La hermana-gata dice:
– ¿No querías hablar de putas…? -Dice-: Esa de ahí tiene pinta de querer matarme.
En las manos de Magda ya hay un dedo doblado y listo para el Golpe Único sin Sangre de la Cobra, patapam, que podría infligirle la muerte instantánea a la hermana-gata. Más deprisa de lo que podrían ver la mayoría de ojos.
Para que conste en acta, la agente Magda tiene un único co-agente reproductivo designado por el Estado, que soy yo. Permanente para siempre. Un amplio test cromosómico estableció al co-agente óptimo, asignado desde nacimiento, fertilizador único de los óvulos de Magda. Óvulos de agente 36 prorrateados propiedad legal exclusiva de agente copulador yo. Encima de la vagina de esa agente, debo fornicar yo de por vida por cuestión de noble deber óptimo.
Para que conste en acta, durante el momento presente, la mirada del agente-yo se posa en la agente Magda. Los ojos marrones de la agente Magda se posan en la hermana-gata-huésped. Los ojos de la hermana se posan en la puta amarillo-claro llena de moretones, Trevor Stonefield. La mirada de la hermana se posa en este agente. Las miradas de las cuatro personas trazan un cuadrado aproximado dentro de la capilla de adoración.
Una voz masculina se mete dentro de la cabeza del agente-yo y dice:
– Mira por dónde…
El líder vocal del culto, el diablo Tony, se queda mirando a la hermana-gata y a este agente y dice:
– Yo diría que el amor ha encontrado a Andy Hardy. -Su cara compone una media sonrisa. Le guiña el ojo al agente-yo.
Al momento siguiente, la capilla se llena de estruendo. Los fuelles que alimentan el instrumento de teclado hacen temblar la atmósfera y llenan la ubicación de ruido de vientos. Las bocas de todos los miembros del culto se ponen a aullar, a ulular, a vociferar palabras sacadas del libro de papel que tienen abierto en las manos. Cacofonía de ladridos de bocas abiertas de pez, todas abiertas al unísono, con las cabezas echadas hacia atrás para apoyar las miradas en la falsa víctima masculina de torturas con su sangre pintada. Muchos perros ladrándole a la luna. El aire de la capilla está bañado en una niebla de alientos pestilentes. Ladridos. Mientras duran esos ladridos de perro pastor, todas las miradas están en la luna falsa, la sangre falsa, el falso pincho de metal que sobresale falsamente de los pies del falso individuo masculino.
El agente-yo levanta la vista y observa por debajo del taparrabos, donde solo hay yeso. No hay arma. Yeso sin pintar. Una capa de polvo viejo sobre la sangre falsa de los pies. También cae sangre pintada del tocado craneal hecho de palos pinchudos, y de los ojos de yeso mana agua pintada de azul.
Debajo de los pies del falso individuo masculino, una cuba llena de agua, lo bastante grande para bañarse. Allí se sitúa la agente Magda, ataviada con túnica hecha de tejido blanco. Con cinturón en la cintura. Los pies se le ven descalzos debajo de la túnica, y cerrada en torno al cuello lleva una cadenilla dorada de metal de la que hay suspendida una miniatura del falso hombre torturado que pende de los palos cruzados. Los fríos ojos de tiburón de la agente Magda se posan en este agente. Detrás de los talones de sus pies descalzos se abre la cuba de agua. Llena hasta arriba de agua transparente. Situada al frente, elevada. El líder del culto posiciona a la agente 36 al borde de la cuba, de espalda al agua profunda.
El líder del culto ahueca las dos manos en el aire y da golpecitos al aire hasta que cesan los ladridos. El estruendo del teclado se detiene.
– Queridos hermanos y hermanas -dice el diablo Tony-, nos hemos reunido en este hermoso domingo para dar la bienvenida a un flamante cordero nuevo al seno de Cristo.
Entre los fíeles, Magda mira a la hermana-gata, mira al matón amarillo-claro y mira al agente-yo.
Durante esto, el líder del culto dice:
– Igual que Juan Bautista lavó los pecados de Cristo, redimamos también nosotros el alma de esta criatura pagana. -Durante lo que dice, el diablo Tony se quita sus propios zapatos. Pasa el pie por encima del borde de la cuba y sumerge los pantalones propios en el agua. Se sumerge más adentro, hasta que el agua profunda le llega a la cinturilla de los pantalones propios. El dedo del líder se abre un botón de la blusa, se mete la banderola del cuello en la ranura de blusa resultante y vuelve a insertar el botón de cierre en agujero. La banderola de seda queda a salvo, ya no más pez en el agua.
Los músculos de la cara de la agente Magda sufren espasmo, la superficie lisa se convierte en montañas y cañones mientras las manos del líder del culto la agarran por la espalda y tiran hacia atrás para hacer caer a la agente 36 de espaldas al agua. Sería posible un cata-claca, sería posible que Magda saltara y recogiera las piernas, el Puñetazo de Escapatoria del Canguro que Salta, y pulverizara el esternón del líder religioso, a continuación saliera de un salto de la cuba de agua y se alejara. Sería posible pero no. La agente 36 permite que las manos la trasladen hacia atrás y hacia abajo hasta quedar sepultada en agua. Los ojos de la agente miran hacia arriba a través de la lente del agua transparente en movimiento y se quedan observando el movimiento de la boca del líder religioso.
Las aguas se tragan a la agente Magda. La agente 36, el futuro útero de los futuros agentes.
El líder del culto sigue con las manos extendidas para mantener sumergida a la agente y dice:
– Recemos…
Los pulmones de la agente Magda sufren carencia de aire.
La boca del líder del culto dice:
– Limpiemos a esta criatura, nacida en la fe falsa en un profeta falso. En las mentiras insensatas de un Mahoma muerto o de un Buda o un hindú. -Dice-: Con esta inmersión, hagamos que esta criatura muera y renazca en el nombre del único Dios verdadero y eterno. -Dice-: Que esta muerte no sea en vano, sino que esta criatura diminuta se levante en perfecta unión con Jesucristo…
Desde el agua donde está introducida, leyendo los labios del líder del culto, los oídos de la agente Magda solo descifran: «Muerto… muera… muerte…».
Se está haciendo sacrificio humano con la agente 36. Los dos pulmones de esa agente se desesperan por adquirir oxígeno.
Las otras víboras cristianas sirvientes permanecen sentadas en sus bancos, amontonando muchos bonos monetarios en platos. Festín apestoso de muchos tipos de dinero. Platos atiborrados de moneda de curso legal. Las víboras sentadas alimentan los platos con dólares de dinero de papel sacados de sus billeteros. La madre-pollo huésped hunde la garra huesuda en las entrañas del bolso que lleva al hombro hasta extraer manojo arrugado de dinero y dárselo de comer al plato hambriento. Luego abandona el plato en manos del padre-huésped. El padre-vaca abandona el plato hambriento en manos de la hermana-gata.
Igual de rápido, el agente Tibor sustrae fortuna de papel del plato. El agente Chernok extravía en secreto un gran lucro.
La mano del líder del culto continúa presionando el esternón de Magda por debajo del agua que la envuelve. La mano opuesta del líder está abierta por encima de la cabeza propia, con el brazo extendido del todo y abierta en dirección al techo. Con el brazo apuntando al techo y los dos ojos cerrados. Y entonces los labios del diablo Tony articulan las palabras:
– Que esta diminuta criatura de Dios perezca y renazca en la perfección.
El torso del líder del culto está inclinado por encima de la superficie del agua de la cuba. Las piernas del líder arraigadas en las inmediaciones acuáticas de la agente Magda. La boca del líder se mueve y dice:
– Solo pedimos que esta humilde criatura abra su corazón a la bondad de Tu sangre…
Al momento siguiente, la banderola de seda a rayas del líder del culto se sale de la ranura que hay al frente de la blusa del líder. Del sitio donde estaba guardada entre los botones, la banderola se escapa y se queda colgando, desciende para asentarse en el líquido acuático y por fin sumerge una espiral serpenteante en el agua transparente para hacer cosquillas en la cara carente de aire de la agente Magda. Las dos manos de esa agente emergen con un estallido del agua plácida y cierran puño con fuerza en torno a la banderola a rayas. Ambos brazos estiran hasta que, patachof, derriban al diablo Tony y lo sepultan del todo bajo el agua. Carencia hambrienta de oxígeno.