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Oye una voz:

– ¿Niki?

– ¿Eh?

Alex la mira sonriente.

– Yo he contestado ya a la pregunta de si quiero casarme. He dicho que sí. Ahora te toca a ti. Tienes dos opciones: o dices que sí… -arquea las cejas ligeramente preocupado-, o dices que no…

El sacerdote la observa intrigado. Niki mira detrás de ella. Simona, Roberto, los padres de Alex, los parientes, las Olas y el resto de sus amigos. Todos esperan curiosos y algo asustados su respuesta. Niki exhala un suspiro y vuelve a mirar al frente. Esta vez no tiene ninguna duda. Sonríe. Está preciosa, como siempre, más que nunca.

– Sí, amor mío. Sí. Quiero casarme contigo… -Y después añade, aún más convencida-: Y quiero que sea para toda la vida.

Agradecimientos

Gracias a Stefano, el Loco, que me aconsejó magníficamente bien.

Y por el día en que me hizo compañía en esa playa llena de olas.

Gracias a Michele por su paciencia y su tranquilidad. Me acompañó al faro con Federica y, después…, ¡se casó con ella!

Gracias a Matteo. Al final resultó ser cierto: ¡vive realmente en Nueva York! Me ayudó a descubrir un montón de sitios, me invitó a comer en un local fantástico y me regaló una maravillosa velada de jazz.

Gracias a Giulio, que vino a verme al plató e incluso se divirtió.

Y yo con él.

Gracias a Paolo. El entusiasmo que demostró en México me impresionó mucho.

Gracias a Robería, a Paola, a Stefano, a Andrea y a Caterina. También a Maria. Han sido magníficos, rapidísimos, increíbles. Me atrevería a decir que «desconcertantes». ¡Esta última palabra, sin embargo, me la querían corregir!

Gracias a Annamaria, a todo el departamento de Prensa y a Federica, que, haciendo gala de una gran paciencia, más que seguirme…, me persigue.

Gracias a Rosella, cuyo increíble entusiasmo consigue arrastrarme.

Gracias a Ked por sus notas siempre atentas y alegres. ¡Y también por todo lo demás!

Gracias a Francesca, que me sigue desde lejos, pero en todo momento con la misma atención, ¡a pesar de que ahora tiene una moto nueva!

Gracias a Chiara y a Luca, unos compañeros fantásticos en este nuevo viaje en la tranquilidad de Torre in Pietra.

Gracias a Loreta y a Romano por su precioso regalo.

Gracias a Giulia por nuestro maravilloso viaje a Nueva York. Mucho de lo que sucede en el libro, pero sobre todo en mi vida, se lo debo a ella.

Gracias a la tía Annamaria por la cantidad de dudas que me resuelve siempre, y al tío Pietro, al que, simplemente, echo de menos.

Gracias a Vale y a Fabi…, ¡que han sido las primeras en casarse!

Y, por último, un agradecimiento lleno de amor a Luce y a mi amigo Giuseppe. Jamás habría sabido contar un matrimonio tan hermoso.

Federico Moccia

***

[1] Niki se refiere a los clásicos bombones Baci de la marca Perugina, que vienen envueltos con un mensaje de amor. (TV. de la t.)