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– ¿En qué sentido?

El dudó

– La corrupción está en todas partes en Langley, Ben. Usted conoce los rumores, estoy seguro…

– Algunos sí.

– Bueno, es mucho peor de lo que usted imagina. Mucho peor Estamos a punto de llegar a la delincuencia, a la acción directa incluso.

Recordé la advertencia de Ed Moore "Hay confusión en la Agencia… Una terrible lucha por el poder Enormes sumas de dinero que cambiaron de manos… " En ese momento me había parecido exagerado, una profecía de horror irracional en boca de un viejo que había pasado demasiado tiempo en el negocio.

– Necesito algo más específico -dije.

– No se preocupe, voy a dárselo -dijo Truslow- Muchos más detalles de los que se puede imaginar, le aseguro Hay una organización, un grupo, un consejo de ancianos. Pero no debemos hablar de eso aquí.

La cara de Truslow había enrojecido Sacudió la cabeza.

– ¿Y qué tenía que ver Hal Sinclair con esos cargamentos? -pregunté.

– Bueno, ése es el misterio Nadie sabe por qué se encontró con Orlov, por qué fue tan secreta la operación. O lo que negociaron. Y después hubo rumores…, rumores de que Hal malversó mucho dinero.

– ¿Malversó? ¿Hal? ¿Usted cree esos rumores?

– No digo que los crea, Ben. Lo que puedo decirle con seguridad es que no quiero creerlos. Conocí a Hal y estoy seguro de que cualquiera fuera la razón por la que se encontró en secreto con Orlov en Suiza, no fue con intención delictiva. Pero no importa en lo que estuviera metido, hay buenas razones para creer que murió por eso.

¿Había visto la fotografía que me había dado Moore?, me pregunté Pero antes de que pudiera preguntarle, me dijo

– Este es el punto en unos días, el Senado de los Estados Unidos va a empezar una sene de audiencias para tratar de investigar la corrupción dentro de la CIA.

– ¿Públicas?

– Sí Algunas sesiones van a estar cerradas a la prensa, pero el Subcomité Seleccionado del Senado sobre Inteligencia ya escuchó bastantes rumores y tiene que hacer algo

– ¿Y Hal está implicado, eso es lo que me está diciendo?

– No públicamente Todavía no. Ni siquiera creo que el Senado haya oído eso Lo único que saben es que hay gran cantidad de dinero en juego, dinero que se perdió. Y por lo tanto, la división de asuntos internos de Langley me encargó que investigara Que averiguara en qué andaba Hal Sinclair en los últimos días de su vida. Que descubriera por qué lo mataron. Que encontrara el dinero que falta, el lugar adonde fue, quién estaba involucrado. La investigación debe hacerse desde afuera adentro, la corrupción es demasiado grande. Es decir: Truslow y Asociados.

– ¿De cuánto dinero estamos hablando?

Él se encogió de hombros.

– Una fortuna Por ahora dejémoslo ahí.

– Y usted me necesita para…

– Necesito que me averigüe lo que estaba haciendo Hal, la razón por la que se encontró con Orlov -Levantó la vista y me miró Sus ojos castaños, enrojecidos y húmedos -Ben, tiene usted todo el derecho a decir que no Yo entendería. Especialmente pensando en lo que le sucedió. Por lo que me dicen, usted era de los mejores en el campo.

Yo me encogí de hombros, halagado y contento, pero no demasiado seguro de lo que debía decir. Obviamente él tenía que haber oído hablar de mi "temeridad".

– Usted y yo tenemos mucho en común -siguió diciendo él- Me di cuenta de eso desde el principio. Usted es un hombre directo, un hombre de acción. Le dio todo a la Agencia pero siempre sintió que podía haberle dado más. Le diré algo en los años que estuve en la Agencia, vi cómo malgastaban y pervertían el proposito fundamental de la Agencia con ideologías y fanatismos de izquierda y de derecha. Angleton me dijo algo una vez "Alex, eres uno de los mejores que tenemos, y lo paradójico es que lo que te hace tan bueno en tu trabajo es el hecho de que en cierto nivel lo desapruebas" -Truslow rió apesadumbrado -En ese entonces, yo lo negué hasta ponerme ronco. Pero al final, me di cuenta de que el tenia razón. Y mi instinto me dice que usted es parecido, Ben. Hacemos lo que creemos que se debe hacer, pero hay una parte de nosotros que esta lejos, que esta en desacuerdo. -Tomó un largo trago de agua de su vaso y sonrió, aparentemente avergonzado de haber dicho tanto. Deslizó la lista de vinos sobre el mantel, como invitándome a hacer una selección -¿Podría echarle una mirada a esto, Ben? Elija algo bueno.

Abrí el cuadernillo forrado en cuero y lo revisé con rapidez

– Me gusta bastante el Grand-Puy-Ducasse Pauillac -dije.

Trusiow sonrió y tomó la lista de nuevo.

– ¿Qué había en la parte superior de la lista en la página tres''

Pensé por un segundo, traje la lista a mi memoria y dije

– Un Stag's Leap Merlot, 82.

Trusiow asintió.

– Pero no me gusta mucho que me pidan demostraciones como a un animal de circo -le dije.

– Lo se. Le pido disculpas. Es un don muy raro el suyo. Cómo se lo envidio.

– Me permitió pasar todos los cursos de Harvard en los que la memoria era crucial. Literatura, Historia, Historia del Arte.

– Bueno. Ben, su… su memoria eidética es una gran ventaja para un trabajo como este, un trabajo que puede exigir secuencias de códigos y cosas asi. Si es que todavía piensa aceptar, claro está. Ah, y quería aclararle que estoy totalmente de acuerdo con los términos que usted arreglo con Bill

Los términos que yo había conseguido casi por extorsión, quería decir, pero era demasiado amable para decirlo.

– Ah, Alex, cuando Bill y yo discutimos esos términos, no tenia idea de la tarea para la que usted me necesitaba.

– Cierto, cierto.

– No, déjeme terminar Si lo comprendo totalmente… si entiendo que se trata de limpiar el nombre de Hal Sinclair…entonces no tengo intención de ser mercenario, se lo aseguro.

Truslow trunció el ceño, la expresión firme.

– ¿ Mercenario ? Por Dios, Ben, conozco su situación financiera Eso me da la oportunidad de ayudarlo en algo por lo menos. Si quiere, puedo ponerlo ademas en la lista de pago demis empleados ¿Le parece?

– Gracias, pero no.

– Bueno, entonces, me alegro de que esté a bordo con nosotros -Nos dimos la mano como para consumar el trato -Escuche, Ben, mi esposa Margaret y yo vamos a nuestra casa de New Hampshire esta noche La abrimos para la primavera Nos encantaría que usted y Molly vinieran a cenar nada importante, un asado o algo así Les presentaríamos a los nietos.

– Me parece bien -dije

– ¿Mañana le parece bien?

Mañana era un desastre, pero podría hacerme algo de tiempo.

– Sí, claro -dije- Mañana.

El resto de la tarde no pude concentrarme en nada ¿Era posible que el padre de Molly estuviera involucrado en algún tipo de conspiración con el antiguo jefe de la kgb? ¿Era posible que hubiera malversado fondos, "una fortuna", como decía Truslow? Para mi, no tenía sentido.

Sin embargo, como explicación de su muerte lo tenía en parte, ¿o no?

Se me había formado un nudo de tensión en el estómago y evidentemente no iba a aflojarse con el tiempo.

Sonó el teléfono Darlene me anunció que Molly estaba en la línea.

– ¿A qué hora nos vemos con Ike y Linda? -Llamaba desde algún corredor ruidoso del hospital.

– A las ocho, pero puedo cancelarlo si quieres Bajo las circunstancias.

– No… Quiero ir.

– Ellos tienen que entender, Molly.