Finalmente el bebé completó la travesía. El atajo se colapso aunque, momentos más tarde, se abrió ligeramente cuando varias boyas antigrav pasaron desde el otro lado.
La cría darmat se estaba alejando del atajo, pero sólo por inercia. Aún no se había…
—Dónde… dónde…
Era una voz con acento francés pero, en un acceso de rara creatividad, PHANTOM había elegido tonos infantiles para esta traducción.
—Casa… vuelto…
Thor soltó otro resonante grito de triunfo.
—¡Está vivo!
Keith notó que sus ojos se humedecían. Lianne lloraba abiertamente.
—¡Está vivo! —gritó Thor otra vez.
El bebé darmat, finalmente, empezó a moverse, dirigiéndose hacia Ojo de Gato y los demás.
Los altavoces cambiaron a la voz que PHANTOM había asignado a Ojo de Gato.
—Ojo de Gato a Starplex —dijo.
Keith activó su micro.
—Aquí Starplex —dijo.
Ojo de Gato guardó silencio durante más tiempo del que requería el viaje de la señal, como si estuviera buscando un modo de expresar lo que quería decir usando el limitado vocabulario disponible. Finalmente dijo, con sencillez:
—Somos amigos.
Keith sonrió de oreja a oreja.
—Sí —dijo—. Somos amigos.
—La visión del niño está dañada —dijo Ojo de Gato—. Será… igual a uno otra vez, pero tiempo hace falta. Tiempo, y ausencia de luz. Estrella verde es brillante; no aquí cuando el niño se fue.
Keith asintió.
—Podemos construir otro escudo, para proteger al niño de la luz de la estrella verde.
—Más —dijo Ojo de Gato—. Vosotros.
Keith quedó confuso un momento.
—Oh, por supuesto. Lianne, apaga todas nuestras luces de posición, y después de avisar a la gente, apaga las luces de todas las habitaciones con ventanas. Si quieren volver a encender las luces, diles que antes bajen las persianas.
La hermosa cara de Lianne mostraba una amplia sonrisa.
—Ejecutando.
Starplex quedó a oscuras, y la comunidad de darmats se movió hacia la gran nave y su recién recuperado hijo.
La Rum Runner asomó por el atajo, seguida momentos después por la PDQ. Las comunicaciones por radio pronto aseguraron a sus tripulaciones que Starplex estaba bien, y las naves fueron hacia los muelles de atraque. En cuanto la Rum Runner estuvo sana y salva a bordo, Jag fue hacia el puente.
Keith estaba todavía hablando con Ojo de Gato cuando Jag entró en el puente. El director se volvió hacia el waldahud.
—Gracias, Jag. Muchas gracias.
Jag asintió, aceptando el comentario.
La voz de Ojo de Gato salió por los altavoces.
—Nosotros a vosotros un incorrecto —dijo.
Una injusticia, pensó Keith. Cometieron una injusticia con nosotros.
—Vosotros hacia punto que no es punto tuvisteis que mover a velocidad alta.
—Oh, no fue tan malo —dijo Keith, siempre diplomático, al micro—. Gracias a eso pudimos ver nuestro grupo de cientos de millones de estrellas.
—Llamamos a un grupo tal una —PHANTOM tradujo la nueva señal— galaxia.
—¿Tenéis una palabra para galaxia? —dijo Keith, sorprendido.
—Correcto. Muchas estrellas, aisladas.
—Eso es —dijo Keith—. Bueno, el atajo nos llevó a seis mil millones de años luz de aquí. Eso quiere decir que veíamos nuestra galaxia como era hace seis mil años.
—Entender mirar atrás.
—¿De verdad?
—Verdad.
Keith estaba impresionado.
—Bueno, fue fascinante. Hace seis mil millones de años, la galaxia no tenía su forma actual. Hum, imagino que esto no lo sabéis, pero ahora tiene forma espiral —una luz destelló en la consola de Keith; PHANTOM le avisaba de que acababa de usar una palabra para la que no había equivalente darmat en la base de datos de traducción. Keith asintió hacia las cámaras de PHANTOM—. Una espiral —dijo al micro— es, es… —buscó una metáfora que fuera significativa; términos como «molinillo» no transmitirían información al darmat—. Una espiral es…
PHANTOM aportó una definición en una de las pantallas de Keith. La leyó al micro.
—Una espiral es la trayectoria que traza un objeto que gira alrededor de un punto central a la vez que se aleja de ese punto a velocidad constante.
—Entender espiral.
—Bien, la Vía Láctea es una espiral, con cuatro —quería decir «brazos», pero de nuevo era una palabra inútil— partes principales.
—Sabemos esto.
—¿Lo sabéis?
—Hicimos.
Keith miró a Jag, que movió sus hombros inferiores arriba y abajo. ¿Qué querría decir el darmat? ¿Que le habían hecho aprender ese hecho en algún equivalente de materia oscura de la escuela?
—¿Hicimos? —repitió Keith.
—Antes normal, ahora… ahora… no palabra —dijo el darmat.
Lianne habló.
—Ahora bonita —dijo—. Apuesto a que ésa es la palabra que está buscando.
—¿Al mirarla, uno más uno más que dos? —preguntó Keith al micro.
—Más que. Más que suma de sus partes. Espiral es…
—Es bonita —dijo Keith—. Más que la suma de sus partes, visualmente.
—Sí —dijo Ojo de Gato—. Bonita. Espiral. Bonita.
Keith asintió. No había duda de que las galaxias espirales eran más interesantes de mirar que las elípticas. A Keith le complació que humanos y darmats compartieran aparentemente algunas nociones de estética también. No era demasiado sorprendente, teniendo en cuenta que muchos principios artísticos estaban basados en las matemáticas.
—Sí —dijo Keith—. Las espirales son muy bonitas.
—Por eso hacemos ellas —dijo la voz sintetizada por los altavoces.
Keith sintió su corazón saltar en su pecho, y vio a Jag extender por reflejo sus dieciséis dedos, el equivalente waldahud a un sobresalto.
—¿Las hacéis? —dijo Keith.
—Afirmo. Mover estrellas, tirones pequeños, tarda mucho tiempo. Mover estrellas en nuevos dibujos, trabajar para aguantarlas ahí.
—¿Convertisteis nuestra galaxia en una espiral?
—¿Quién si no?
Quién si no, en verdad…
—Es increíble.
Jag se estaba levantando de su asiento.
—No, tiene sentido —dijo el waldahud—. Por todos los dioses, tiene sentido. Dije que no había una buena teoría que explicara por qué las galaxias adquirían o mantenían formas espirales. Que fueran dispuestas así deliberadamente por materia oscura consciente… Es inconcebible, pero tiene sentido.
Keith desconectó el micro.
—Pero… ¿Pero qué pasa con las otras galaxias? Dijo usted que las tres cuartas partes de todas las galaxias son espirales.
Jag encogió los cuatro hombros.
—Pregúntele.
—¿Convertisteis muchas galaxias en espirales?
—No nosotros. Otros.
—Quiero decir, ¿otros de vuestra especie convirtieron muchas galaxias en espirales?
—Sí.
—¿Pero por qué?
—Tenemos que mirarlas. Hacemos bonitas. Hacemos… hacemos… una cosa para expresiones no matemáticas.
—Arte —dijo Keith.
—Arte, sí —dijo Ojo de Gato.
Fuera de su silla, Jag se dejó caer sobre cuatro patas, la primera vez que Keith le veía hacerlo.
—Dioses —ladró, con un hilo de voz—. Dioses.
—Bueno, ciertamente llena ese agujero teórico del que hablaba —dijo Keith—. Incluso explica eso que mencionó acerca de las galaxias viejas girando más deprisa de lo que la teoría sugiere. Las estaban obligando a girar, para que pudieran generar brazos espirales.