– ¿Dónde conseguiste esta jarra, y cuál es el truco que la mantiene llena?
– Quien me la dio fue Krishna, el Dios de la selva.
El maestro, los alumnos, el ayudante, todos se rieron.
– No hay dioses en la selva, ¡eso es una superstición! -dijo el maestro. -¡Si él existe, salgamos a verlo!
El grupo completo salió. El niño comenzó a llamar a Krishna, pero éste no aparecía. Desesperado, hizo un último intento:
– Hermano Krishna, mi maestro desea verlo. ¡Por favor, aparezca!
En ese momento, de la selva salió una voz, cuyo eco se oyó por todas partes:
¿Cómo es que desea verme, hijo mío? ¡Si ni siquiera cree que existo!
CÓMO NIVELAR EL MUNDO
Confucio se encontraba viajando con sus discípulos cuando se enteró que en una aldea vivía un niño muy inteligente. Confucio fue hasta allí para hablar con él, y bromeando, le preguntó:
– ¿Qué tal si me ayudaras a terminar con las desigualdades? -¿Por qué acabar con las desigualdades? -dijo el niño. -Si achatáramos las montaÑas, los pájaros no tendrían más abrigo. Si acabáramos con la profundidad de los ríos y de los mares, todos los peces morirían. Si el jefe de la aldea tuviera la misma autoridad que el loco, no habría entendimiento posible. El mundo es muy vasto, déjalo con sus diferencias.