El hermano-huésped dice:
– ¡Pequeñajo, tienes que enseñarme a arrancarle la cabeza a la gente!
Los pies del agente-yo continúan su desfile y recitan en secreto: «helio, hidrógeno, hierro…».
Perro-puerco dice:
– Supongo que mi hermana es intocable ahora que también va a ser tu hermana.
Dentro de su máquina de pensar, este agente recita en secreto: «holmio, indio, iridio…».
Al momento siguiente, al agente-yo se le acerca la delegada de turgentes senos de Haití haciendo una demostración de conducta estándar de apareamiento: la cinturilla del pantalón bajada para dejar al descubierto el vientre y la hendidura de las nalgas ocupada por la tira central de una ropa interior tipo tanga de color rosa. La hembra caucasiana muestra un grado típicamente bajo de proyección del reborde alveolar que contiene unos dientes prístinos. La dama delegada separa los labios relucientes de la cara y dice:
– Hola, Pigmeo…
Los pies del agente-yo continúan su desfile.
Los pies del hermano perro-puerco se detienen y se posicionan en situación adyacente a la delegada de Haití para decirle:
– Eh, buenaza… -Dice-: Ese con el que intentas ligar es mi nuevo hermanito.
Para que conste en acta, no soy hermano. Todavía no estoy adoptado. No es oficial. Tal vez no pase nunca.
Sin detener su desfile, este agente responde por encima del hombro:
– Muy honorable señora… -Continúa desfilando y dice-: ¿No es usted ya el recipiente de la semilla reproductiva de Mang?
Desde detrás, apagándose a lo lejos, la voz de la dama delegada dice:
– No es problema. Fui a la enfermera del instituto… -Alejándose, más débil, su voz dice-: Y me dio esas píldoras del día después que te arreglan las cosas…
Dentro de la mente del agente-yo, este agente sigue diciendo en secreto: «… titanio, tungsteno, wolframio…».
El hermano perro-puerco y la dama delegada de Haití han quedado ambos abandonados en la estela del agente-yo.
El pequeño desfile llega al pasillo quince, donde hay un muro de paquetes apilados de bolas antipolillas de donde extraer la naftalina. Un enorme despliegue de frascos de laxante de magnesio para obtener hidróxido de magnesio. Una selección infinita de alumbres para conseguir sulfato de aluminio. Amoníaco para combinarlo con agua y obtener hidróxido de amonio. Ácido carbónico para el fenol. Bórax para destilar borato de sodio. Se acumulan aquí todos los ingredientes necesarios para el proyecto de la feria de las ciencias.
Ejecución de la Operación Estrago. Debacle masiva.
Al momento siguiente, una voz femenina dice desde atrás:
– Felicidades, camarada.
Y se revela como la voz de la agente Magda, que va pilotando una cesta muy grande hecha con alambre plateado e impulsada sobre ruedas. Magda comienza a seleccionar el alumbre de cromo y a depositarlo dentro de su cesta, diciendo:
– Has demostrado una brillantez mental superior.
A continuación Magda selecciona el vinagre, una fuente eficaz de ácido acético, coloca la botella de vinagre dentro de la cesta con ruedas y dice:
– Rescatas a un puñado de chavales americanos ridículos y tontos… -Dice-: Para que pronto podamos matar a millones…
Cita: «Aquel que mire a América verá que la nave se mueve a fuerza de estupidez, corrupción o prejuicios».
Tibor se acerca, tirando con el brazo de su cesta de municiones: bicarbonato para cocinar, sirope de maíz, lejía de cloro. Taladrando con una mirada fija iracunda la piel facial de este agente, Tibor dice:
– Un agente tan astuto merece mucho elogio. Tibor coloca la mano en forma de Beretta semiautomática, con el índice haciendo de cañón de treinta y cinco milímetros. El camarada apunta con su arma de carne en dirección a las suturas craneales del agente-yo. Y dice:
– Camarada, tal vez sea mejor revisitar mentalmente la historia del agente Pavel. -Dice-: El fuego que más brilla siempre es el primero que se extingue.
Y en el mismo momento Tibor dispara con la pistola de mentira y expulsa una bala ficticia para fingir que extrae el pastel de carne gris de la cabeza de este agente.
Pantomima destinada a sugerir que sería fácil liquidar al agente-yo.
COMUNICADO VIGÉSIMO
Empieza aquí el informe vigésimo del agente-yo, número 67, muy recientemente salido del transporte público de masas de la ruta XXXXX. Depositado en parque industrial XXXXX. Lleva a cabo largo desfile para llegar a las instalaciones privadas que están realizando investigación contratada por el departamento federal de XXXXX de Estados Unidos. Propósito específico es huir llevándose muestras de máxima seguridad de XXXXX.
Para que conste en acta, durante el transporte a bordo del vehículo público, la hermana-gata huésped aplica pintura de color negro en la piel facial del agente-yo, y simultáneamente este agente propugna verdades profundas presentadas por el reverenciado demógrafo francés Alfred Sauvy, pronuncia sermón de la lucha del mundo moderno entre la amenaza corrupta y degenerada del capitalismo y el noble socialista, batallando para controlar o rescatar al inocente Tercer Mundo. La voz del agente-yo, una voz aguerrida que brama para informar a todos los proletarios del interior del vehículo, proclamar que los antiguos esclavos de las colonias del Tercer Mundo son las víctimas potenciales del ansia codiciosa del capitalismo por los recursos naturales brutos, de su robo del petróleo, de su violación de los minerales bauxita y zinc, y a cambio se limita a bombardear sobre los inocentes nada más que productos inferiores de una cultura de masas decadente. Los astutos capitalistas inundan las economías nativas con un exceso de corrosivos destructivos: el azúcar refinado, por ejemplo, las estrellas de cine de Hollywood, los asientos de automóvil con calefacción, el fiambre enlatado, la pasta de dientes, el papel higiénico de retrete, el Hombre Biónico o los rizos permanentes.
El oído de la hermana-gata permanece atento, la hermana-huésped aplica pintura negra frotando con el dedo en la piel facial de este agente, la hermana acepta las verdades políticas declaradas por Sauvy en 1952. Su muy celebrada misiva titulada Tres mundos, un planeta.
El arma del agente-yo, constreñida y turgente dentro de los pantalones de este agente.
La voz de heraldo del agente-yo vocifera muy fuerte que todas las naciones ricas son malvadas de forma innata. Y a la inversa, que todas las naciones que sufren pobreza son inocentes y fuente de mucha bondad oprimida. Cita adicionalmente el enormemente brillante Informe Brandt con fecha de 1980, que demuestra sin lugar a dudas cómo los codiciosos gigantes consumidores de petróleo -específicamente Canadá, Estados Unidos, Gran Bretaña y Australia- mataban de hambre a naciones ya hambrientas del Hemisferio Sur como Zambia, Unión Soviética y Arabia Saudí. El grito estridente del agente-yo crece de intensidad, hasta que la voz se rompe y se convierte en un chillido, mientras este agente dice:
– El combustible tan caro que es capaz de impulsar este vehículo público… -Dice-: El petróleo es en realidad la sangre de la pobreza que les es chupada a los niños aborígenes.
Un manifiesto presentado con gran arrojo.
La barbilla de este agente, muy elevada para mostrar coraje desafiante. Esperando que le den la razón.
La hermana-gata extiende la pintura por los labios detenidos del agente-yo. La frente de este agente está cubierta de pintura seca y endurecida. Frotamientos como caricias, masaje. Círculos suaves. El dedo engrasado traza pinceladas infinitas. El dedo resbaladizo de la hermana se desliza a lo ancho de la frente caliente de este agente.
Su seno suculento y fragante, tan cercano. La hermana-huésped toca con la yema del dedo y dice:
– ¿Sabes que tienes unos ojos muy bonitos…?
El cuello del agente-yo efectúa rotación para poder ver los propios globos oculares reflejados en el interior de la ventanilla nocturna. La ventanilla del vehículo público revela únicamente a este agente, un borrón negro, con los ojos muy hundidos en el interior de la pintura negra.