Kellicut se sumió entonces en un prolongado silencio. No tenia aspecto de estar confuso; al contrario, su mente parecía en calma y ociosa. Era como si algo hubiera conseguido penetrar hasta el mismísimo fondo de su alma y lo hubiera vuelto del revés.
Pero en aquel momento, horas mas tarde, cediendo a la insistencia de Susan, Kellicut empezó a escupir palabras que llevaban mucho tiempo contenidas. Hablaba sin mover las maños, sin gesticular en ningún sentido, solo para ella.
– La filosofía es pura palabrería. Es una farsa. No son las ideas o el pensamiento sobre las ideas lo que esta mal, Si no las propias palabras. Por su misma naturaleza, son restrictivas. No pueden captar el pensamiento o acercarse siquiera a aprehenderlo, y por ello se convierten en embusteras. El lenguaje no es un don, es una carga. Te das cuenta en cuanto tratas de emplear la comunicación sincera a través de otro canal.
Kellicut dio marcha atrás y les contó su búsqueda a través de las montañas, su descubrimiento de la grieta que conducía al valle y su primer encuentro con los homínidos.
– Desde el momento en que los vi supe que poseían algún poder extraordinario. Ya los había vigilado a distancia y sabia, con una certeza difícil de explicar, que ellos también eran conscientes de mi presencia; me estaban observando mientras yo los observaba a ellos. O, para ser exacto, estaban observando lo que yo observaba de ellos.
Regresé al campamento, deje el diario y volví allí. Esta vez estaban solos juntos en un claro, como si anticiparan mi llegada, lo cual naturalmente hacían, aunque entonces yo no tenia manera de saberlo. No sentí miedo; ¿por que iba a sentirlo? Ya sabia bastante sobre ellos. No eran peligrosos y mis motivos eran puros. Me los imaginaba como seres bondadosos cuya existencia transcurría en un plano superior.
Salí de los matorrales y me mezcle entre ellos. No estaban ni pizca sorprendidos. Me olfatearon y examinaron con curiosidad, en absoluto amenazadores. Busque un líder, pero no había ninguno, aparte de los ancianos, como descubriría mas tarde, que son respetados en un sentido bastante general. En cambio, todos los demás son verdaderamente iguales, desde el niño mas pequeño hasta el hombre mas fuerte. No tienen un gesto de bienvenida, como un apretón de maños, porque como sus intenciones siempre son pacificas no necesitan demostrar que lo son. ¿Que razón hay para sospechar de una mano cuando se vive en un mundo sin armas?
Sabían que estaba hambriento y me dieron de comer: literalmente, se reunieron a mi alrededor y me llenaron la boca de comida. Esta fue mi primera experiencia con su poder. Advertí que cuando miraba la comida, me daban mas.
Cuando apartaba la vista, incluso brevemente, se detenían.
No estaban mirando mis ojos. ¿Como lo sabían? Sencillamente, lo sabían.
– ¿Como? -preguntó Matt.
Kellicut se volvió hacia el y respondió en tono algo irritado.
– ¿No lo has notado?
– No estoy seguro.
– Cuando ocurre, lo sabes. Experimentas la sensación. Es como si tu mente se rellenara de alguna manera; no se describirlo mejor, es como un recipiente que se llena de agua o una bruma que se apodera de tu cabeza.
››Cuando esto ocurre con uno de ellos, puede ser una sensación pasajera, pero cuando sucede en grupo, es verdaderamente intensa. La niebla se espesa cada vez mas, y cuando finalmente escampa, una lluvia te baña por completo y te deja limpio por dentro. No se diferencia mucho del LSD, la misma sensación de perderse totalmente, de fundirse con algo poderoso e infinito. No es en absoluto aterrador. Resulta, ¿cual es la palabra?, alentador, confortador. Es como una sensación de formar parte de algo, como acabar con la soledad, como no volver a estar solo en el sentido mas profundo.
Los tres guardaron silencio un momento; después Kellicut prosiguió su relato.
– Han alcanzado una existencia beatifica. Piensa en ello.
Son herbívoros y pacíficos. No matan animales ni se matan unos a otros. Su ethos es comunal. No hay individualidad, no hay sentido del yo, no hay ego. ¿Por que debería haberlo? ¿Como podría haberlo, cuando la psique puede proyectarse fuera del cuerpo, cuando la mente existe literalmente en la colectividad? Lo único que cuenta es la tribu.
– ¿Que ocurre cuando uno muere? -preguntó Susan.
Kellicut se quedó sorprendido por la pregunta, pero no porque el no hubiera pensado en ello. Hizo una pausa.
– Esa es otra cuestión -dijo amablemente al cabo de un instante.
– Pero ¿como actúa este poder físico? -preguntó Matt.
– Una pregunta bastante pedestre y funcional.
– Supongo que soy de esa clase de personas -replico Matt.
– No se utiliza para nada en ese sentido. Sencillamente existe-dijo Kellicut irritado.
– Lo que quiero decir es si pueden leer la mente o si simplemente ven lo que otro ve.
– ¿Simplemente?
– Ya me has entendido.
– Si. Y si no eres capaz de realizar la hazaña personalmente, no se como puedo responderte. Solo he estado en la posición del receptor… al menos hasta ahora.
– ¿Que significa ‹‹hasta ahora››? -Preguntó Matt-. ¿Estas intentando aprenderlo?
– Yo no diría tanto. Pero la esperanza es lo ultimo que se pierde.
– Eso se acerca mucho a los poderes extrasensoriales -observó Susan-. A ese respecto, ¿cual es la diferencia entre leer la mente de alguien y ver realmente lo que ve esa persona, en especial cuando el fenómeno es capaz de saltar la barrera de las especies? Si ambas especies pensáramos, entonces quizá podrían leer nuestros pensamientos. Tal como están las cosas, solo pueden ver lo que vemos.
– Creo que tienes razón -dijo Kellicut.
– ¿Y crees que no han conseguido desarrollar un lenguaje porque no lo necesitan? -preguntó Matt.
– ¿Conseguido?
– De acuerdo, olvida lo de conseguir. ¿Crees que no han desarrollado un lenguaje porque no lo necesitaban?
– Precisamente. ¿Por que gatear, cuando puedes caminar?
– Así pues, los paleontólogos evolucionistas que creen en la explicación lingüística podrían estar en lo cierto al pensar que la gran división se produjo porque nosotros adquirimos el lenguaje. Al principio era el verbo.
– Con una diferencia importante. Su teoría se basa en la suposición no demostrada de que el Homo sapiens siguió avanzando con un desarrollo mas amplio, que el lenguaje era una ventaja y no un impedimento. Mientras que aquí podemos ver que la verdad es todo lo contrario.
– ¿Lo contrario?
– ¿No lo adivinas? -Kellicut estaba nuevamente irritado-. Aquí la comunicación se produce en su forma mas pura. El individuo se sumerge en el grupo. El mundo es completo y no hay necesidad de forzar las cosas para conseguir algo mas. ¿Por que esforzarse por progresar, cuando el cambio solo puede significar regresión?
– Eso no me suena muy darwiniano -dijo Matt.
– Darwin no tiene nada que ver con esto. La supervivencia del mas apto era un concepto brillante, pero no admite ninguna dimensión ética o moral. Es la concepción del mundo como una gigantesca, malévola y siempre cambiante carrera de obstáculos. Es la historia escrita después del Génesis.
– ¿Y lo que tenemos aquí es anterior al Génesis? -preguntó Matt.
– Por descontado. Si no entiendes eso, que Dios te ayude.
¿No ves que estas rodeado por seres inocentes, ingenuos y confiados? Has encontrado el mismísimo paraíso, el jardín del edén, antes de la trasgresión de Adán y Eva. Todo forma parte del gran esquema de la naturaleza repetido una y otra vez.
– ¿Paraíso? -preguntó Matt dudoso.
– Si, el paraíso en todos los sentidos.
– ¿En todos los sentidos? ¿Significa eso que aquí encontraremos a Dios?
– Con toda seguridad, yo lo he encontrado. Y no solo eso.
– ¿Que mas?
– También encontrareis a Satanás. Y esta a punto de convertirse en serpiente.