11 de mayo de 1945
Respuesta de Robert Esménard a Marc Aldanov
Efectivamente, y por desgracia, la señora Némirovsky fue detenida en julio de 1942, conducida al campo de Pithiviers y deportada. Meses después, su marido corrió la misma suerte. No hemos vuelto a tener noticias de ninguno de los dos y estamos profundamente angustiados por ellos.
Sé que la señorita Dumot, que salvó a las dos pequeñas, las está educando perfectamente. Para permitírselo, precisamente, debo decirle que, desde la detención de la señora Némirovsky, he entregado a la señorita Dumot sumas importantes, puesto que ascienden a 151.000 francos, y que en la actualidad sigo pagándole una mensualidad de 3.000 francos.
1 de julio de 1945
André Sabatier a Julie Dumot
Desde que los deportados y los prisioneros han empezado a regresar a Francia, pienso muy a menudo en usted y en sus pequeñas. Supongo que, por el momento, no ha sabido nada, porque no me cabe duda de que en caso contrario me lo habría comunicado. Por mi parte, no he podido obtener la menor indicación. He pedido a la señora Bernard 19, que conocía a la señora Némirovsky y que actualmente se encuentra en la Cruz Roja, que haga las gestiones necesarias para que podamos saber algo. Por supuesto, si me enterara de algo, sería usted la primera en saberlo. Hay una pregunta que quería hacerle: ¿qué ha sido de los papeles que se encontraban en Issy en el momento de la detención de la señora Némirovsky? He oído decir que había una gruesa novela acabada. ¿ Tiene usted ese texto? Si es así, le ruego me lo comunique; tal vez podríamos publicarla en nuestra revista La Nef
16 de julio de 1945
André Sabatier al padre Englebert
Le escribo por un asunto totalmente inesperado. Se trata de lo siguiente: sin duda conoce usted el nombre y la reputación de Iréne Némirovsky, una de las mejores novelistas que ha tenido Francia en el curso de los años que precedieron a la guerra. Judía y rusa, la señora Némirovsky y su marido fueron deportados en 1942, seguramente a un campo de Polonia. Nunca hemos podido saber nada más sobre ninguno de los dos. En la actualidad, el silencio sigue siendo total y lo cierto es que hemos perdido toda esperanza de volver a verlos con vida.
Iréne Némirovsky dejó en Francia a sus dos hijas pequeñas, Denise y Élisabeth Epstein, al cuidado de una amiga. He visto recientemente a la persona que se ha ocupado de ellas, y me ha explicado que había conseguido que aceptaran a las pequeñas en el pensionado de las Hermanas de Sión. El acuerdo estaba cerrado; sin embargo, en el último momento, la superiora se desdijo so pretexto de carecer de plazas, con el consiguiente disgusto y trastorno para la pobre señora que se ocupa de las niñas. ¿Podría usted averiguar qué ha ocurrido? Y si tiene usted alguna influencia sobre esas hermanas, ¿podría intervenir para que en octubre Denise y Élisabeth puedan iniciar el curso en dicha institución?
Como usted comprenderá, nos preocupa extraordinariamente el bienestar de esas dos niñas. En cualquier caso, incluso si no pudiera usted hacer nada, le agradezco por anticipado las molestias que no dudo se tomará.
23 de julio de 1945
Comunicación telefónica: Chautard (Unión Europea Industrial y Financiera) a André Sabatier
El señor de Mézières de la U.E. 20 está dispuesto a hacer algo en favor de las hijas de Iréne Némirovsky, en colaboración con nuestra editorial.
[nota manuscrita: esperar que se ponga en contacto con nosotros]
Estarían dispuestos a desembolsar 3.000 francos al mes.
Un pensionado religioso en la zona de París vendría a costar 2.000 francos por mes y niña.
7 de agosto de 1945
Omer Englebert a Robert Esménard
Tengo el placer de anunciarle que las hijas de la novelista rusa judía (ahora mismo no consigo acordarme de su nombre), por las que se interesa usted y que el señor Sabatier me recomendó de su parte, han sido admitidas en las Hermanas de Sión de Grandburg, por Evry-Petit-Bourg. La madre superiora acaba de comunicarme que podrán incorporarse al comienzo del próximo curso.
29 de agosto de 1945
Julie Dumot (rue Pasteur46, en Marmande) a André Sabatier
No sé cómo darle las gracias por todos sus desvelos. Estoy muy contenta por las niñas, sobre todo por Babet, que sólo tiene ocho años y todos sus estudios por delante. En cuanto a Denise, que ahora va muy bien, podrá perfeccionarse en esa institución de primera categoría, tal como deseaba su madre. Le estoy muy agradecida por haber hecho realidad los deseos de sus padres. Si Denise no puede continuar sus estudios, necesitará al menos su título para poder trabajar; pero todo eso se verá muy pronto. Su amable carta me ha encontrado aquí, donde he traído a las niñas para pasar las vacaciones. Denise está totalmente restablecida. Las radiografías muestran que no le queda el menor rastro de pleuritis. A Babet la operarán de anginas y vegetaciones la semana que viene. No he podido hacerlo antes porque el médico estaba de vacaciones, lo que me obligará a retrasar ocho días la vuelta a París.
Sí, señor Sabatier, se había hablado de que la Société des Gens de Lettres haría algo por las niñas. El señor Dreyfus, a quien expuse mi caso, que con 3.000francos no podía llegar a fin de mes (Denise ha estado en tratamiento seis meses), se ocupó de hablar con su amigo el señor Robert para ver qué se podía hacer por las niñas. Se lo comuniqué el mismo día al señor Esménard, que está al corriente. Para cualquier referencia sobre mí, Tristan Bernard me conoce desde los dieciséis años.
3 de octubre de 1945
Ediciones Albin Michel a Julie Dumot
12.000 francos: sept.-oct.-nov.-dic. 45.
7 de diciembre de 1945
Robert Esménard (nota para la señorita Le Fur)
El viernes a mediodía estuve en casa de la señora Simone Saint-Clair, que forma parte de un comité cuyo fin es ayudar a las hijas de Iréne Némirovsky. Determinadas personas y agrupaciones entregarán una suma mensual al notario que se les ha designado, en principio, hasta que terminen el bachillerato. Cuando la mayor, Denise, haya obtenido el título, imagino que esa cuestión será revisada.
Aparte de eso, con los donativos que se reciban, se constituirá un fondo para las hijas de Iréne Némirovsky que podrán disponer de él una vez alcancen la mayoría de edad. Hay ya cierta suma, en la que está comprendida una entrega de la Banque des Pays du Nord, donde estaba empleado el señor Epstein, algo así como 18.000 francos, correspondientes a 3.000 francos de mensualidad con cierta retroactividad.
A través del notario, la señorita Dumot tendrá a su disposición inmediatamente una suma X, para compensarla por los gastos que ha soportado, y, en adelante, recibirá cierta cantidad mensual. En lo concerniente a nuestra editorial, he dispuesto que a partir de la fecha de la última mensualidad, que entregué el 31/12/45, se pague una suma mensual de 2.000 francos, sin que naturalmente se compensen con los derechos de autor de Iréne Némirovsky. Además, renuncio a la cantidad de 2.000 francos mensuales sobre los derechos de la señora Némirovsky a partir del mes en que comencé las mensualidades, es decir, esas mensualidades tienen un efecto retroactivo a partir del primer desembolso.
Se darán amplios comunicados a la prensa para la ayuda a constituir.
24 de diciembre de 1945
W. Tideman a Iréne Némirovsky
Soy periodista de un diario de Leyde (Holanda), al que he ofrecido traducir una novela o un cuento francés, que se publicaría en forma de folletín. Acaban de responderme que están de acuerdo en publicar lo que les aconseje o envíe. Les he hecho notar que habría que pagar derechos de autor y que serían bastante más elevados para una novela ya publicada aquí, puesto que los editores exigirían su parte, que para un relato original no editado, ya que sólo tendrían que tratar con el autor. Y he pensado en usted, aunque sólo conozco sus novelas.
29 de diciembre de 1945
Respuesta de Albin Michel a W. Tideman
Ha llegado a mi conocimiento la carta remitida por usted a nuestra editorial a nombre de Iréne Némirovsky, a la que desgraciadamente no puedo entregársela.
En efecto, la señora Némirovsky fue arrestada en julio de 1942 y posteriormente deportada, creemos que a Polonia. Desde la fecha de su detención, nadie ha vuelto a tener noticias suyas.
Agradecimientos
Toda mi gratitud para:
Olivier Rubinstein y todas las personas de Editions Denoël, que acogieron este manuscrito con entusiasmo y emoción; Francis Esménard, presidente y director general de la editorial Albin Michel, que tuvo la enorme generosidad de aceptar que se publicara una parte de un pasado del que es depositario;
Myriam Anissimov, el vínculo entre Romain Gary, Olivier Rubinstein e Iréne Némirovsky,
y Jean-Luc Pidoux-Payot, que contribuyó a la relectura del manuscrito ayudándome con sus inestimables consejos.
DENISE EPSTEIN