Los discípulos salieron de allí impresionados con la sabiduría del niño. Cuando ya se encaminaban hacia otra ciudad, uno de ellos comentó que todos los pequeños deberían ser como él.
– Conocí muchos niños que, en lugar de jugar y hacer las cosas de su edad, trataban de entender el mundo -dijo Confucio. -Y ninguno de estos niños precoces llegó a hacer algo importante más tarde, porque nunca pudieron experimentar la inocencia y la saludable irresponsabilidad de la infancia.
EL SIGNIFICADO DE LAS VÍSPERAS
En San Francisco, en los Estados Unidos, camino por un parque con mi editor americano, John Loudon, y su mujer, Sharon. Podemos ver la ciudad a lo lejos, iluminada por el sol poniente. Sharon estaba escribiendo un libro sobre un monasterio benedictino, y cuentaba que las oraciones de la tarde, llamadas "vísperas", son cantos de esperanza ante la certeza de que la noche pasará.
– Las vísperas nos indican la necesidad que tenemos de acercarnos a los demás, cuando llega la noche -dice ella. -Pero nuestra sociedad olvidó la importancia de esta aproximación, y finge apreciar mucho la capacidad que cada uno tiene para enfrentar sus propias dificultades. Ya no rezamos juntos; escondemos nuestra soledad como si fuera vergonzoso admitirla.
Sharon hace una pausa y concluye: