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La mirada del agente-yo consume sin cesar los gestos de la hermana y su progreso para hacer desaparecer la cara propia. En el día actual, este agente vuelve a estar sentado con los pies colgando del borde de la cama de la hermana-huésped, en el colchón donde se amontonan las mantas. Los animales de bordado marrón sonríen todos. Animales humorísticos.

Al otro lado de la ventana de la cámara de dormir, la noche de hoy. El cielo no muestra luna en órbita. Tampoco hay manchitas de sistemas solares lejanos.

Al momento siguiente, la puerta que estaba afianzada en la pared se abre y desvela al hermano-puerco.

Sin despegar la mirada de la cara negra del espejo, la hermana-huésped dice:

– Caray, ¿es que no llamas nunca antes de entrar?

El hermano-huésped dice:

– ¿Te estás maquillando para el baile de esta noche?

La hermana se extiende la pintura por el margen del ojo. Pone la cara de lado al espejo, y su ojo presencia el reflejo propio con el rabillo.

El hermano perro-puerco posa la mirada en el agente-yo. El pie del hermano-huésped da una patada a la cama y dice:

– ¿Y tú qué, Pigmeo? ¿Te apetecen un buen par de melones frescos de séptimo curso? -Media cara se le colapsa mientras perro-puerco cierra un ojo con fuerza. Hace guiño de ojo. Y dice-: ¿Quieres un poco de relleno de jersey caliente y rico?

Sosteniendo el espejo con una mano y con las yemas de la otra manchadas de pintura negra, la hermana-gata dice:

– ¿Mamá y papá ya se han quedado dormidos?

Hermano perro-puerco dice:

– ¿Les has vuelto a dar otra sobredosis?

La hermana-huésped extiende ambas manos a los lados de la cara y las usa para peinarse el pelo hacia atrás, aplanándolo. Contiene los mechones de pelo utilizando un bucle de látex sintético. Sus manos trazan otro bucle bien prieto y repiten los bucles de la banda de látex hasta que el pelo le queda bien pegado al cráneo. La hermana-gata extrae un compartimiento deslizante de la parte delantera del aparador, que está lleno atavíos lavados a máquina y diseñados para sostener glándulas mamarias. Además hay en el interior muchos pantaloncitos tejidos con nailon para albergar bien prietas la entrepierna y las nalgas de la hermana. Color amarillo. Con muchos genitales de plantas de margarita grabados. La hermana dice:

– Pigmeo… -Dice-: ¿Te vas a presentar a las Naciones Unidas en Miniatura?

Hermano perro-puerco dice:

– Eso no es para Pigmeo. -Cerrando el propio puño para generar un pequeño mamporro que impacta en el deltoides de este agente, el hermano-huésped dice-: Lo único que Pigmeo quiere es recolectar peras de las buenas…

La boca del agente-yo dice:

– ¿Definición?

– Las peras, ya sabes… -dice el hermano-huésped-. Las ubres, los melones, los globos, las domingas…

La boca del agente-yo dice:

– ¿Definición?

El hermano-huésped se coloca las dos manos ahuecadas y suspendidas encima de los músculos pectorales propios, dobla los dedos para estrujar algo invisible, flexiona los dedos mientras cierra los ojos, se lame el perímetro de la boca propia con el músculo lingual y dice:

– ¡El relleno de jersey!

La hermana-gata hurga entre las entrañas del compartimiento deslizante y abre un túnel entre los atuendos para entrepierna hasta extraer algo de tela negra. Un cubre-cabeza con muchos nudos tejidos, fabricado con fibras negras de oveja. La hermana-huésped se extiende el cubre-cabeza-tejido hasta enfundarse el pelo, dejándose la cabeza entera de color negro. El torso negro. En día de hoy toda la hermana está negra como la noche. Negra como la intemperie. Del aparador donde están las sujeciones mamarias extrae un atuendo negro diseñado en forma de manos y ajustado a la forma de los dedos, que le deja las manos negras.

El hermano-huésped pone las manos en forma de pistola revólver, apunta con los dedos hacia este agente y dice:

– Confía en mí, Pigmeo, las Naciones Unidas en Miniatura son un suicidio social. -Coloca la mitad de la boca propia de manera que sonría y, con la mirada posada en la hermana, perro-puerco dice-: ¡Lo único que da más pena todavía que los Negados Unidos en Miniatura es la puñetera feria de las ciencias!

La hermana-gata emprende un pequeño desfile hasta la ventana de la cámara de dormir. Las manos enfundadas en negro agarran el marco de la ventana afianzada y lo deslizan para abrirla. Entran el oxígeno helado y las llamadas de copulación de los grillos. La hermana saca un pie enfundado en calzado negro por la ventana hasta quedar a horcajadas sobre el antepecho. Con el pie de fuera apoyado en una rama del árbol, y la mano de fuera agarrando el follaje del árbol, a medio salir, la hermana-gata hace girar su cara pintada de negrito de cabaret hasta posar la mirada en este agente y en el hermano perro-puerco. Y dice:

– ¿Lo has robado?

Perro-puerco dice:

– Atrápalo.

El hermano-huésped proyecta el brazo hacia delante hasta que hace florecer su mano con los dedos extendidos para soltar el objeto. El objeto verde vuela, un objeto húmedo y reluciente que emite destellos verdes y traza un arco de lado a lado de la cámara de dormir, esquiva por poco el techo interior, y su trayectoria se degrada hasta que pata-plaf, lo coge la mano ennegrecida de la hermana-huésped.

La hermana-huésped dice:

– Disfrutad de esas tetas voraces, chicos.

Dentro de su cabeza, el agente-yo cita al villano emperador y eficiente charlatán Adolf Hitler: «Los grandes mentirosos también son grandes magos».

Al momento siguiente, la hermana se ha escabullido al otro lado de la ventana, y el color negro ha sido absorbido por la noche de hoy. Dejando solo el ruido del apareamiento de los grillos. La sombra de la hermana se derrama entre las sombras y se pierde en la ausencia de luz. Al momento siguiente se oye el motor del automóvil habitualmente operado por la madre-huésped, el mecanismo de arranque solenoide se activa, el combustible se inflama, y el tren de marchas activa los haces gemelos de los faros. El vehículo abandona la acera. Cuando llega al indicador de detenimiento de tráfico, los faros viran para tomar la esquina de la derecha.

Perro-puerco inclina el torso propio hasta que su cabeza asoma por el exterior de la ventana y suelta un grito hacia el oxígeno negro, diciendo:

– No tendrías que conducir. -Dice-. ¡Ni siquiera tienes edad de sangrar!

Cita: «Los grandes mentirosos también son grandes magos».

El objeto verde que ha sido arrojado y luego atrapado, ese objeto robado que reluce por culpa de la humedad… es una prótesis artificial de ojo humano fabricada de cristal.

En medio del oxígeno negro y helado, las luces rojas gemelas y relucientes de la parte trasera del automóvil ya se han marchado.

COMUNICADO OCTAVO

Empieza aquí el octavo informe del agente-yo, número 67, asistiendo al ritual de apareamiento de los estudiantes que se celebra en el recinto deportivo a oscuras de las instalaciones educativas. Noche de hoy XXXXX. Canciones rituales interpretadas por XXXXX. Para que conste en acta, la familia americana inventa infinita multitud de etiquetas absurdas para bautizar a la descendencia femenina.

Para que conste en acta, este agente se ha aplicado dosis generosas y abundantes de fragancia Listerine en la piel de la cara.

Durante el ritual de apareamiento cobijado en el interior sumido en la penumbra del recinto con suelo de madera de baloncesto, bajo el estruendo de la música que promueve la reproducción sexual prematura y al azar, el hermano perro-puerco pone el dedo recto para señalar a las hembras que hay alineadas en la pared de delante, Desde la distancia, me las presenta. Las hembras reunidas del centro educativo de ciclo medio podrían perfectamente estar alineadas para ser ejecutadas por pelotón de fusilamiento, bajo las miradas de los jóvenes masculinos. El hermano huésped apunta con el dedo hacia ellas y dice: