Sin embargo, el pequeño no cambió su historia, aún cuando lo amenazaron con una paliza.
Desconfiados, los familiares fueron hasta el templo, y encontraron a la Divinidad sentada, sonriendo.
– Un pescador lanzó al río sus redes y obtuvo una buena pesca -dijo la Divinidad. -Algunos peces estaban inmóviles, sin hacer ningún esfuerzo por escapar. Otros luchaban desesperadamente, y saltaban, aunque no pudieran escapar. Sólo unos pocos resultaron afortunados en su lucha y lograron escapar.
"Así como los peces, tres tipos de hombres vienen aquí a traerme ofrendas: unos no quisieron conversar conmigo, pensando que no les iba a responder. Otros trataron pero enseguida desistieron -por miedo a decepcionarse. Sin embargo, este niño fue hasta el fin, y Yo, que juego con la paciencia y la perseverancia de los hombres, terminé manifestándome.
GANDHI FRENTE A LA IGLESIA
En su autobiografía, Mohandas Gandhi cuenta que, durante su período de estudiante en Sudáfrica, se interesó por los Evangelios, y llegó a considerar seriamente la posibilidad de convertirse al catolicismo.
Para obtener mayores conocimientos, decidió ir hasta la iglesia del barrio donde vivía. Cuando llegó, un hombre le preguntó:
– ¿Qué desea?