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– Tienes el nombre?

– No lo tenía, pero llamé a mi prima para preguntar. Y eso es algo que me debes, Dallas, ya que mi prima Mandy es una diva absolutamente irritante quien procedió a interrogarme sobre mi vida amorosa, mi vida social, y darme una conferencia sobre desperdiciar mi talento en los deshechos de la humanidad en la clínica. Etcétera.

– El nombre, Louise. Puedes quejarte después.

– Eli Young. Era un jefe residente, medicina interna, en el Kennedy Memorial antes de ir a la práctica privada. -Louise hizo una pausa, levantando sus elegantes cejas. -Y puedo ver por tu expresión que ya tienes los datos de él. Porque malgasto mi tiempo?

– No lo hiciste. Me evitaste un considerable esfuerzo. Te agradezco. -Eve miró hacia Roarke, pensando en lo que daba vueltas en su cabeza. -Ah, escucha, llamé a Charles por un favor hoy, y siento una especie de culpa sobre eso.

– El encuentro conyugal en Dockport?

– Oh, bueno, entonces… supongo que te lo mencionó.

– sí, me lo dijo. -Louise le dio una rápida sonrisa. -Dallas, déjalo. Por otra parte, Peabody se veía maravillosa. El amor está en el aire.

– Algo está en el aire. -gruñó Eve cuando finalizaron la transmisión. Que te hace sonreír? -le demandó a Roarke.

– Que, a pesar de todo, hay algunas áreas del sexo que te avergüenzan.

– No estoy avergonzada, estoy desconcertada. Pero no es nada que me importe.

– La cuestión del amor es que no tiene una razón. Sólo es.

Ella lo miró. -Y supongo que yo tengo uno de esos. -Abandonó el escritorio. -Voy a hacer una visita a este Eli Young, a ver que puedo sacarle.

– Voy contigo. No empieces con la rutina del civil, Teniente. Déjame decir que me divierte hacer un paseo con mi esposa. Es una bonita noche. Juntos. -El le pasó un brazo por los hombros cuando salían de la habitación. -Si la memoria sirve, la dirección del doctor malo es de uno de mis edificios. No tienes ningún inconveniente en ir a verlo junto conmigo, verdad?

Ir con él tenía ciertas ventajas. Cuando el panel de seguridad electrónica informó a Eve que el doctor Young no estaba, ella levantó una mano para mantener a Roarke detrás. Y presiónó su placa contra la pantalla.

– No está o no acepta visitantes?

NO ESTOY AUTORIZADO PARA PROVEERLE ESA INFORMACION ESPECIFICA. DADA LA NECESIDAD DE PROTEGER LA PRIVACIDAD DE NUESTROS RESIDENTES, SOLO PUEDO REPETIR QUE EL DR. YOUNG NO ESTA DISPONIBLE EN ESTE MOMENTO. USTED PUEDE ELEGIR EN EL SIGUIENTE MENU PARA DEJAR UN MENSAJE PARA EL DR. YOUNG U OTRO RESIDENTE. MIS DISCULPAS, DALLAS, TENIENTE EVE, POR NO HABER PODIDO ASISTIRLA EN SU REQUERIMIENTO.

– Debes admitir, -comentó Roarke. -es una seguridad muy buena, tan buena como educada.

– Con una orden rellenaría esta mierda electrónica en una forma no muy educada.

HOLGAZANEAR EN EL LOCAL POR PARTE DE NO RESIDENTES O INVITADOS APROBADOS Y AUTORIZADOS NO ESTA PERMITIDO. SI NO DESEA REQUERIR POR OTRO RESIDENTE O DEJAR UN MENSAJE, DEBERE PEDIRLE QUE DESALOJE ESTE LOBBY. EN CUARENTA Y CINCO SEGUNDOS, LA SEGURIDAD DEL EDIFICIO SERÁ INFORMADA DE SU FALTA DE COOPERACION. MIS DISCULPAS POR ESTE INCONVENIENTE.

– No es un buen momento? -preguntó Roarke. -Teniente, sabes como me excita cuando me gruñes.

– Sólo haz que pasemos esta cosa, y deja de mirarme tan engreído. -Roarke simplemente puso su mano en la lectora de palmas, e introdujo un código.

– BUENAS NOCHES, ROARKE. BIENVENIDO. COMO PUEDO ASISTIRLO ESTA NOCHE?

– Vamos a ir al piso veintidós. Libera los elevadores.

– SI, SEÑOR. ELEVADORES LIBERADOS. POR FAVOR DISFRUTE SU VISITA Y EL RESTO DE SU NOCHE. POR FAVOR DEJEME SABER SI PUEDO ASISTIRLO DE OTRA MANERA.

– No estás cansado de que todo y todos te estén lamiendo las botas? -demandó Eve.

– Porque, no. Porque lo haría? -El señaló hacia el elevador cuando las puertas espejadas se abrieron sin sonido. -Piso veintidós. -ordenó. -Young bien podría haber salido, sabes?

– Quiero verlo por mí misma. Hay una razonable chance de que él sea el proveedor de Julianna o sepa quien es. No lo voy a dejar hasta que hable con él.

Ella salió en el piso veintidós, recorriendo el hall hacia la segunda puerta a la derecha. Tocó el timbre, menteniendo su placa en alto para que pudiera ser vista a través de la pantalla de seguridad del apartamento.

EL DOCTOR YOUNG NO ESTA EN LA RESIDENCIA Y NO HA AUTORIZADO LA ENTRADA A INVITADOS A SU HOGAR EN SU AUSENCIA. QUIERE QUE TOME UN MENSAJE?

La segunda respuesta computarizada hizo que Eve se agitara. Sin comentarios, se volvió y tocó en la puerta del apartamento cruzando el hall.

Fue abierta por una mujer vistiendo una larga bata roja, sosteniendo una copa de cóctel llena de algún líquido azul pálido. Una pantalla de entretenimiento rugía en la habitación detrás de ella. -Policía? Que pasa?

– No pasa nada, señora. Lamento molestarla. Sabe donde puedo encontrar a Eli Young esta noche?

– El doctor Young? -Ella parpadeó, luego miró sobre el hombro. -Marty, la policía está aquí. Quiere ver al doctor Young.

– Cruzando el hall. -La voz se elevó sobre el griterío en la pantalla.

– Sé que vive cruzando el hall. -dijo Eve con esforzada paciencia. -El no responde a la puerta. Puede decirme cuando lo vió por última vez?

– Oh, varios días atrás, supongo. -Ella levantó el vaso y bebió. Por el brillo en su rostro, había estado bebiendo tranquilamente por algún tiempo. -Oh, espere un minuto, salió de la ciudad. Se iba por un par de semansa.

– Mencionó donde se iba?

– No. En realidad no me lo dijo él. Su sobrina me lo dijo.

– Sobrina. -repitió Eve y su mente se puso alerta.

– Sí, ella estaba saliendo del apartamento de él el otro día cuando yo volvía de hacer las compras. Una joven muy bonita. Dijo que había venido a visitar a su tío, y como le complacía que él la acompañara a un viaje para visitar a sus padres. En Ohio. O Indiana. O tal vez era Idaho. -Ella bebió otra vez. -Una visita larga, dijo.

– Como lucía ella?

– Oh, joven y bonita. Morocha, baja, muy chic.

Eve sacó su PPC, trajo la foto de Julianna como Janet Drake. -Le parece familiar?

La mujer inclinó la cabeza y asintió. -Oh, sí! Esa es la sobrina del Dr. Young. Yo estaba tan sorprendida porque no me imaginaba que él tuviera alguna familia.

– Gracias. -Eve guardó la PPC de nuevo en su bolsillo. -Usted nunca ve las noticias, señora?

– Noticias? Con Marty son thrillers y deportes, deportes y thrillers. Tengo suerte si deja la pantalla por diez minutos al día para poder ver los informes de moda.

– Podría querer darles una mirada esta noche. Gracias por su ayuda.

Eve volvió, seguida por la mirada desenfocada de la mujer, y extrajo su grabadora. -Tengo una identificación positiva de que la sospechosa principal, Julianna Dunne, ha contactado con Eli Young en esta ubicación. El sujeto Young no responde, y sospecho que esté fuera de juego. Tengo una causa probable para entrar en este residencia y determinar de Young y/o su complicidad con Julianna Dunne. Conmigo está Roarke, propietario del edificio. El está de acuerdo con este procedimiento, y puede ser testigo del mismo.

– Eso debería cubrirlo. -comentó Roarke.

Eve se paró ante la puerta, y usó su llave maestra para decodificar los cerrojos. -En registro -dijo y sacó su arma, una sutil advertencia en caso de que Roarke se hubiera armado sin su conocimiento.

Empujó la puerta abriendola hacia la oscuridad.

Pero no necesitó las luces para oler la muerte.

– Cristo. -siseó entre dientes cuando la boca se le llenó con el aire rancio. -Tenemos un hinchado. Quédate en el hall. No hay nada que puedas hacer. Luces completas. -ordenó.

Lss luces estallaron, revelando un living espléndidamente dispuesto, las pantallas de privacidad cerradas sobre una pared de ventanas. Young estaba en el sofá, y el tejido nunca sería el mismo.

Vestía lo que podría haber sido una robe, pero los gases dentro de él se habían expandido, y los fluídos corporales se habían derramado, por lo que era difícil de decir.

Había una botella de brandy y un vaso de vino en la mesa de café, y un pañuelo de papel en la manta donde su nariz, gorda como una salchicha ahora, había goteado.

– Necesitas tu equipo de campo. -dijo Roarke-

– Si.

– Y ésto. -le alcanzó un pañuelo para que ella pudiera cubrirse la boca y la nariz. -Es lo mejor que puedo hacer por ahora.

– Gracias. -Lo usó, quedándose en la puerta grabando la escena hasta que él retornara con el sellador. Sacó su comunicador del bolsillo y llamó.

Ella había tenido sexo con él primero. Tal vez habían sido amantes antes, pero Eve creía que no. Julianna simplemente había usado su más efectivo método para distraer a un hombre, y luego lo había asesinado con el mismo veneno que él le había procurado.