Jesús lo miró y sonrió:
– No te preocupes -le dijo al pobre diablo. -Vendrán para acá todos aquellos que por creerse llenos de virtudes viven condenando a quienes no siguen mi palabra. ¡Espera unos cientos de años y verás que el infierno estará más lleno que antes!
EL DESEO DEBE SER FUERTE
El yogui Ramakrishna ilustra, con una parábola, la intensidad del deseo que necesitamos tener:
El maestro llevó al discípulo cerca de un lago.
– Hoy te voy a enseñar lo que significa la verdadera devoción -dijo.
Le pidió al discípulo que se metiera con él en el lago, y tomando la cabeza del joven, la hundió debajo del agua.
Pasó el primer minuto. A mitad del segundo minuto, el joven ya se debatía con todas sus fuerzas para librarse de la mano del maestro y poder salir a la superficie.
Al final del segundo minuto el maestro lo soltó. El joven, con el corazón descontrolado, se levantó, jadeando.
– ¡Usted quiere matarme! -gritaba.
El maestro esperó a que se calmara, y le dijo:
– No deseaba matarte -porque si lo hubiera deseado, ya no estarías aquí. Quería nada más saber lo que sentiste mientras estuviste debajo del agua.
– ¡Sentí que me moría! ¡Todo lo que deseaba en la vida era respirar un poco de aire!