Él se encogió de hombros. "Me gusta la lluvia."
Ella lo observó con curiosidad, mirandolo de lado como siempre hacía cuando esta pensando en algo. "Estás de un humor bastante raro hoy."
"Empapado mojado, Eloise."
"Ni que lo digas," dijo ella con una aspiración. "No te obligué a circular a través de la ciudad bajo la lluvia."
"No llovía cuando sali," se sintió obligado a decir. Había algo sobre un hermana que la hacia aparecer de 8 años en el cuerpo.
"Estoy segura que el cielo estaba gris," volvió ella.
Claramente, ella tenía un niño de ocho años en ella también.
¿"Podemos continuar la discusión cuando este seco?" preguntó, con voz deliberadamente impaciente.
"Por supuesto," dijo expansivamente, con toda comodidad. "te esperaré aquí mismo."
Colin se tomó su tiempo mientras se ponia las ropas de Gregory, tomando más cuidado con su pañuelo del que había tomado en años. Finalmente, cuando estuvo convencido que Eloise estaba rechinando sus dientes, él entró de nuevo en el pasillo.
"Oí que fuiste a ver a Penelope hoy," dijo ella sin preámbulos.
Algo incorrecto de decir.
¿"Dónde oíste eso?" preguntó cuidadosamente. Él sabía que su hermana y Penelope eran cercanas, pero seguramente Penelop no le habría contado a Eloise sobre eso.
"Felicity conto Hyacinth."
"Y Hyacinth te conto."
"Por supuesto."
"Algo," Colin refunfuñó, "se debe hacer con el chisme en esta ciudad."
"Apenas pienso que esto cuente como chisme, Colin," dijo Eloise. "No es como si estuvieras interesado en Penelope."
Si ella hubiera estado hablando sobre alguna otra mujer, Colin habría esperado que le echara un vistazo de soslayo, seguido de un tímido, ¿Verdad?
Pero era Penelope, y aunque Eloise fuera su muy mejor amiga, y así su campeón más fino, incluso ella no podía imaginar que un hombre con la reputación y popularidad de Colin podria estar interesado en una mujer con la reputación (y carencia de) popularidad de Penelope.
El humor de Colin cambio de mal en peor.
"De todos modos," Eloise siguió, completamente inconsciente de la tormenta que se preparaba en su normalmente jovial y calido hermano, "Felicity contó a Hyacinth que Briarly le conto que tu la habías visitado. Yo me preguntaba sólo sobre qué era."
"No es nada de tu incumbencia," dijo Colin enérgicamente, esperando que ella lo dejara en paz, pero realmente no creyendo que lo haría. Él dio un paso hacia el hueco de la escalera, sin embargo, siempre optimista.
¿"Es sobre mi cumpleaños, verdad?" Eloise adivinó, lanzándose delante de él con tal brusquedad que su dedo del pie chocó contra su zapatilla. Ella se estremeció de dolor pero Colin no se sintió particularmente comprensivo.
"No, no es sobre tu cumpleaños," se quebró él. "Tu cumpleaños no es hasta hasta…-"
Él se detuvo. Ah, Demonios.
"Hasta la próxima semana," se quejó él.
Ella sonrió con astucia. Entonces, como si su cerebro acababa de darse cuenta que esto había dado un giro incorrecto, sus labios separados de consternación cuando ella mentalmente volvió y tomó otra dirección. "Entonces", siguió, moviéndose ligeramente de modo que bloqueara su camino, "si no fuiste ahí para hablar de mi cumpleaños – y no hay nada que puedas decir ahora para convencerme de ello – por qué ¿vas a ver a Penélope?”
¿"Nada es privado en este mundo?"
"No en esta familia."
Colin decidió que lo mejor era adoptar su personaje cálido de siempre, aunque no se sintiera para nada caritativo hacia ella en este momento, y entonces recurrió a la más cálida y fácil de sus sonrisas, movió su cabeza al lado, y preguntó, ¿"Oigo a mi Madre que me llama?”
"No oí nada," dijo Eloise coquetamente, "¿y qué pasa contigo? Pareces muy raro."
"Estoy bien."
"No estás bien. Miras como si hubieras ido al dentista."
Su voz descendió en un murmullo. "Es siempre agradable recibir elogios de la familia."
¿"Si no puedes confiar en tu familia para ser honesta," ella agregó, "en quién puedes confiar?"
Él se inclinó contra la pared, cruzando sus brazos. "Prefiero la adulación a la honestidad."
"No, tu no."
Querido Dios, quiso golpearla. No lo había hecho desde que él tenía doce años. Y había sido azotado por ello. Era la única vez que podía recordar a su padre poniendo una mano sobre él.
"Lo que quiero," volvió Colin, arqueando una ceja, "es un cese inmediato de esta conversación."
"Lo que quieres," Eloise añadió, "es que deje de preguntarte por qué fuiste a ver a Penelope Featherington, pero pienso que ambos sabemos que probablemente eso no ocurrirá."
Y eso él lo sabía. Lo sabía profundamente en sus huesos, de su cabeza a sus dedos del pie, desde su corazón a su mente, que su hermana era Lady Whistledown. Todas las piezas calzaban. No había nadie más obstinado y terco, nadie que podría tomarse el tiempo para ponerse al tanto de cada chisme e insinuación.
Cuando Eloise quería algo, no se detenía hasta que lo tuviera firmemente en su poder. No era sobre el dinero, o avaricia, o bienes materiales. Con ella era sobre el conocimiento. Le gustaba saber cosas, y ella pinchaba, pinchaba y pinchaba hasta que le hubieras contado exactamente lo que quería oír.
Era un milagro que nadie la hubiera descubierto antes.
De la nada dijo, "tengo que hablarte." Él tomó su brazo y la arrastró hacia el cuarto más cercano, que era el propio cuarto de ella.
¡"Colin!" ella chilló, tratando sin éxito de alejarlo. ¿"Qué haces?"
Él cerro de golpe la puerta, sin dejarla ir, y cruzando los brazos, su postura amplia, su expresión amenazante.
¿"Colin?" ella repitió, con voz dudosa.
"Sé qué has estado haciendo algo a tu altura."
"Que yo que-"
Y luego, maldita sea, ella comenzó a reírse.
¡"Eloise!" él retumbó. ¡"Me dirijo a ti!"
"Claramente," ella apenas logró decir.
Él se sostuvo firme, fulminándola con la mirada.
Ella parecía alejarse, casi doblándose de la risa. Finalmente, dijo, "Que dices-"
Pero entonces ella lo miró otra vez y aunque hubiera tratado de mantener su boca cerrada, ella explotó otra vez.
Si ella hubiera estado bebiendo algo, Colin pensó sin un rastro de humor, habría salido por su nariz. "Que demonios ¿Ocurre contigo?”Él se quebró.
Finalmente consiguió su atención. Él no sabía si era su tono de voz o tal vez su uso de la blasfemia, pero ella se puso seria en un instante.
"Mi dios," dijo ella suavemente, "estas serio."
¿"Parezco de broma?"
"No," dijo Eloise. "Aunque lo parecieras al principio. Lo siento, Colin, pero no es común verte fruncir el ceño y gritar y todo eso. Te parecías bastante a Anthony."
"Tu-"
"Realmente," ella dijo, dándole una mirada que ni siquiera se acercaba a lo cautelosa que debo haber sido, "ahora te ves mas como tu, tratando de imitar a Anthony. "
Él iba a matarla. Aquí mismo en su cuarto, en la casa de su madre, él iba a cometer fratricidio.
¿"Colin?" preguntó irresolutamente, como si acabara de notar finalmente que él había pasado hace rato de enojado a estar furioso.
"Siéntate. Abajo." Él sacudió su cabeza hacia una silla. "Ahora".
¿"Estas bien?"
¡"SIÉNTATE!" rugió.
Y ella obedeció. Con prontitud.
"No puedo recordar la ultima vez que levantaste la voz," susurró ella.
"No puedo recordar la ultima vez que tuviera una causa."
¿"Qué esta mal?"
Él decidió que podría salir sólo llegar y decirlo.
¿"Colin?"
"Sé que tu eres Lady Whistledown."