Pero es imprudente e insensato administrarlo a los niños y jóvenes en la edad del crecimiento, a las muchachas que están llegando a la pubertad, a los inválidos y ancianos, y a las personas de complexión muy débil o de temperamento enfermizo.
Todo el secreto del baño frío consiste en la reacción del organismo contra el agua fría, y si la reacción. no sobreviene, resulta perjudicial y de consecuencias lamentables.
Muchas, de las dificultades provienen del craso error de creer que el agua ha de estar muy fría, cercana al. punto de congelación.
Pero esto es un despropósito. Lo que corresponde es adaptar la temperatura, del baño a las condiciones fisiológicas del individuo cuando se dispone a tomarlo.
Algunos que no pueden sufrir la impresión del agua helada, pueden tomar con gusto. y provecho un bailo de agua naturalmente fresca.
Podemos afirmar que todo baño con agua a temperatura inferior a 371, la normal del cuerpo humano, es un baño frío.
El grado de temperatura está en relación con la fuerza vital del bañista.
Cuanto mayor sea su vitalidad, más fría podrá estar el agua, hasta el límite señalado por las ordinarias normas de la higiene.
El abate Kneipp fue un fervoroso partidario del baño frío, que fortalecía, a su juicio, al organismo hasta e punto de protegerlo contra la acción de los gérmenes patógenos y, por tanto, lo preservaba de gran número de enfermedades.
A este propósito, el abate Kneipp manifiesta:
"Uno de los efectos del baño frío es el de fortalecer a las personas débiles v darles renovada actividad.
"Por no vigorizar el organismo, hoy día la mayoría de la gente es muy propensa a cualquier enfermedad.
"En nuestro tiempo prevalece la afeminación en todas las clases sociales.
"Abundan las personas débiles, delicadas, anémicas, de flojo corazón y pobre estómago.
"En cambio, son las menos las personas vigorosas, fuertes y sanas, llenas de vitalidad.
"Por lo general, los hombres de hoy en día son muy sensibles a las variaciones del tiempo, y los cambios de estación les acarrean catarros y otros trastornos del aparato respiratorio.
"Basta el paso de una habitación a otra de distinta temperatura, en la propia casa, para pillarse un resfrío o cosa peor.
"Pero es fácil ver dónde estriba la dificultad y cuál es el remedio.
"A fin de conservar la salud es preciso hacerse resistente e impermeable a las externas influencias de los cambios de ambiente y temperatura.
"Muy desdichado es aquel cuyos pulmones, garganta o cabeza se resienten de la más leve corriente de aire o de una tormenta atmosférica, y ha de consultar todo el año el termómetro y el barómetro para saber si ha de salir a la calle o quedarse en casa.
"El árbol se muestra indiferente a la tempestad y a la calma, al calor y al frío.
"En la salubridad del aire libre, desafía a los vientos y al clima, y así endurece y vigoriza su naturaleza.
"Si el hombre sano se resuelve a tomar el baño frío que recomiendo, llegará a ser tan fuerte como el árbol.
"Quien no esté acostumbrado a esta clase de baño, ha de tomarlo, en un principio, de manera que no esté el agua muy fría, porque si así fuera el organismo tardaría más de lo conveniente en reaccionar.
"Es necesario que se gradúe cada cual de antemano la temperatura del agua según le resulte mejor, hasta que llegue al punto en que no sea la impresión muy violenta ni demasiado tardía la reacción.
"La primera y única molestia del bailo frío es la viva impresión que se siente al contacto del cuerpo con el agua.
"Este choque hace retroceder la sangre de la periferia al interior, y se enfría súbitamente la superficie del cuerpo.
"Pero al salir del baño, que comúnmente suele ser de los denominados de inmersión, al frotar la piel vigorosamente para entrar en calor, de nuevo afluye la sangre a la periferia y sobreviene la reacción, que dura algunas horas y es muy placentera.
"El baño frío nunca se ha de tomar cuando el cuerpo se ha enfriado.
"La peculiar condición de este baño es que el cuerpo ha de tener el calor normal.
"El baño frío tampoco se ha de tomar cuando la persona esté muy fatigada por algún trabajo penoso, ya mental, ya físico, porque en tales, casos el organismo pierde gran parte de su poder de reacción.
"La hora más a propósito, por lo tanto, para tomar este baño, es al levantarse del lecho, por la mañana temprano, antes de los ejercicios de gimnasia doméstica y del desayuno.
"Para tomar el baño frío hay dos procedimientos generales.
"Consiste el primero en sumergirse en el agua de golpe, permanecer en ella cosa de medio minuto, salir enseguida y provocar la reacción, como dijimos antes.
"Modifican algunos este procedimiento arrodillándose al efecto en la bañera y echándose el agua por el tronco con las manos o la esponja.
"Consiste el segundo procedimiento en ponerse de pie en la bañera vacía y echarse encima dos o tres jarros de agua fresca, uno tras otro, por el estilo de la ducha.
"Otro procedimiento sucedáneo de ambos es el denominado de «chapoteo», que consiste en poner en la bañera muy poca agua, unos tres centímetros de altura, y chapotear el cuerpo con la esponja o con las manos, para concluir con el derrame de jarros de agua o, mejor todavía, con la ducha, cuyo aparato suele ir anexo a todas las bañeras en los modernos cuartos de baño.
"El baño frío ha de ser, en todo caso, de corta duración, y ha de tomarse presurosamente, pues de lo contrario el cuerpo pierde demasiado calor.
"Para la eficaz aplicación del agua, hasta un minuto, y en el caso de zambullirse ha de ser un procedimiento casi instantáneo."
Dice el abate Kneipp sobre el particular:
"Muchos se niegan temerosamente a la aplicación del agua fría, y es muy difícil desvanecerles este temor.
"Parece que tuvieran la idea fija de la pérdida de calor, pues arguyen que el agua fría ha de robarles calor y, en consecuencia, debilitarles el organismo.
"Pero no tienen en cuenta la reacción que les devuelve con creces el substraido calor.
"Inteligentemente aplicada, el agua fría no roba calor al cuerpo, sino que, por el contrario, mantiene y estimula el calor natural.
"A la pregunta de si el tratamiento con agua fría en baños y duchas logra fortalecer y vigorizar el organismo de un hombre afeminadamente debilitado por la vida sedentaria, respondo que sí lo fortalece, y al punto de poder salir a la calle, en los más rigurosos días de invierno, sin temor a resfríos ni catarros."
¿Será ilusión o engaño este aumento de resistencia contra el frío?
Instrucciones generales
El baño de limpieza debe tomarse frecuentemente o todos los días.
No se debe tomar el baño caliente más de una vez por semana.
Si está de viaje, el individuo observará que él baño común de limpieza bastará para eliminar la suciedad acumulada, sin necesidad de tomar el baño caliente.
Los baños calientes relajan demasiado, y por eso no se han de tomar a menudo.
Se puede tomar diariamente el baño frío o bien una o dos veces a la semana.
No obstante, no ha de estar demasiado fría el agua, y ha de estudiarse la reacción como guía de la más conveniente temperatura.
Baño rápido
Quienes deseen gustar los depuradores y placenteros efectos del baño matinal, pero que carecen de los necesarios elementos para tomarlo con toda comodidad, por no tener cuarto de baño en su casa, pueden proceder del modo siguiente:
Preparen una gran palangana con agua del tiempo. Átense a la cintura una toalla recia y ancha. Desnúdense de medio cuerpo arriba, y frótense nuca, cabeza, espalda y pecho con la esponja enojada, y con ambas manos después en segundo término y renovada el agua.
Todo esto ha de hacerse rápidamente, con dos minutos de duración a lo sumo para cada una de las dos operaciones.