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Ha pasado algo. Cuando lo pienso apenas me lo puedo creer. Mentí y le dije a John que sangraba otra vez y que tenía que ver al doctor. Un doctor nuevo de Norwich, un especialista, dije. Le dije que cenaría en casa de la tía Pammy para que no se preocupara si me retrasaba. ¡Mira que fui lista! ¡Quería ver otra vez la obra y aquellos trajes! No conseguí un buen asiento estaba muy atrás sin mis gafas y era otra obra. Un muermo con mucha gente hablando de casarse o separarse y aquellas tres señoras odiando a la mujer casada con su hermano. ¡Lo bueno es que eran los mismos actores! Y estaban muy diferentes de la otra obra. No sé cómo no se hacen un lio. Cuando termino, corrí a la puerta de atrás. Pensé que a lo mejor podía hablar con ellos o hacer que me firmaran el programa. Esperé una hora. Todos salieron en parejas o grupos. Sólo un tío iba suelto. No sé a quien interpretó porque como ya he dicho mi asiento estaba muy atrás pero quería que me firmara el programa y me puse nerviosa. ¡¡¡Y le seguí!!! No sé porque. Entró en un bar y pidió algo de comer y beber y le estuve mirando y al final me acerqué y le dije usted actúa en esa obra, ¿verdad? ¿Me firmará el programa? Así de claro. Bien guapo que era. Se quedó muy sorprendido y me invitó a sentarme y estuvimos hablando del teatro y dijo que llevaba en él un montón de años. Le dije que me había gustado mucho la obra de la duquesa y que los trajes eran preciosos. Y entonces dijo si quería volver al teatro y verlos de cerca. Dijo que no costaba nada y que incluso podría probarme alguno sino había nadie. ¡Y volvimos para allá! Había mucho espacio detrás del escenario. Yo no sabía que pensar. Todos aquellos camerinos, salas de espera y mesas llenas de carteles. ¡Y los decorados! ¡¡¡Estaban hechos de madera y parecían piedras!!! Entramos en un camerino y me enseñó aquella fila de trajes. ¡Eran de terciopelo! Nunca había tocado algo tan suave. Y entonces dijo si me los quería probar. Nadie se enterará. ¡¡¡Y lo hice!!! Pero cuando me lo quité se me enganchó el pelo y él me lo soltó y empezó a besarme en el cuello y a tocarme por todas partes. Y había aquel sofá en un rincón pero él dijo no, aquí mismo en el suelo y tiró todos los trajes y hicimos el amor sobre ellos. Después oímos la vos de una mujer en el teatro y yo me asusté mucho y él dijo me importa una mierda quien sea, Dios, no me importa, no me importa, y se rió y se me puso encima otra vez. ¡Y ni siquiera me hizo daño!!! ¡Yo estaba fría y caliente y me pasaban cosas por dentro y él volvió a reír y dijo tonta así es como debe ser! Llegué a casa pasada la medianoche pero John seguía en la taberna y no se enteró. Espero que no tenga ganas. Siempre me hace daño.

Los cinco días siguientes del diario se reducían a reflexiones sobre sus actividades sexuales en Norwich, el tipo de tontería melodramática que pasa por la cabeza de una joven la primera vez que un hombre la despierta plenamente a los placeres, que no a los deberes, de la carne. Sus pensamientos tomaron otra dirección al sexto día. Era el 31 de enero.

No se quedará allí para siempre. ¡La compañía está en gira y se marcha en marzo! No puedo soportar la idea. Le veré mañana. Intentaré conseguir la dirección de su casa. John me preguntó porque iba a Norwich otra vez y le dije que tenía que ver al doctor. Dije que me dolía mucho adentro y que el doctor dijo que no debía tocarme hasta que se me pasara. Quiso saber cuánto tiempo. ¿Qué tipo de dolor? Le dije cuando me lo haces me duele y el doctor dijo que eso no podía ser y que no volvieras a hacerlo hasta que el dolor se marchase. Le dije que no he estado bien desde que nació Teddy. No sé si me eré pero no me ha tocado a Dios gracias.

En la siguiente página informaba de su encuentro con su amante.

¡¡¡Me ha llevado a su habitación!!! Bueno, no es muy grande, un dormitorio cavernoso en una vieja casa cerca de la catedral. Apena tiene nada allí porque su auténtico hogar está en Londres. No entiendo porque ha escogido un lugar tan alejado del teatro. Dice que le gusta andar. Además, dijo con esa sonrisa tan suya, no necesitamos gran cosa, ¿verdad? Me desnudó nada más entrar por la puerta y la primera vez lo hicimos ¡¡¡de pie!!! Después le dije que sabía que se marchaba en marzo con la compañía. Le dije que yo pensaba servir para actriz. No parece difícil, podía hacerlo tan bien como aquellas señoras que había visto. Dijo que sí, que debía pensármelo, que podía encargarse de que me dieran clases y un profesor particular. Después dije que tenía hambre y que podíamos salir a comer algo. Y él dijo que también tenía hambre… ¡¡¡pero no de comida!!!

Por lo visto, Hannah no había visto al hombre en toda la semana siguiente, pero se pasaba el tiempo planeando su futuro con él. Se centraba en el teatro, mediante el cual se ataría a él y escaparía de Porthill Green. El 10 de febrero escribió brevemente acerca de sus planes.

Me quiere. Me lo ha dicho. Mamá diría que todos los hombres dicen lo mismo cuando se lo están pasando en grande contigo y que no debes confiar en ellos hasta que se han subido los pantalones. Pero este es diferente. Sé que lo dice en serio. He reflexionado y he llegado a la conclusión de que la mejor forma es unirme a la compañía. Al principio no me darán papeles importantes. No sé muy bien que hacer pero tengo buena memoria. Y si estoy con la compañía no tendremos que preocuparnos por estar separados. No quiero perderle. Le di el número para que me telefoneara al piso pero todavía no lo ha hecho. Sé que está ocupado pero si no me telefonea mañana iré a Norwich a verle. Esperaré cerca del teatro.

No había mención de su visita a Norwich hasta el 13 de febrero.

Han ocurrido muchas cosas. Fui a Norwich. Esperé y esperé fuera del teatro. Luego salió. Pero no iba solo. Iba con una de las señoras de la obra y otro hombre. Hablaban entre ellos como si estuvieran discutiendo. Le llamé por el nombre. Al principio no me oyó de modo que me acerqué y le toqué en el brazo. Todos se quedaron pasmados cuando lo hice. Entonces sonrió y dijo, hola no te había visto. ¿Has esperado mucho? Discúlpame un momento. El y la señora y el otro hombre fueron hacia un coche. La señora y el hombre subieron y se marcharon pero él volvió conmigo. Adiviné que estaba muy enfadado pero le dije ¿porque no me has presentado? Y él dijo que estás haciendo aquí sin avisarme de que ibas a venir? Y yo le dije y porque debería hacerlo te avergüenzas de mí? Y él dijo no seas idiota ¿no ves que intento meterte en la compañía? Pero no puedo precipitarme hasta que estés preparada. Son profesionales y no aceptarán a cualquiera que no sea profesional así que empieza portarte como si lo fueras. Y empecé a llorar. Entonces dijo maldita sea, Han, no hagas eso. Vamos. Y fuimos a su cuarto. Señor estuve allí hasta las dos de la mañana. Volví anteayer y dijo que estaba trabajando en una sesión de pruebas para mí pero que antes tenía que aprenderme una escena muy difícil de la obra. Confiaba en que fuera el papel de la duquesa pero era la otra. Dijo que me copiara la parte y me la aprendiera de memoria. Me pareció larguísima y le pregunté porque tenía que copiarla porque no me daba un libreto. Dijo que no habrían bastantes lo echarían de menos se enterarían y mi prueba ya no sería una sorpresa. Así que la copié. Pero no terminé y tendré que volver mañana. Hicimos el amor. Al principio él no quería, ¡pero se quedó muy contento cuando terminamos!!

Lynley no dejó de observar la excesiva parquedad de las últimas frases, y se preguntó si la joven se habría dado cuenta. Sin embargo, parecía demasiado empeñada en unirse a la compañía teatral y comenzar una nueva vida con otro hombre para darse cuenta de que hacer el amor se había convertido en una simple y deseada rutina.

La siguiente anotación llevaba fecha del 23 de febrero.

Teddy estuvo enfermo 5 días. Grave. John no dejó de insistir en ello hasta que creí que me pondría a gritar. Pero me escapé dos veces para terminar de copiar el viejo libreto. No sé porque no puedo tener uno pero él dice que se enterarían. Dice que me aprenda de memoria mi parte y que no me preocupe de cómo actuar. Dice que me enseñará. ¡¡¡Claro que me enseñará!!! Es un experto. De todos modos solo son 8 páginas. Así que voy a darle una sorpresa. ¡La interpretaré para él! Después ya no tendrá dudas sobre mí. A veces pienso que tiene dudas. Excepto cuando nos metemos en la cama. Sabe que estoy loca por él. Me cuesta un montón no desnudarle cuando estoy cerca de él. A él le gusta. Dice oh Dios Hannah ya sabes lo que me gusta ¿verdad? Lo sabes muy bien, mejor que nadie. Eres lo mejor del mundo. Entonces se olvida de lo que estamos ablando y lo hacemos.