—En caso de emergencia, te llamarán, ¿no es así? —pregunta Nikki.
—No será necesario —le explica Mordecai. El pabellón de la muerte onírica despide una música discordante, de otro mundo, de gaitas enloquecidas. Esto le trae a la memoria una fría madrugada de invierno, en que Katya Lindman entonaba posesionada canciones en sueco. El solo recuerdo lo hace temblar. Palpa el muslo donde lleva insertados los nódulos y dice—: Recuerda que recibo transmisión completa.
—¿Aunque estés aquí, tan lejos?
Sadrac hace un gesto afirmativo con la cabeza.
—El alcance de la telemedición es de unos mil kilómetros. En este momento estoy recibiendo al detalle toda la información acerca de la actividad de Genghis Mao: está descansando plácidamente, mejor dicho, dormitando; la temperatura excede en un grado a la normal; el pulso está un poco acelerado; el nuevo hígado se está integrando sin problema e incluso ya ha hecho cambios positivos en el metabolismo general. Si algo comienza a deteriorarse, lo sabré de inmediato y, si es necesario, puedo volver a la torre en noventa minutos aproximadamente. Mientras tanto, puedo controlar todo desde aquí y divertirme a gusto al mismo tiempo.
—Siempre Al tanto de su estado de salud.
—Sí, siempre. Hasta cuando duermo. Mis nódulos reciben constantemente la corriente de información.
—Tus nódulos… Cuando pienso en ellos en términos de filosofía, quedo fascinada —dice Nikki. Se detienen frente a un puesto de golosinas para comprar refrescos. El vendedor, un mogol regordete de nariz ancha, les ofrece airag, el milenario brevaje mogol de leche de yegua fermentada. Mordecai se encoge de hombros y toma un frasco para él y otro para Nikki, quien a pesar del gesto de desagrado que se dibuja en su rostro, lo bebe y dice—: Lo que quiero decir es que, al pensar en ti y en el presidente en términos puramente cibernéticos, me resulta difícil determinar dónde terminan los límites de tu individualismo y dónde comienzan los de él.
Los dos conforman una sola unidad de procesamiento de datos autocorrectiva, prácticamente un solo sistema de vida.
—Yo no lo veo así, sin embargo —le dice Sadrac— A pesar de que yo recibo una corriente constante de información metabólica del presidente, y a pesar de que esa información afecta de alguna manera el desarrollo de mis actividades y, sobre todo el de las de él, Genghis Mao sigue siendo un ser autónomo: nada menos que el presidente del CRP, con todo el tremendo poder que eso supone, y yo no soy mas que…
—No —interrumpe Nikki impaciente—, piensa en términos de un sistema integral. Supongamos que tú eres Miguel Ángel y quieres transformar un inmenso bloque de mármol en un David. La figura está dentro del mármol y tú debes liberarla con el mazo y el formón, ¿no es así? Das el primer golpe, otro pedacito; unos pedacitos más y tal vez comience a vislumbrarse el contorno de un brazo. El ángulo del formón es distinto en cada golpe, ¿verdad? Probablemente, también sea distinta la intensidad de la fuerza que empleas para golpear el formón con el mazo. Tú modificas y corriges los golpes constantemente de acuerdo con la información que recibes de la figura tallada en el bloque de mármoclass="underline" la forma que va tomando el bloque, los planos de clivaje, etcétera. ¿Te das cuenta de que se trata de un sistema integral? El proceso de crear un David no consiste simplemente en que tú, Miguel Ángel, actúas sobre una masa de piedra pasiva: el mármol es una fuerza activa también, parte del circuito, en cierto sentido, es parte del sistema mental que constituye Miguel Ángel escultor, porque…
—Yo no…
—Déjame terminar. Quiero trazarte todo el circuito. Tú percibes todos los cambios que se producen en el contorno del mármol. Dichos cambios son evaluados por tu cerebro, que transmite a los músculos del brazo instrucciones acerca de la fuerza y ángulo del próximo golpe. Esto provoca un cambio en la respuesta neuromuscular en el momento en que das el próximo golpe, lo cual afecta, a su vez, la estructura del marmol, cambio que percibes y que altera la programación que elabora tu cerebro. Entonces, vuelve a corregirse la respuesta neuromuscular para el próximo golpe, y así sucesivamente, hasta que la escultura esté completa. El proceso de esculpir la estatua es un proceso de percepción y respuesta ante cada cambio, ante la diferencia de un golpe a otro, y el bloque es un elemento esencial del sistema integral.
—Sí, pero no está consciente de ello —acota Sadrac en tono suave—. El bloque de mármol no sabe que es parte del sistema.
—Eso no tiene importancia. Quiero que veas el sistema como un universo limitado. El mármol cambia y sus cambios producen cambios en la mente de Miguel Ángel, lo cual, a su vez, lleva a nuevos cambios en el mármol. Dentro del limitado universo de escultor— herramientas-mármol, es incorrecto considerar a Miguel Ángel como el "individuo", el sujeto, y al mármol como una "cosa", el objeto. El escultor, las herramientas y el mármol en conjunto, conforman una sola cadena cuyos eslabones guardan entre sí una relación causal, una sola entidad de pensamiento, acción y cambio, una sola persona, si quieres. Ahora bien, tú y Genghis Mao…
—Son dos personas diferentes —insiste Mordecai—. El proceso de realimentación no es el mismo. Si el riñón le deja de funcionar, yo reacciono hasta el punto de percibir el desperfecto, tratarlo y tomar medidas para que se le reemplace el riñón, lo cual no significa que yo también me enferme. Y si algo anda mal con mi riñón, no lo afectará a él en absoluto.
La doctora Crowfoot se encoge de hombros.
—Es verdad, pero no deja de ser un detalle trivial. ¿No te das cuenta de que la relación causal entre tú y él es mucho más íntima? La transmisión que recibes de Genghis Mao controla toda tu actividad diaria: que duermas solo o conmigo, que vayas a Karakorum o que te quedes a su lado, todo depende de la salud del presidente. Si la información que recibes de él evidencia complicaciones, te provoca trastornos somáticos; la mayor parte de tus inclinaciones y respuestas en la vida están regidas por su metabolismo, eres la continuación de Genghis Mao. Con respecto a él, su vida o su muerte depende de tu opción: hoy, es el presidente de CRP, pero mañana puede ser un cadáver más si tú dejas de percibir un síntoma clave o si adoptas un tratamiento que no es el adecuado. Eres esencial para su supervivencia, y él controla todos tus movimientos y actividades. ¡Un sistema, Sadrac, un circuito cerrado, tú y Genghis Mao, Genghis Mao y tú!
Sadrac insiste aún en que Nikki no está en lo cierto. Haciendo un gesto de desacuerdo, dice:
—La analogía se ajusta a la realidad, pero no lo suficiente como para convencerme. Es cierto que estoy equipado con extraordinarios dispositivos de diagnóstico, pero no son tan especiales: los nódulos me ayudan a responder ante un caso de emergencia más rápido que un médico común con un paciente común, pero eso es todo. Es sólo una diferencia cuantitativa. Cualquier unidad médico-paciente puede ser definida como un sistema de procesamiento de datos autocorrectivo, pero no creo que la relación entre Genghis Mao y yo cree una diferencia significativa en ese tipo de sistema. Si los trastornos de Genghis Mao se transmitieran a mi organismo, tu punto de vista sería válido, pero…
Nikki Crowfoot suspira.
—Dejémoslo pasar, Sadrac. No vale la pena discutir. En el laboratorio Avatar nos referimos constantemente al principio de que la noción general de "individuo" no tiene ningún sentido, que es necesario pensar en términos de un sistema que abarque más información, pero tal vez esté tratando de aplicar este principio en áreas en que no corresponde, aunque lo más probable es que —el único problema sea que tú y yo no logremos entendernos esta noche— cierra los ojos y aprieta los dientes, como si tratara de descargar, a través de su cerebro, las tensiones de la discusión. El cielo vuelve a iluminarse con una cortina de fuegos artificiales, de púrpura ostentoso y franjas verdes. Una música salvaje y rajante, gruñidos estridentes, perforan el aire. Nikki se relaja, por fin, y sonríe. Señalando la carpa de los transtemporalistas, radiante de luz trémula, dice—: Basta de hablar. A divertirnos, ahora.