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Pregunte por el hombre que manejaba la perforadora.

– ?Que quieres?

– Mire: soy el hermano del chico que anoche se peleo con usted…

– ?Quien dices que se peleo conmigo?

– Mi hermano. El chico de la moto. El que siempre estaba haciendo ruido y decia que su perforadora…

– Ah, ya se a quien te refieres. No soy yo. Me estas hablando de Nunez. El manejaba la perforadora, pero se fue ayer por la manana. Por la noche ya no estaba aqui. Ahora soy yo quien se encarga de la maquina… Dile a tu hermano que se libro por un pelo, ?eh? ?Lo has entendido, chico? ?Se lo diras…?

– Si senor.

Yo estaba pensando en despedirme. Pero el todavia tenia algo que decirme:

– Que se libro por un pelo y que estuvo de suerte.

– Si, senor, ya se lo dire…

– Porque…, vamos a ver, ?por que buscaba tu hermano al Nunez este mediodia? ?Que queria? ?Bronca…?

– ?Que mi hermano ha estado preguntando por Nunez este mediodia?

– Si, ha estado aqui…

– Ah, no se…

– ?Que queria? ?Bronca? Porque si es eso lo que buscaba, le dices que el Nunez ya no esta, pero que hay otros, ?eh?

– Muy bien -dije.

– En cuanto a eso que decias acerca de la pelea anoche… -El hombre no tenia ninguna intencion de acabar la conversacion sin dejarlo todo aclarado.

– Bien, no, que yo pensaba que… De hecho…

– Le dices a tu hermano que si de verdad quiere lena, aqui tenemos de sobra, ?eh?

– Si, senor. Se lo dire.

– ?Y que estamos hasta las narices de ninos pijos, y de sus motos y de sus aires de gallitos!

– Y de sus aires de gallitos. Si.

Yo iba tomando nota mental de todos y cada uno de los apartados que componian el complicado mensaje.

– Que le esperamos aqui.

– Bien.

– ?Se lo diras?

– Si.

– Muy bien. Entonces, diselo.

Por fin pude marcharme.

Por la noche, en casa, despues de cenar, Pili y yo bajamos al almacen/despacho con la excusa de hacer los deberes. Se lo explique todo detenidamente a mi hermana. Asi, repitiendolo en voz alta, yo le seguia la pista al razonamiento y comprobaba que detalles encajaban y cuales no.

De modo que aquel mediodia, Elias Gual habia ido a la obra y habia preguntado por el albanil de la perforadora. Cuando le dijeron que ya no trabajaba alli, a Elias le habia faltado tiempo, aquel mismo mediodia, para ir en busca del Puti y alardear de haberse partido la cara con el obrero. De este modo, se me dibujaba el perfil de un pobre desgraciado que queria hacer meritos ante los duros, a fin de que lo aceptaran en la banda, y que para conseguirlo se inventaba fabulosas peleas con obreros que ya se habian ido del barrio.

– Pero alguien tiene que haberle hecho eso en la cara a Elias -dijo Pili-. Y si no fueron ni el albanil ni los punkies de las Casas Buenas, porque ayer no hubo bronca… ?quien fue?

– Este es el primer misterio de dolor -le dije-. Pero creo que todavia nos faltan muchos datos para encontrar la respuesta. Me preocupa mas el otro interrogante.

– ?Que otro interrogante?

Dije:

– ?Como se lo monta Elias Gual para aprobar todos los examenes?

Pili se quedo mirandome. No dijo nada. Tal vez aquello le pareciera secundario, teniendo, como teniamos, otros temas mas apasionantes entre manos.

– Cuando le investigamos porque rondaba a Clara -prosegui-, descubrimos que dedicaba todo su tiempo a su moto, a hacer fotos, a beber cerveza y a dormir. Ahora resulta que ademas necesita horas para hacer meritos delante del Puti. ?Como se las arregla para aprobar?

– Quizas… -Pili queria decir algo, pero se lo repenso.

– Porque no es que apruebe por los pelos… Fijate: A principios de curso, el profe de Mates anuncio que programaria un examen semanal para que nosotros mismos pudieramos apreciar nuestros progresos en la asignatura. Daba por descontado que nadie lograria ni tan solo acabar el primer examen… Y, de hecho, nadie lo consiguio…, excepto Gual. ?Vivir para ver! Y asi con todas las asignaturas: En todas las evaluaciones ha resultado ser el mas brillante, el rey de reyes…

– Es el tercer ano que repite -intento Pili -. Algo le habra quedado, despues de oir lo mismo tres anos seguidos…

– ?No tiene ni idea! -salte yo-. ?No lo has visto este mediodia, cuando hemos hablado de el? ?Tu habias visto alguna vez una cara como aquella? -«?Polinomios? ?Que es eso…?»

– Bueno, pues… -murmuro Pili.

La mire fijamente.

– ?Como aprueba? -repeti.

– ?Copiando? -sugirio ella, sin demasiada conviccion.

Negue con la cabeza.

– No. Quien aprueba copiando no tiene los exitos tan regulares. No siempre se puede copiar. Siempre llega el momento en que el profe se planta a tu lado, y ese dia tienes que resignarte…

Quizas han decidido regalarle de una vez el Graduado Escolar para que pueda ir a BUP, y hacen un poco de trampa… Como su padre insistio tanto…

– No -dije-. Precisamente porque su padre insistio tanto y se convirtio en un pelmazo, los de la escuela deberian estar interesados en demostrarles lo contrario, que mas hubiera valido que Elias dejara la escuela el ano pasado… Ahora, el padre no deja de atolondrar a los profes con la cantinela del «ya os lo dije yo: si os hubiera hecho caso, mi hijo se habria desgraciado para siempre…»

– Pues… -dijo Pili.

– Pues… -dije yo.

Quedamos unos momentos en silencio.

– Le ayuda un profe -dije de repente. Improvisando, lentamente, silaba a silaba-: Un profe le pasa fotocopias de los examenes…

– ?Que profe? -pregunto Pili.

Pensabamos: ?Isabel, la de Sociales? ?El Chepas, que era el director de la escuela y profe de Lenguas? ?El de Mates? Ninguno de los tres nos cuadraba. Ademas…

– … Ademas -dije-, que yo sepa, los profes no tienen acceso a todos los examenes. Cada uno conoce los suyos, solo los suyos. Si a Elias le ayudara el de Mates, Gual solo aprobaria los examenes de Mates… Si fuera Isabel, solo aprobaria los de Sociales…

Y, curiosamente, tenia la sensacion de estar acercandome a la solucion del problema.

– Ademas -dijo Pili-, ?por que tendria que ayudarle un profe? Gual no es precisamente ni simpatico ni halagador. Si alguna virtud tiene, es la de no ser un pelota…

– Chantaje -replique con naturalidad-. Imaginate que ha descubierto algo comprometedor para algun profe y le tiene atornillado, y por eso el profe se ve obligado a ayudarle.

Consideramos seriamente esta posibilidad y, despues, nos echamos a reir.

– Vamos, vamos a la cama, que ya empezamos a desbarrar…

Subiendo las escaleras, Pili apunto una nueva posibilidad.

– Lo mas probable es que Gual haya logrado entrar en el despacho de la fotocopiadora, donde se guardan los examenes. Tal vez tenga una ganzua… ?Que viene un examen? Espera a que el conserje haga las fotocopias, que las deja todas en los estantes, y despues entra y se hace con una copia…

– ?Y eso lo hace cada semana? -pregunte, esceptico-. Porque el de Mates nos ha estado metiendo un examen cada semana, desde principios de curso. ?Lo hace cada semana y nunca le han pillado?

Despues, en la cama, le estuve dando vueltas y mas vueltas a todo lo que habiamos hablado. Mi intuicion seleccionaba palabras y conceptos caprichosamente, porque si, al azar. Chantaje, sonaba bien. Si, no se por que, pero me cuadraba el que Elias tuviera a un profe entre la espada y la pared y le obligara a ayudarle. Y lo que habia dicho Pili subiendo las escaleras: -«En el despacho de la fotocopiadora, donde se guardan los examenes, el conserje deja las fotocopias en los estantes…»-. Y otra cosa que habia dicho yo: Ios profes no tienen acceso a todos los examenes. Cada cual conoce los suyos, solo los suyos…»

El dia siguiente fue muy intenso.

Como si hubiera digerido y elaborado en suenos todo lo hablado con Pili la noche anterior, ya desde primera hora de la manana tuve la sensacion de saber mas de lo que sabia. Fui a la escuela con otro aire, mire al conserje de otra manera y reconoci ante Isabel que no habia hecho los deberes.

– No, Isabel, no he hecho los deberes, lo lamento profundamente, se que no tengo excusa, pero pienso que despues de todo no llevo tan mal la asignatura en lo que va de curso…