la cabeza-. Era muy picajosa con la comida, porque quería mantener la figura. -Volvió a menear la cabeza, en una expresión amarga-. Pero, en serio, Sookie, ¿acaso importa que el asesino lo supiese o no? El final es el mismo. El bebé está tan muerto como Crystal, que murió sola y asustada.

Tanya tenía toda la razón.

– ¿Crees que Calvin podrá identificar al que lo ha hecho con el olor? -pregunté.

Tanya parecía incómoda.

– Había muchos olores -contestó-. No sé cómo podrá distinguir el del culpable. Y, mira, todos la están tocando. Algunos de ellos llevan guantes de goma, pero también huelen. Mira, ahí está Mitch Norris ayudando a bajarla. Y ése es uno de los nuestros. Así que, ¿cómo va a poder averiguarlo Calvin?

– Además, podría ser cualquiera de ellos -dije, apuntando con la cabeza hacia el grupo reunido alrededor de la muerta. Tanya me lanzó una mirada afilada.

– ¿Insinúas que podrían estar implicados oficiales de policía? -preguntó-. ¿Sabes algo?

– No -dije, lamentando haber abierto la bocaza-. Es sólo que… no sabemos nada seguro. Supongo que pensaba en Dove Beck.

– ¿Es con quien se había acostado ese día?

Asentí.

– Ese tipo grande de ahí… El tipo negro con traje. Ese es Alcee, su primo.

– ¿Crees que podría haber tenido algo que ver?

– La verdad es que no -respondí-. Sólo… especulaba.

– Apuesto a que Calvin ha tenido la misma idea -dijo-. Calvin es muy inteligente.

Asentí. Calvin no llamaba la atención por nada especial, y no había ido a la universidad (yo tampoco), pero tenía la cabeza muy bien amueblada.

En ese momento, Bud llamó con señas a Calvin, quien salió de la camioneta y se dirigió hacia el cuerpo, que habían depositado sobre una camilla, dentro de una bolsa de cadáveres abierta. Calvin se acercó al cadáver con cuidado, con las manos a la espalda para no tocar a Crystal.

Todos lo observamos, algunos con desdén y asco, otros con indiferencia o interés, hasta que terminó.

Se irguió, se volvió y deshizo el camino hasta la camioneta. Tanya salió del vehículo para recibirlo. Lo rodeó con sus brazos y alzó la cabeza para mirarlo. Él agitó la cabeza. Bajé la ventanilla para escuchar.

– No he podido sacar mucho de los restos -confesó-. Había demasiados olores. Sólo olía a pantera muerta.

– Volvamos a casa, Calvin -dijo Tanya.

– Vale. -Ambos me hicieron un gesto con la mano para indicarme que se iban, y enseguida me encontré sola frente al aparcamiento, aguardando. Bud me pidió que abriera la entrada de los empleados del bar. Le entregué las llaves. Volvió al cabo de unos minutos para decirme que estaba bien cerrada y que no había señales de que hubiese habido intrusos desde el cierre. Me devolvió las llaves.

– ¿Entonces podemos abrir? -pregunté. Unos cuantos vehículos de la policía habían dejado el lugar y daba toda la sensación de que el proceso estaba llegando a su fin. Estaba dispuesta a seguir esperando si cabía la posibilidad de abrir pronto.

Pero cuando Bud me dijo que podría llevar dos o tres horas más, decidí volver a casa. Me puse en contacto con todos los empleados localizables, y cualquier cliente potencial podría deducir que el bar estaba cerrado a la vista de la cinta policial. Quedándome allí no hacía más que perder el tiempo. Los agentes del FBI, que se habían pasado horas pegados a sus móviles, parecían más interesados en el crimen que en mi persona, lo cual era para celebrar. Puede que acabasen olvidándome.

Dado que nadie parecía estar vigilándome o importándole lo que hiciera, arranqué el coche y me marché. No tenía el cuerpo para hacer ningún recado, así que volví derecha a casa.

Hacía ya tiempo que Amelia se había marchado a trabajar a la agencia de seguros, pero Octavia estaba en casa. Había abierto la tabla de planchar en su habitación. Estaba enzarzada con los bajos de un par de pantalones que acababa de acortar, y tenía al lado un montón de blusas listas para la plancha. Supuse que no existía ningún conjuro para deshacerse de las arrugas. Me ofrecí para llevarla a la ciudad, pero dijo que el viaje que había hecho con Amelia había satisfecho todas sus necesidades. Me invitó a sentarme en la silla de madera junto a la cama mientras planchaba.

– Se plancha más deprisa si hay alguien con quien hablar -dijo. Parecía tan sola que me hizo sentir culpable.

Le conté cómo había ido la mañana, y las circunstancias de la muerte de Crystal. En su tiempo, Octavia había visto cosas horribles, así que no se escandalizó. Dio las respuestas adecuadas y mostró la conmoción que cualquiera esgrimiría, en realidad ella no había conocido a Crystal. Pero estaba segura de que algo le rondaba la mente.

вернуться

[1] Adam and Steve es una frase que se originó del eslogan cristiano conservador "God made Adam and Eve, not Adam and Steve" ["Dios creó a Adán y Eva, no a Adán y Steve"], con la intención de resumir de modo conciso los argumentos judeo-cristianos basados en la Biblia contra la homosexualidad. [N. del E.]

вернуться

[2] Rover y Fluffy son dos personajes de cómic (perro y gato) [N. del E.]