—No para nosotros. Los consideramos objetos separados. Pero para ellos podrían estar conectados. Es como una tierra plana. Para un ser que vive en dos dimensiones, en un suelo plano, cada pata de una silla toca el suelo por separado, y es por tanto un objeto independiente. Así nos parecen los núcleos. Pero en un mundo de más dimensiones (su mundo) todos están conectados, todos son parte de una cadena.
—Pero entonces no se podría suministrar energía y momento angular a cada núcleo por separado.
—¿Por qué no? Puedes pintar una sola pata de una silla. —Aybee se volvió hacia Bey—. Eh, me alegro de que hayas vuelto a la circulación. Llevo semanas esperando tener una conversación como ésta, pero a nadie parecía importarle. Cinnabar, Leo y los demás están demasiado ocupados hablando de política y deteniendo guerras, y hace falta echar un buen vistazo a todo este material. ¿Sabes cómo funciona el impulsor que los rinis le dieron a Ransome?
—No. Pero puedo esperar hasta mañana para saberlo. —Bey se levantó—. Estoy demasiado cansado. No te molestes en levantarte, puedo salir de aquí por mi propio pie.
Estaba siendo sarcástico. Aybee no había demostrado tener intención de moverse. De hecho, en cuanto Bey dijo que se marchaba, asintió y se volvió hacia el ordenador.
Los sentimientos de Bey eran más complicados. Todo lo que Aybee decía era fascinante, pero Bey se estaba cansando. Aún más, estaba inquieto, tanto que dormir era impensable. Sin ningún plan consciente, se dispuso a seguir un camino familiar, flotando a lo largo de los pasillos que llevaban desde el centro de comunicaciones hasta las habitaciones privadas de Ransome.
Cuando abrió la puerta, pensó que la cámara exterior estaba desocupada. Luego vio a Sylvia Fernald junto al gran globo de agua, contemplando los peces. A su lado se hallaba Cinnabar Baker, aún más delgada que la última vez que Bey la había visto.
Estaban de espaldas, pero de algún modo Baker notó su presencia y se dio la vuelta. Cuando lo reconoció, emitió un sonido a caballo entre la risa y el bufido.
—por fin. Llevo un mes esperando para ser desagradable con usted.
—Usted y también Leo. —Bey no estaba recibiendo las alabanzas que esperaba. Cabía esperar que cuando estabas a punto de morir por asegurarte de que un mensaje importante se transmitier£U—. Supongo que no era usted la responsable de la filtración de las Cosechadoras.
—por supuesto que no. Pero me ha costado lo mío demostrarlo. Según usted los únicos que podíamos estar filtrando información a Ransome éramos Leo y yo… y luego descartó usted a Leo.
—Eso parecía. Tenía que ser alguien cercano a usted, alguien que se moviera con usted de una Cosechadora a otra. Y Leo y Aybee estaban con nosotros en la Granja Espacial.
—Cierto.
—Así que eso significa…
Pero Cinnabar Baker se había dado la vuelta y se dirigía hacia la puerta.
—Dedúzcalo —dijo por encima de su hombro—. O si no puede, Sylvia se lo dirá.
Bey se la quedó mirando.
—Sí que está enfadada. No quisiera tener que discutir con ella en ese estado.
—Lleva semanas furiosa. Nunca la he visto tan enfadada. Pero no contigo. Con Ransome. Hizo algo imperdonable.
—¿Peor que intentar apoderarse del Sistema?
—Mucho peor, si eres Cinnabar Baker. —Sylvia se sentó en un largo banco junto al globo de agua y palmeó el asiento—. Siéntate, antes de que te caigas. Pareces agotado.
—¿Qué hizo Ransome?
—A Baker no le habría importado tanto si se lo hubiera hecho a ella personalmente. Pero su gente se apoderó de Turpin. Pusieron una conexión audiovisual en su cabeza. Todo lo que el cuervo veía y oía era transmitido directamente a Ransome; y Baker nunca iba a ninguna parte sin Turpin… el cuervo incluso dormía en su cuarto. Baker se dio cuenta de lo que ocurría cuando vio el ángulo de algunas de las tomas. Lo peor de todo es que la conexión fue dolorosa, y el contacto hizo que el pobre Turpin se quedara casi sordo y ciego. Cuando Baker lo averiguó, quiso retorcerle el cuello a Ransome con sus propias manos.
—¿Dónde está él?
—No lo sabemos todavía. Pero lo localizaremos.
—No estoy muy seguro de eso. —Bey se sentó por fin junto a Sylvia. Se había acostumbrado a ser alto, y era desconcertante que su cabeza sólo le llegara a ella al hombro. Se notaba las manos entumecidas, y se las frotó—. Ransome fue lo bastante listo para preparar una vía de escape. Sigue siendo tan carismático como siempre, y siempre podrá atraer a la gente.
—Lo sé. Paul cree que Ransome hace brillar el Sol. Pero la próxima vez que intente algo estaremos preparados. Ransome está acabado, aunque todavía no lo sepa. Casi sentí lástima por él. Mary me dijo…
—¿Dónde está? Quería daros las gracias a las dos por salvarme.
Sylvia le miró y colocó amablemente la mano sobre su hombro.
—¿No te dejó un mensaje, Bey? Dijo que lo haría.
—No lo he comprobado.
—Lo siento. Mary dejó el Agujero de Ransome. Ayer, y en secreto. Yo sabía que iba a hacerlo, y supongo que tendría que haber intentado detenerla. Pero no lo hice. Va a buscar a Ransome, dondequiera que esté.
La sensación de entumecimiento se extendía desde sus manos por todo su cuerpo. Mary se había ido. Le había abandonado otra vez. Aceptó el hecho instantáneamente. Era algo que había intuido cuando entró en la cámara y no la encontró.
—Es terrible. —Inspiró profundamente—. Creía que me amaba de verdad.
—Te ama, siempre te amará. Me lo dijo, y no tenía motivos para mentir.
—Pero prefiere a Ransome.
—No lo dijo. Pero sí dijo que Ransome la necesita más que tú.
—¿Cómo puede pensar eso?
—La última vez que hablé con Mary, me dijo que te preguntara algo.
—Parece que te ha dicho muchas cosas.
—Así es. Pero la pregunta es suya. «Antes de que Bey te diga que tiene roto el corazón —dijo—, pregúntale esto: de todas las cosas que le han sucedido desde que salió de la Tierra, ¿cuál ha sido la más excitante y satisfactoria? Y pídele quepiense antes de contestar.»
—Lo más excitante…
—No estás haciendo lo que pidió Mary. Piensa primero.
—Estoy pensando.
Y lo hacía. «Lo más excitante.» ¿Fue asomarse a la nave y ver por primera vez una Cosechadora… o el extraño y perverso placer de la primera comida con Sylvia… la satisfacción de enterarse de que el Bailarín no era un sueño de su propia mente inestable… el rescate en la Granja Espacial… la época mareante con Andrómeda Diconis, probando los centros de placer de un habitat hedonista… la emoción de oír la voz de Mary cuando no lo esperaba? ¿Hacerle el amor? ¿O…? Un recuerdo lo inundó, total y saciante. Brillantes trazadoras amarillas corrieron de nuevo en su mente.
—Fue cuando… —Hizo una pausa; luego las palabras le fueron saliendo, con dificultad, una a una—. Fue cuando estaba buscando el motivo de los cambios de forma equivocados. Y cuando comprendí que la fuente de los problemas tenía que estar dentro de los escudos de blindaje de los núcleos. Pero nunca podría describir esa sensación a nadie. Y no hay manera de que Mary lo supiera.
—Por supuesto que no. Ella no piensa de esa forma. No sabía nada de los cambios de forma, ni de los rinis. Pero intuía qué clase de respuesta darías, si eras sincero. Porque ella te comprende, muy bien. ¿No lo ves, Bey? —Sylvia lo abrazó—. Mary necesita ser necesitada. Cuando tú la necesitaste, te salvó… incluso cuando estabas aún en la Tierra y no sabías que la necesitabas. Ransome quería causar el caos y crear problemas entre los Sistemas Interior y Exterior. Sabía que el equipo de cambio de formas sería más sensible que ninguna otra cosa a los efectos rini de flujo de información, así que los problemas aparecerían ahí primero. Todo aquel que pudiera comprender lo que sucedía tenía que morir, volverse loco o convertirse a la causa, y parecía más fácil volverte loco que matarte o convertirte. Pero Mary descubrió lo que estaba haciendo. Confundió sus señales, de modo que las imágenes que recibiste fueron distorsionadas y menos efectivas.