Babi se pone un poco a pensar cual es la nueva pista. Al final va a los Dos Pinos. En el jardín cerca de su escuela hay un banco donde siempre se besa con Marco. Allí abajo hay una bolsa con un billete de la lotería Agnado y un nuevo mensaje. La búsqueda continua. Va a una pequeña joyería en el centro y le obligan a cantar una canción enfrente a algunos clientes. Una vendedora le da bellísimos zarcillos turquesas y otro papel. En Benetton la espera una chaqueta con una falda vinotinto. El próximo mensaje la lleva a un negocio en Via Veneto donde, resolviendo un rompecabezas, recibe un par de bellísimos zapatos de piel combinados con el vestido. De ahí la búsqueda la lleva a Viña Stelluti. La vieja floristería antes de la plaza a la derecha le da una bella orquídea y otro mensaje. En Euclide ahí vecino le fue pagado su postre preferido. Mientras Babi come una de esos pasteles con crema y pedazos de fruta encima, la cajera le da el ultimo papeclass="underline" tu postre predilecto, ya te lo gastaste, hay algo que faltaste… o quizás ya te parece estresante? Si no puedes vivir sin ‘I’ ve donde empezaste.
Babi come el ultimo pedazo del pastel, aquel del medio, con el pedazo de la uva. Se limpia la boca, después se marcha. Enciende la Vespa y baja por la Viña Stelluti. Si su madre la viera en ese momento, no la reconocería. Tiene un bellísimo traje vinotinto, elegantes zapatos de piel, los Ray-Ban pequeños, esplendidos zarcillos turquesa, una orquídea entre los cabellos y en el bolsillo una riqueza potencial, el billete de la lotería. Raffaella, si la viera, estaría feliz. Ahora Babi tiene también una calida bufanda de cachemir alrededor del cuello.
Babi gira en plaza Euclide y se para enfrente de la reja de Villa Glori. Justo donde inicio la búsqueda del tesoro. Reconoce el GT azul oscuro. Comienza a correr. Marco esta allí, apoyado al árbol. Babi corre a su encuentro y lo abraza. Marco saca de detrás de la espalda una rosa que tenia escondida hasta ese momento.
‘Ten tesoro. Feliz mesiversario.’
Babi mira feliz la rosa. Después lanza de nuevo sus brazos a su cuello y lo besa con pasión. Esta de verdad enamorada. Como no podría estarlo después de todo esto? Marco la alega ligeramente, siempre agarrandola por la espalda.
‘Dejame ver… estas bellísima así. Eres muy elegante. Pero quien te eligió todas estas bellas cosas?’
Marco le arregla la bufanda azul alrededor el cuello. Babi lo mira sonriendo con sus grandes ojos azules.
‘Tu, tesoro.’
Marco la abraza. Van hacia la salida.
‘Puedes dejar la Vespa aquí?’
‘Porque, a donde vamos?’
‘A agarrar un aperitivo y después a comer algo.’
‘Debo avisarle a mi madre.’
Babi se monta en el GT. Marco gentilmente se ocupa de meter el candado a la rueda anterior de la Vespa. Después se monta en el carro y se aleja veloz en el trafico de la noche. Babi telefona a su mama. Están jugando a las cartas en casa de los Bonelli. Raffaella es tan concentrada con las cartas que escucha distraída el cuento de Babi. Se va a comer una pizza. Esta Marco pero naturalmente hay un grupo de amigas. La Vespa la deja donde Pallina, la iría a buscar el día después, Marco le ha regalado una bufanda. Justo la ultima noticia es la que alegra a Raffaella. Babi tiene permiso de ir.
Comen en el Matriciano, una pizzería-restaurante en la vía Gracchi in Prati, muy famosa porque van actores y personajes notables.
Hablan de la búsqueda del tesoro. Babi le dice cuanto se divirtió. Cuanto le gusto todo, cuanto serian envidiosas sus amigas. Marco habla poco, pero no logra esconder lo orgulloso que esta de la idea.
Se burla del hecho que fue a Villa Glori, preocupado que ella no hubiera entendido algún mensaje y nunca hubiera llegado. Babi se hace la ofendida. Marco le sonríe. Babi se toca los cabellos. El la acaricia la mano. Entra un notorio actor con una bella chica aun no famosa. Se volverá rápido, al menos en alguna novela o reality, juzgando por su comportamiento. Un mesonero saluda al actor y le consigue rápido un puesto. Babi lo mira. Se gira varias veces a mirarlo y le dice a Marco. El le sirve de beber fingiendo suficiencia y desinterés a esa noticia. La mayor parte de las personas del loca se comportan como Marco. Algunos no resistiendo se voltean a mirar al actor. Algún otro lo saluda, orgulloso de poder demostrar que es su amigo. El actor regresa los saludos, después le confía a la bella chica que no sabe quien será esa gente. Ella ríe mas o menos honestamente. Quizás se convertirá de verdad una discreta actriz. Muchos continúan a comer fingiendo como si lo vieran todos los días. En realidad no se entiende muy bien porque el Matriciano es tan famoso. La gente va para encontrarse a personajes famosos, pero cuando estos llegan todos fingen de no verlos.
Mas tarde dan un breve paseo en el centro. Entran en Giolitti y piden un helado. Babi casi pelea con el camarero para tener doble sirop. Marco paga un adicional tratando de contentarla. Después, discutiendo todavía del helado, del camarero, de Giolitti y del doble sirop casi no se dan cuenta de terminar en casa de Marco. Abren la puerta lento para no despertar a los padres. Caminan en las puntas de los pies hasta su cuarto. Cierran la puerta y con un poco de tranquilidad prenden la radio. La tienen baja. Un tierno beso la lleva a la cama. En Tele Radio Stereo una calida voz femenina anuncia otro disco romántico. Un poco de luna entra por la ventana. En esa mágica penumbra, Babi se deja acariciar. Lentamente Marco se apodera del vestido que le ha regalado. Ella se queda en ropa intima. El la besa entre el cuello y la espalda, acariciándole los cabellos, le toca el seno, el pequeño abdomen liso. Después se la lleva encima y la mira.
Babi esta allí, encima de el. Tímida y ligeramente asustada, lo mira. Marco le sonríe. Sus dientes blancos aparecen en la penumbra.
‘Estaba segura que elegirías este. Estas bellísima.’
Babi abre los labios. Marco se inclina hacia ella besándola. Ella, casi inmóvil, delicada y suave, responde su beso. Esa noche en Tele Radio Stereo pasaron las mas bellas canciones compuestas en el mundo. O al menos así les parece a ellos. Marco es dulce y tierno e insiste a largas para tener algo mas. Pero no sirve de nada. Tiene solo el placer y la fortuna de ver como ella esta sin la parte de arriba, nada mas. Mas tarde la lleva a casa. La acompaña hasta su puerta y la besa tiernamente escondiendo esa extraña rabia. Después regresa manejando veloz en la noche. Se recuerda esa canción de Battisti que hablaba de una chica igual a una torta de vainilla decorada. Una chica feliz de no ser comida.
‘Practicamente igual a ella, y yo solo he probado solo una cucharadita.’ Después piensa en toda la búsqueda del tesoro, en cuanto ha gastado. El tiempo que tardo por hacer esas frases que rimaran. Los lugares que eligió y todo el resto. Entonces gira y decide de ir al Gilda. Otro pensamiento le quita hasta el ultimo escrúpulo. Aparte de todo el resto, Babi logro tener su helado con doble sirop.
Los recuerdos…
De repente hay un extraño silencio. La clase esta como inmóvil, en el aire. Babi mira las chicas alrededor de ella, sus amigas. Simpáticas, antipáticas, flacas, gordas, bellas, feas, tiernas. Pallina. Alguna hojea veloz el libro, otra releen preocupadas la lección. Una, particularmente nerviosa, se masajea los ojos y la frente. Alguna otra baja la cabeza tratando de esconderse. Es el momento de las interrogaciones. La Giacci pasa su índice castigador por el registro. Es toda una escena. Ya sabe donde pararse. ‘Giannetti!’ Una chica se alza dejando en el pupitre sus esperanzas y un poco de su color. ‘Festa.’ También Silvia agarra su cuaderno. Logro copiar la versión por un pelo. Avanza entre dos filas de pupitres, y después va a la cátedra y deja el cuaderno. Se para también cercano a la puerta, de lado a la Giannetti. Las dos se miran desconsoladas, tratando de hacer fuerza en aquella dramática suerte común. La Giacci alza la cabeza del registro y mira alrededor. Algunas chicas sostienen su mirada para mostrar que están seguras y tranquilas. Una farsante preparada sopla vistosamente, casi ofreciéndose. Todos los corazones saltan un poco acelerando.