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Penelope delicadamente aclaro su garganta. "No pense que te preocupabas tanto por las opiniones de la sociedad."

"No lo hago," replicó él. "Bueno, no mucho, al menos. Alguien que diga que no se preocupe en absoluto es un mentiroso y un hipócrita."

Penelope pensó que el estaba en lo correcto, pero se encontraba sorprendida por que lo admitiera. Parecia que a los hombres siempre les gustaba fingir que ellos eran totalmente autónomos, completamente inmunes a los caprichos y las opiniones de la sociedad.

Colin se inclinó hacia adelante, sus ojos verdes que ardían con intensidad. "Esto no es sobre mí, Penelope, es sobre Eloise. Y si ella es desterrada de la sociedad, ella será aplastada." Él se recostó, pero su cuerpo entero irradiaba tensión. "Por no mencionar lo que esto haría a mi madre."

Penelope soltó un largo aliento. "Realmente pense que nada te disgustaba," dijo ella.

"Espero que tengas razón," contestó él, cerrando sus ojos. Él no estaba seguro de cuando había comenzado a sospechar que su hermana podría ser lady Whistledown. Probablemente después de que lady Danbury había lanzado su famoso desafío. A diferencia de la mayor parte de Londres, Colin nunca había estado tan interesado en descubrir la verdadera identidad de lady Whistledown. La columna era entretenida, y él ciertamente la leía como todos los demás, pero en su mente, lady Whistledown era simplemente… lady Whistledown, y eso era todo lo que ella necesitaba ser.

Pero el desafío de lady Danbury lo había hecho pensar, y como el resto de los Bridgertons, una vez que conseguía hacerse de una idea, él era fundamentalmente incapaz de dejarlo ir. De alguna manera se le había ocurrido que Eloise tenía el temperamento perfecto y las habilidades para escribir tal columna, y luego, antes de que él pudiera convencerse que estaba loco, había visto las manchas de tinta en sus dedos.

Desde entonces él casi se había vuelto loco, incapaz de pensar en todo menos en la posibilidad de que Eloise tenía una vida secreta.

No sabía que lo irritaba más – que Eloise pudiera ser lady Whistledown, o que ella había logrado esconderlo de él durante más de una década.

Como irritaba, ser engañado por su propia hermana. Le gustaba pensarse más inteligente que eso.

Pero él tenía que concentrarse en el presente. ¿ si sus sospechas fueran correctas, cómo diablos iban tratar con el escándalo cuando ella fuera descubierta?

Y ella sería descubierta. Con todo Londres exitado por el premio de mil de libras, lady Whistledown no tendría posibilidad alguna.

¡"Colin! ¡Colin!"

Él abrió sus ojos, preguntándose cuanto tiempo había estado Penelope llamándolo por su nombre.

"Realmente pienso que deberías dejar de preocuparte por Eloise," dijo ella. "Hay cientos y cientos de personas en Londres. Lady Whistledown podría ser cualquiera de ellos. Cielos, con tu ojo para los detalles" – ella le mostro sus dedos para recordarle las yemas del dedo manchadas de tinta de Eloise - "tu podrías ser lady Whistledown."

Él la fulmino con una mirada bastante condescendiente. "Excepto el pequeño detalle del que he estado fuera del país la mitad del tiempo."

Penelope decidió no hacer caso de su sarcasmo. "Tu eres ciertamente un escritor bastante bueno para escribir fuera del país."

Colin había tenido la intención de decir algo cómico y ligeramente brusco, terminando con sus argumentos bastante débiles, pero la verdad era que estaba en secreto encantado por su elogio de "buen escritor" y todo lo que él podía hacer era sentarse allí con una sonrisa agradable en su cara.

¿"Estas bien?" preguntó Penelope.

"Absolutamente bien," contestó él, volviendo a la realidad y tratando de adoptar una actitud más sobria. ¿"Por qué preguntas?"

"Por que de repente parecía completamente enfermo. Mareado, realmente."

"estoy bien," repitió él, probablemente un poco más alto de lo necesario. "Pienso sólo en el escándalo."

Ella soltó un suspiro de fastidio, que lo irritó, porque no veía por que razón ella estaba tan impaciente con él. ¿"Qué escándalo?" preguntó ella.

"El escándalo que va a hacer erupción cuando ella sea descubierta," comento él.

¡"Ella no es lady Whistledown!" ella insistió.

Colin de repente se sentó, sus ojos estaban iluminados por una nueva idea. "Como tu sabes," dijo él con un tipo de voz intensa, " no pienso que realmente sea importante si ella es lady Whistledown o no."

Penelope lo contempló sin expresión durante unos tres segundos antes de mirar el salón, refunfuño, "¿Dónde está la comida? Debo estar mareado. ¿No has pasado los últimos diez minutos completamente enloquecida pensando en la posibilidad de que ella sea? "

Como si fuera una señal, Briarly entró en el cuarto con una bandeja pesadamente cargada. Penelope y Colin miraron en silencio como el mayordomo servia la comida. ¿"Quieren que le sirva sus platos?" preguntó él.

"No, estamos bien," dijo Penelope rápidamente. "Podemos hacerlo nosotros."

Briarly asintió con la cabeza y, tan pronto como él había puesto los cubiertos y había llenado los dos jarrones de limonada, dejó el cuarto.

"Escúchame," dijo Colin, brincando a sus pies y cerrando la puerta de modo que casi descansara contra el marco (pero estaba técnicamente abierta, debe alguien criticar sobre sus inconveniencias).

¿"No quieres comer algo?" Penelope preguntó, sosteniendo en lo alto un plato que ella había llenado con varios bocadillos.

Él le arrebató un pedazo de queso, lo comió con dos mordiscos poco delicado, luego siguió, "incluso si Eloise no es lady Whistledown -y haciendote caso, todavía creo que ella puede serlo – no importa. Por que si / sospecho que ella es lady Whistledown, entonces seguramente alguien más lo hara también."

¿"tu punto seria?"

Colin se dio cuenta de que echaba sus brazos hacia adelante, y parando antes de alcanzar a sacudir sus hombros. ¡"No importa! ¿No lo ves? Si alguien la señala con el dedo, estara arruinada."

¡"Pero no," dijo Penelope, pareciendo requerir mucho esfuerzo en aflojar sus dientes, "si ella no es lady Whistledown!"

¿"Cómo podría ella demostrarlo?" Colin volvió, brincando sobre sus pies. "Una vez que un rumor comienza, el daño esta hecho. Desarrolla vida propia. "

"Colin, esto dejó de tener sentido hace cinco minutos."

"No, escúchame hasta el final." Él volteo para encararla, y fue agarrado por un sentimiento de tal intensidad que él no hubiera podido apartar sus ojos de lo de ella si la casa se cayera alrededor de ellos. "Supón que le dijera a todos que yo te había seducido."

Penelope se enderezo muy, muy tiesa.

"Tu estarías arruinada para siempre," siguió él, poniéndose en cuclillas cerca del borde del sofá de modo que ellos estuvieran en el mismo nivel. "No importaría que nunca nos hubiéramos besado hasta ahora., mi querida Penelope, ese es el poder de la palabra."

Ella parecía estar congelada. Y al mismo tiempo empapada. "Yo… No sé que decir," tartamudeó ella.

Y luego la cosa más extraña pasó. Él se dio cuenta que tampoco sabía que decir. Por que se había olvidado de los rumores y el poder de la palabra y toda aquella putrefacción, y la única cosa en la que él podría pensar era la parte de los besos, y-

Y

Y-

Dios del cielo, él queria besar a Penelope Featherington.

¡Penelope Featherington!

Él podría haber dicho también que queria besar a su hermana.

Excepto – él echo un vistazo a ella; le parecia extraordinariamente atractiva, y se preguntó como no lo había notado antes de esa tarde – ella no era su hermana.

Ella definitivamente no era su hermana.

¿"Colin? “Su nombre era un mero susurro en sus labios, sus ojos parpadeaban completamente adorables y lo confundieron, ¿y cómo era que él nunca había notado esa intrigante sombra marrón que tenían sus ojos? Casi de oro cerca de la pupila. Él nunca había visto algo parecido, y aún era como si él no la hubiera visto cien veces antes.