Eran la clase de ojos que frecuentaban los sueños de las muchachas.
Y Penelope soñaba y soñaba y soñaba.
El abril de 1814 encontró a Penelope de vuelta en Londres para una segunda temporada, y aunque ella atrajera el mismo número de pretendientes que el año anterior (cero), la temporada no fue, con toda honestidad, tan mala. Esto ayudó a que ella hubiera perdido cerca de dos libras y podía llamarse ahora "agradablemente voluptuosa" más bien que "Budin horrible." Ella aun no era estaba cerca del delgado ideal de femineidad que regia el momento, pero al menos ella había cambiado lo suficiente para garantizar la compra de un nuevo guardarropa completo.
Lamentablemente, su madre otra vez insistió en amarillo, naranjo, y el chapoteo ocasional de rojo. Y esta vez, la Señora Whistledown escribió:
La Señorita Penelope Featherington (la menos necia de las hermanas de Featherington) llevó puesto un vestido de amarillo limón que deja un gusto ácido en la boca de una.
Lo cual al menos parecía implicar que Penelope era el miembro más inteligente de su familia, aunque el elogio tuviera, un ataque por la retaguardia.
Pero Penelope no era la única seleccionada por la mordaz columnista de chisme. Kate Sheffield de cabellos morenos fue comparada con un narciso chamuscado por su vestido amarillo, y Kate sigue casada con Anthony Bridgerton, el hermano mayor de Colin ¡y un vizconde para empezar!
Entonces Penélope tuvo esperanzas.
Bueno, no realmente. Sabía que Colin no iba a casarse con ella, pero al menos él bailó con ella en cada fiesta, y él la hacia reír, y de vez en cuando ella lo hacia reír, y ella sabía que eso era suficiente.
Y así la vida de Penelope continúo. Ella tuvo su tercera temporada, luego su cuarta. Sus dos hermanas mayores, Prudencia y Philippa, finalmente encontraron maridos por su cuenta y se fueron. La Sra. Featherington sostenía la esperanza de que Penelope todavía podía hacer un partido, ya que esto tomo a Prudencia y Philippa cinco temporadas para atrapar maridos, pero Penelope sabía que ella estaba destinada a permanecer solterona. No sería justo casarse con alguien cuando ella estaba tan todavía desesperadamente enamorada de Colin. Y tal vez, en los alcances lejanos de su mente – en la esquina más apartada, metida detrás de las conjugaciones de verbo francesas que ella nunca había dominado y la aritmética que ella nunca usó – ella todavía sostenía un fragmento diminuto de esperanza.
Hasta ese día.
Incluso ahora, siete años más tarde, ella todavía se refería a ello como ese día.
Ella había ido a la casa Bridgerton, como frecuentemente hacía, tomar el té con Eloise y su madre y hermanas. Fue justo antes de que el hermano de Eloise, Benedict se hubiera casado con Sophie, sólo él no sabía quién era ella realmente, y -eso no fue significante, excepto que fue el único gran secreto de la década pasada que lady Whistledown nunca pudo descifrar.
De todos modos, ella estaba caminando por el pasillo delantero, escuchando caer el sonido del agua a lo largo del azulejo de mármol cuando ella se vio. Ella ajustaba su capa y se preparaba a caminar la corta distancia a su hogar (sólo a la vuelta de la esquina, realmente) cuando ella oyó voces. Voces masculinas. Voces de masculinas Bridgerton.
Era los tres hermanos mayores Bridgerton: Anthony, Benedict, y Colin. Tenían una de aquellas conversaciones que los hombres tienen,de la clase en la cual critican mucho y se hacen bromas uno al otro. A Penelope siempre le gustaba mirar a los Bridgertons interactuar de esta forma; ellos si que eran una familia.
Penelope podía verlos por la puerta principal abierta, pero no podía oír lo que decían hasta que ella alcanzara el umbral. Y en un testamento al mal calculo que la había molestado durante toda su vida, la primera voz que ella oyó fue la de Colin, y las palabras no eran amables.
¡"… y yo ciertamente no me casare con Penelope Featherington!"
¡"Ah!" La palabra resbaló sobre sus labios antes de que ella pudiera pensar, su chillido perforo el aire como un silbido desafinado.
Los tres hombres Bridgerton se voltearon para mirarla con idénticas caras horrorizadas, y Penelope sabía que ella acababa de firmar lo que sería seguramente los cinco minutos más horribles de su vida.
Ella no dijo nada durante lo que pareció una eternidad, y luego, finalmente, con una dignidad que nunca soñó poseer, ella miró directamente a Colin y dijo, "nunca le pedí casarse conmigo."
Sus mejillas fueron de rosado a rojo. Él abrió su boca, pero ningún sonido salió. Fue, Penelope pensó con satisfacción sardónica, probablemente el único momento en su vida que él quedo sin palabras.
"Y yo nunca-" Ella tragó convulsivamente. "Nunca dije a nadie que quería que usted me lo pidiera."
"Penelope," finalmente Colin pudo decir, " lo siento tanto."
"Usted no tiene de que disculparse" dijo ella.
"No," él insistió, "Si tengo. Herí sus sentimientos, y-"
"Usted no sabía que yo estaba allí."
"Pero sin embargo-"
"Usted no va a casarse conmigo," dijo ella, su voz sonó muy extraña y hueca a sus oídos. "No hay nada incorrecto en ello. No voy a casarme con su hermano Benedict."
Benedict había estado tratando claramente de no mirar, pero volvió su atención en esto.
Penelope puso sus brazos en jarra. "Esto no hizo daño a sus sentimientos cuando anuncie que no voy a casarme con usted." Ella miro a Benedict, forzando su mirada directamente hacia el. ¿"Es así, Sr. Bridgerton?"
"Por supuesto que no," contestó Benedict rápidamente.
"Esta arreglado, entonces," dijo ella fuertemente, la asombró esto, por una vez, exactamente las palabras correctas salían de su boca. "ningún sentimiento fue dañado. Ahora, entonces, si ustedes me disculpan, caballeros, me gustaría ir a casa."
Los tres caballeros inmediatamente se apartaron para dejarla pasar, y ella habría hecho una fuga limpia, salvo que Colin de repente soltó, "¿no tiene usted a una criada?"
Ella sacudió su cabeza. "Vivo sólo a la vuelta de la esquina."
"lo sé, pero-"
"La escoltaré," dijo Anthony suavemente.
"Esto no es realmente necesario, milord."
"hágame el honor," dijo, en un tono que le dijo claramente que ella no tenía ninguna opción de discutir.
Ella saludó con la cabeza, y ellos dos salieron hacia la calle. Después de que habían pasado aproximadamente tres casas, Anthony dijo con una voz extrañamente respetuosa, "Él no sabía que usted estaba allí."
Penelope sintió que sus labios se apretaron en los bordes – no de cólera, sólo de un cansado sentimiento de resignación. "lo sé," contestó ella. "Él no es del tipo cruel. Espero que su madre lo haya atrapado para casarse."
Anthony saludó con la cabeza. Las intenciones de la señora Bridgerton de ver a todos y cada uno de su ocho descendiente felizmente casado eran legendarias.
"Le gusto verdad," dijo Penelope. "Su madre, eso es. Ella no ve mas allá, me temo. Pero la verdad es, que no importa mucho si me quiere como novia de Colin."
"Bueno, yo no diría eso," reflexionó Anthony, sin sonar tanto como un vizconde muy temido y respetado si no más bien como un hijo educado. "No me gustaría estar casado con alguien que a mi madre no le gusta." Él sacudió su cabeza en un gesto de gran temor y respeto. "Ella es una fuerza de la naturaleza."
¿"Su madre o su esposa?"
Él consideró esto durante aproximadamente medio segundo. "Ambas".
Ellos caminaron durante unos momentos, y luego Penelope soltó, "Colin debería marcharse."