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La cavidad oral del agente Ling está enzarzada con la cavidad oral de Turquía.

Los ojos de Magda emiten agua, un único reguero de gotas que le cae por una mejilla. Que emborrona la línea trazada a lápiz del bigote negro. Y dice:

– Por favor.

Al momento siguiente la piña de plástico de la hermana-gata se pone a emitir vibración. La hermana hurga con los dedos entre los plátanos y extrae un aparato negro de tamaño pequeño. Teléfono personal. Con la vista posada en los botones, dice:

– Es Sri Latke.

Y Magda dice:

– Sri Lanka.

– Lo que sea -dice la hermana-huésped, pulsando botones del teclado con los pulgares-. Sri Lanka dice que Afganistán está coladísima y que se muere por echarle un polvo a Marruecos. -Con la mirada fija en el texto inglés de la pantalla del teléfono, dice-: Y esto es una locura… las islas Malvinas van a romper con Namibia y han oído de una fuente fiable que Namibia tiene unas verrugas en la polla que dan miedo…

Magda dice:

– Perdón, pero solicito que Cuba no disemine cotilleos. -Dice-: Que la camarada Cuba asuma su asiento asignado.

La hermana-gata dice:

– Siéntate tú. -Y sin apartar la vista del teléfono, añade-: Cariño, esto no son simples cotilleos. -Dice-: ¡Esto que ves es política global!

La dama delegada de Zaire juguetea con sus trenzas rubias pegadas al cráneo y desgrana su risa para mostrar dientes saludables y extiende la musculatura larga y suave del cuello.

Proyectando la voz propia en tono muy triste y cargado de arrepentimiento amargo, este agente dice:

– En calidad de representante oficialmente autorizado del pueblo de ciudadanos de Estados Unidos… -Digo-: Como primer deber, estoy obligado a solicitar disculpa delante de este augusto cuerpo de naciones…

Las demás naciones colegas siguen besándose. Las naciones pulsan mensajes instantáneos de teclado. Las naciones tienen música injertada en los dos oídos propios.

El agente-yo se quita el cubre-cabeza de ala ancha de la cabeza, lo agarra con las dos manos, se lo sujeta contra el pecho y dice:

– Esta nación americana se reconoce a sí misma como la malvada fuente tiránica de toda la tristeza del mundo, el super- poder más egoísta e ignorante…

La dama delegada de Rumanía se pone una mano ahuecada detrás de la oreja propia y agita la otra mano para silenciar a su compañero delegado. El caballero delegado de Polonia se quita los injertos musicales de las orejas propias para poder escuchar.

Expandida sónicamente por el micrófono, la voz amplificada del agente-yo dice:

– Estados Unidos consiste en solo el 4,6 por cierto de la población total del mundo y sin embargo consume más del setenta y cinco por ciento de los recursos energéticos globales.

El caballero delegado de la República Checa deja de manosear los cocos de la dama delegada de Haití.

La agente Magda emprende un pequeño desfile para ascender al escenario, se posiciona junto al hombro del agente-yo y emite susurro en el oído de este agente para decir:

– Es completamente crucial que iniciemos diálogo, camarada.

Mientras la cámara de la asamblea queda en silencio, la voz del agente-yo sigue a máximo volumen, con los labios del agente-yo sobresaliendo para establecer contacto con la superficie de malla metálica del micrófono, y con la voz amplificada potentemente, digo:

– Compañeros delegados de capital importancia, solicito que las nalgas de la asamblea ocupen sus ubicaciones apropiadas.

Una voz masculina dice con grito:

– ¡Vete a la mierda, Tío Sam!

Posicionado debajo del estrado, un delegado envuelto en pliegues de sábanas de tela para dormir, con dibujos de muchos animales sonrientes, animales humorísticos que agarran globos flotantes, unas sábanas que lo envuelven para formar toga, el delegado posicionado al pie del escenario tiene la cara oculta detrás de una cámara de vídeo. Y procedente de la cara eclipsada por la cámara, la voz masculina amortiguada dice:

– Estoy filmando un vídeo titulado Las naciones pierden la cabeza. -El delegado de la toga baja la cámara para desvelar su cara. Queda revelado como el hermano-huésped perro-puerco, con la cabeza coronada por laureles de follaje artificial de color metálico dorado reluciente.

El delegado perro-puerco dice:

– ¡Guyana me acaba de enseñar los melones! -Dice-: ¡Para ser una república bananera, está buenísima!

Posicionada a mi lado, Magda me agarra el blusón que dice «Propiedad de Jesús», da un tirón y dice:

– Exijo gran atención, camarada.

Y el delegado perro-puerco dice:

– Pigmeo, pequeñajo, aprueba una declaración que haga que la ropa sea optativa en esta sesión. -Dice-: Tengo que conseguir imágenes de Etiopía. -Dice-: ¡Esa guarrilla está para mojar pan!

En el perímetro lejano de la cámara de asambleas, la delegada guarrilla está intercambiando saliva con el músculo lingual de Palestina. Las dos naciones están tan enzarzadas mutuamente que sus manos están desaparecidas dentro de las blusas y los pantalones del otro.

El caballero delegado de Jamaica distribuye pasteles horneados, ricos en porciones odoríferas de chocolate, con fragmentos de nueces y de hachís.

El delegado de Argelia llega transportando sobre su persona un elaborado narguile de metal de hojalata forjado, con agua estancada chapoteando, del que cuelga una plétora de brazos de pulpo terminados en boquillas de hojalata. Argelia queda instantáneamente rodeado de muchos delegados que se insertan los brazos de pulpo en la boca y se ponen a chupar burbujas a través del agua mientras Argelia enciende el brasero. Las espirales de humo corrupto ascienden del brasero y son expulsadas de los pulmones de los delegados, emitiendo un hedor nauseabundo a Cannabis sativa.

La agente Magda llena con su aliento el oído de este agente y dice:

– Prioridad más urgente debe ser comunicarnos… -Apoya en el hombro de este agente sus cocos recientemente expandidos, sus botijos, sus brevas dulces.

Perro-puerco se coloca la cámara delante de la cara propia y dice con voz amortiguada detrás de la lente:

– ¡Eh, Canadá! -Ahonda en la profundidad de la multitud, atraído por el foco de la cámara hacia el seno de la mezcla de delegados. Y mientras desaparece, añade-: ¡Menea para mí esos enormes hemisferios norte!

La voz amplificada del agente-yo anuncia por encima del estruendo de los pitidos de los teléfonos, del burbujeo del narguile, del revuelo de voces, del ruido del bofetón del delegado de Sudán al impactar en la mejilla facial del delegado de Jordania, de las erupciones de risas y del estallido de los gritos… este agente anuncia por encima de la niebla del humo del cannabis:

– Presentes este día de hoy para discutir asuntos de importancia global. -Continuo diciendo-: Hay que tratar aumento de temperatura de atmósfera, agujero ampliado de ozono, devastación de selvas amazónicas, hay que detener la extinción del panda gigante, cesar las persecuciones religiosas, la proliferación nuclear, la pandemia de enfermedad sexual.

La delegada ataviada con burka se ha levantado los bajos y por debajo de ellos revela ahora unas piernas con vello corporal de color amarillo-claro. El burka se levanta para mostrar unas botas de combate paramilitares destinadas a operaciones de desierto, talla masculina catorce doble-E, anudadas para ajustarse a las piernas con vello muy denso.

Los compañeros delegados se encaraman igual que bebés de pájaro, con las cabezas echadas hacia atrás del todo y los maxilares abiertos y apuntando al techo, mientras Rusia se dedica a echarles vodka a todos en el gaznate.

De los pies del agente-yo, este agente se extrae una bota de pastor de vacas, la balancea para aporrear el estrado y golpea el atril con el tacón de manera que el micrófono transmita un sonido de gran estruendo. Los altavoces trasmiten un retumbar ensordecedor. Un retumbar que rompe los tímpanos. Los golpes de los tacones de la bota hacen ruido de retumbar, retumbar y más retumbar hasta que desaparece la comunicación entre los delegados de la asamblea general.