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Vlad negó con la cabeza.

– No puede encontrar una forma de salir de este mundo.

– No estés tan seguro. Maxim trabaja aliado con Xavier.

Vlad giró la cabeza lentamente, la sonrisa desapareció de su cara.

– ¿Xavier aun vive?.

– Así lo creemos. Y su nieto, Razvan, trabaja con él para destruir a nuestra gente. Estamos casi seguros que los hermanos de Maxim están involucrados en un complot para destruir a Mikhail, un complot que yo ayudé a tramar. -Manolito se negó a apartar la mirada de Vlad mientras confesaba. Este el hombre al que respetaba por encima de todos los demás, a excepción de sus hermanos. Era el hombre que una vez había considerado su padre. Y era el hombre cuya caída había ayudado a planear. No mentiría ni rehuiría su culpa y la vergüenza de su acción.

Vlad permaneció en silencio por un largo rato. No hubo parpadeo de desilusión ni de repugnancia en su cara; simplemente miró a Manolito y le mantuvo la mirada.

– ¿Crees que me sorprende que tú y tus hermanos jugarais con la idea de derrocar el reinado de los Dubrinsky? Siempre fuisteis inteligentes y visteis mi crimen. Sabíais lo que había hecho. En un intento por salvar a mi hijo, traicioné a nuestra gente. Teníais derecho a cuestionar mi juicio. No era justo.

– No teníamos derecho a tramar tu caída o la destrucción de todas las especies de las que éramos aliados.

– Para derrotarme, habríais tenido que derrotarles a ellos. -Vlad asintió-. Tiene sentido, desde luego. -Agitó la mano hacia un pequeño bosquecillo de árboles-. Por favor ven un momento. Algunos de nosotros protegemos esta área para impedir a los recién llegados vagar por la tierra de los caídos.

Manolito igualó sus pasos, aunque, por mucho que quisiera hablar con Vlad e incluso pedirle consejo sobre la evasiva especie del hombrelobo, estaba impaciente por enfrentarse a Maxim y volver con MaryAnn. Una sensación de urgencia crecía en su interior.

Había esperado que Vlad le condenara. Quizás habría sido más fácil hacer frente a lo que había hecho si su príncipe hubiera estado enfadado.

– Lo siento-dijo quedamente. Sinceramente-.No tenía idea de que el plan sería puesto en acción. No tenía idea de que los Malinovs te odiaran tanto. Al final hablamos durante horas, y Zacarias y Ruslan convinieron en que todos te seguiríamos siendo fieles y te serviríamos con honor. Hicimos un juramento de sangre.

– Tus hermanos y tú habéis servido a nuestra gente fielmente -dijo Vlad-. Incluso aquí nos llegan noticias cuando llegan guerreros o vampiros. -Empujó a través de una pared de helechos-. Ah, aquí está Sarantha. Querida, he traído a un invitado.

Sarantha se volvió, con la cara iluminada por una sonrisa, y sus ojos iluminando los colores apagados a su alrededor.

– Manolito. Es maravilloso verte, aunque he oído rumores de que caminas en ambos mundos. ¿Cómo están mis hijos y sus compañeras? ¿Cómo esta mi nieta? Tengo entendido que es bastante encantadora. Debes contármelo todo, todas las noticias. -Lo abrazó, su cuerpo ligero e insustancial contra el suyo-. Debes tener una compañera o tu espíritu no sería tan luminoso. -Háblame de ella.

Vlad rió.

– Dale oportunidad de hablar, mi amor. Tiene mucha prisa.

– Perdóname. Es que estoy tan excitada al verle. -Palmeó un lugar junto a la hoguera -. ¿Puedes dedicarme un momento de tu tiempo?.

– Por supuesto. -Se inclinó para besarle la mejilla-. Mikhail es un magnífico líder. Estarías orgullosa de él. Su compañera es perfecta para él y le ayuda a conducir a nuestra gente hacia una sociedad más cohesiva. Jacques y Shea han tenido un hijo, un muchacho. No estuve en la ceremonia del nombre, por lo que no sé como le han llamado. Oí que Savannah, tu nieta, espera gemelos.

Sarantha se lanzó a los brazos de Vlad.

– Desearía que pudieramos verles.

– Algún día -dijo Vlad, abrazándola-. Nos reuniremos con nuestros seres queridos. Nos moveremos de esta vida a la siguiente muy pronto.

Ella asintió y levantó la cara para rozar con un pequeño beso su barbilla.

– ¿Y tu compañera, Manolito? Háblanos de ella.

– Es valiente. Y hermosa. Y me hace desear ser mejor en cada alzamiento. -Manolito frunció el entrecejo, deseando información sin dar demasiada-. Vlad, cuéntame que sabes de los guardianes. Los hombreslobo.

Vlad se sentó con las piernas cruzadas en la tierra.

– Poco se sabe de su sociedad, aunque las leyendas abundan. Creo que ellos iniciaron la mayor parte de los mitos para mantener a la gente asustada y lejos de ellos, pero les salió el tiro por la culata y fueron cazados por los humanos. Viven en forma humana la mayor parte del tiempo. Existen en todos los continentes, o lo hicieron en épocas antiguas. Pocos pueden diferenciarlos de los humanos.

– ¿Como pueden permanecer ocultos incluso de nosotros?.

– No tienen el patrón cerebral diferente al de los humanos; simplemente usan una mayor parte del cerebro, como nosotros. La mayor parte del tiempo, el lobo permanece silencioso dentro de ellos, así que parecen totalmente humanos.

– ¿Que le pasaría a un lobo si se convierte en cárpato?.

– ¿Cruzar las especies? -Vlad echó un vistazo en Sarantha-. No lo sé. Nunca he oído hablar de tal cosa.

– ¿Puede hacerse? -pregunto Sarantha.

– No tengo ni idea -dijo Manolito -. Pero los seres humanos se han convertido con éxito a la sociedad cárpata. Puesto que los hombres lobo son psíquicos, es teóricamente posible.

Vlad suspiró.

– Me alegro de que no sea una decisión que tenga que tomar yo. Un lobo y un cárpato. La combinación podría ser letal.

– O excitante -interpuso Sarantha-. Dos especies de igual poder.

– ¿Qué le pasaría a la persona?¿A su cuerpo y su mente?¿En qué se convertiría?.

Vlad abrió la boca y la cerró bruscamente.

– Veo tu dilema. -Y lo hacía. Mucho más de lo que Manolito podía haber deseado que viera-. No puedo ayudarte. Hasta donde yo sé, nunca se ha hecho. Ambas líneas de sangre son iguales en poder. No sé cuál surgiría victoriosa, si una u otra.

– ¿Y que sabes de Xavier?.

Vlad suspiró y buscó la mano de Sarantha.

– La verdad, ha pasado mucho tiempo desde que tuve que tomar decisiones para mi gente. Agradezco simplemente existir sin que mis opciones tengan impacto en nadie más que mi compañera. Incluso hablar de Xavier es difícil. Era un buen amigo. Un amigo en el que creí. Al que amé como a un hermano. Nos traicionó como ningún otro podía haberlo hecho.

– ¿Por qué?.

– Avaricia. Celos. Quería ser inmortal. Intenté decirle que no había verdadera inmortalidad… a fin de cuentas, también nosotros podemos morir… pero él se creía superior y que debía tener la clase de longevidad que tenemos nosotros. Desgraciadamente, todas nuestras salvaguardas fueron fundamentadas en hechizos de mago, hechizos que él proporcionó. Con el paso de los años añadimos más, pero el tejido de energía es el mismo, y eso nos hizo… y todavía nos hace… vulnerables a él

– Cuando erais tan buenos amigos…

– Quería que le entregara a una mujer cárpato. Intenté hablarle de las compañeras, pero se negó a atenerse a razones. Tuvimos muchas discusiones, y se convenció de yo estaba impidiéndole ser inmortal deliberadamente porque temía su poder. Finalmente empezamos a separar nuestras dos sociedades, aunque él mantuvo las escuelas para que nuestros jóvenes aprendieran. Rhiannon era una de sus mejores estudiantes y decidió quedársela. Mató a su compañero y la tomó. Debió haberlo planeado durante mucho tiempo, porque ella era una Buscadora de Dragones y pocos podrían haberla retenido contra su voluntad, consiguió dejarla embarazada. Sí. Hemos oído que tuvo hijos de ella. -Sus dedos se apretaron alrededor de los de Sarantha -. No hubo nada que yo pudiera hacer para detenerlo, y ahora está intentando destruir a nuestra gente.

– Era malvado entonces y también ahora -dijo Manolito-. Se ha aliado con los Malinov y ha estado poniendo en acción el plan que ideamos. Ahora que sabemos lo que está haciendo, Zacarias enviará un mensaje a Mikhail y enviaremos emisarios a cada uno de nuestros aliados e intentaremos detenerle antes de que vaya más lejos. Pero primero, tengo que detener a Maxim.