‘Quien te abrió, Maria?’
‘Si, esta haciendo el café.’
‘Pero que hora es?’
‘Las diez.’
Step finalmente se para de la cama.
‘Pero no me podías dejar dormir un poco mas?’
Step va al baño. Agarra la tapa del inodoro que lanza contra la cerámica haciendo un rumor seco. En el cuarto, Pollo abre el periódico ‘Corriere dello Sport’ y alza un poco la voz.
‘Me debes acompañar a retirar la moto donde Sergio. Me ha llamado diciendo que esta lista. Ah, has visto que la Lazio ha confirmado a Stani, el defensor del Manchester. Muy bueno ese Jaap.’
Pollo comienza a leer un articulo, después, sintiendo que Step no termina:
‘Pero que, te bebiste un río?’
Step presiona la manija para bajarla.
Regresa en el cuarto, agarrando el paquete de Euclide.
‘Te lo justifico solo porque llegaste con estos.’
Después va a la cocina seguido por Pollo. La cafetera humeando fue puesta en una tabla de madera. Cerca esta una jarra con la leche calentada y un cartón normal azul con leche fría entera.
Maria, la señora de la limpieza, es una pequeña mujer de casi cincuenta años. Sale de la cuartito cerca donde apenas ha terminado de planchar.
‘Maria ves a este?’ Step indica a Pollo. ‘Cualquiera que haga o diga, en esta casa el no debe entrar antes de las once.’ Maria lo mira un poco preocupada.
‘Le he dicho que usted quería dormir. Pero sabe que me respondió? Que si no abría derribaba la puerta.’ Step mira a Pollo.
‘Le has dicho así a Maria?’
‘Bueno de verdad…’ Pollo sonríe. Step finge estar molesto.
‘Le has dicho eso? Me asustas a Maria…?’ Step agarra en el aire el cuello de Pollo llevándoselo debajo del brazo e inmovilizándole la cabeza. ‘Le has dicho así, eh? Haces de nazi aquí en mi casa y te buscas problemas.’ Agarra la llama de la leche hirviente y se la acerca a la cara.
Pollo siente el calor y grita exagerando. ‘Ay Step, quema… anda coño, me duele.’ Step lo aprieta un poco mas.
‘Ah, dices puras groserías, ahora estas loco. Dile disculpas a Maria rápido. Adelante, pidele perdón.’ Maria mira preocupada la escena. Step avecina aun mas la llama a la cara de Pollo.
‘Ay, me quemaste. Discúlpame Maria, disculpa.’ Maria se siente culpable de todo lo que esta sucediendo.
‘Step déjalo. Me equivoque. No dijo que tiraba la puerta. Soy yo la que entendió mal. Eso, dijo que pasaba mas tarde. Si, ahora recuerdo, ha dicho justo así.’ Step suelta a Pollo. Los dos amigos se miran. Después comienzan a reír. Maria los ve sin entender muy bien. A un cierto punto Step para.
‘Esta bien Maria. Gracias. Este tipo necesitaba una lección. Puedes ir para allá. Veras que de hoy en adelante se comportara mejor.’
Maria mira arrepentida a Pollo. Con un guiño trata de hacerle entender que no quería que llegara a tanto. Después agarra las cosas apenas planchadas y las lleva hacia los cuartos. Step divertido la mira alejarse. Después se voltea donde Pollo. ‘Pero que, eres tonto? Me aterrorizas a la camarera?’
‘Pero ella no me quería abrir.’
‘Bueno, tu pides por favor no? Que haces, le dices que vas a tumbar la puerta? La próxima vez te quemo en serio esa cara que tienes.’
‘Entonces déjame las llaves, no?’
‘Si, para cuando no este me pules la casa.’
‘Que, estas bromeando? De verdad piensas que podría hacer una cosa así?’
‘No, la verdad no. Lo dudo pero es mejor no darte la posibilidad.’
‘Que infame eres, regrésame rápido mis sándwiches.’
Step sonríe y desaparece uno inmediatamente devorándolo. Pollo abre el periódico y se hace el ofendido. Step se sirve el café. Después le echa café caliente y un poco del frió. Después mira a Pollo. ‘Quieres un poco de café?’
‘Si, gracias.’ Responde con seriedad. No esta todavía dispuesto a ceder del todo. Step le echa un poco en una taza.
‘Anda, me baño y te acompaño a buscar la moto.’ Pollo bebe un poco del café.
‘Hay solo un pequeño problema. Me faltan doscientos euros.’
‘Pero como, con todas las cosas que agarraste anoche?’
‘Tenia un saco de deudas. Debí pagar la comida, la tintorería y después debía restituirle dinero a Furio, el del Toto.’
‘Como carajo juegas siempre en el Toto Nero si no tienes nunca un euro.’
‘Es por eso, tengo a la suerte. Aunque guarde ciento cincuenta euros para la moto, Sergio llamo y dijo que tuvo que cambiar el otro pistón, cojines y el resto. Después cambio de aceite completo y otras cosas que no recuerdo. Moraleja: cuatrocientos euros. La moto me sirve. Esta noche es la carrera, debería subirla al menos a cien. Tu que haces, vienes?’
‘No lo se. Mientras tanto busquemos doscientos euros.’
‘Ya. Sino no se va a ninguna parte.’
‘Tu no vas a ninguna parte.’ Step le sonríe, después va al cuarto de Paolo, su hermano. Comienza a hurgar en las chaquetas. Abre las gavetas del armario. Después pasa a las mesitas de noche. Pollo esta en la puerta y lo ve. Mira alrededor. Step se da cuenta.
‘Que rayos haces ahí parado. Te la das de palo en mi casa? Dale, dame una mano.’
Pollo no se lo hace repetir dos veces. Va hacia la otra parte de la cama. Abre la gaveta de la otra mesita de noche.
‘Tipo prudente tu hermano, no?’ Pollo mira a Step. Tiene en la mano una caja de condones y una sonrisa estupida en la cara.
‘Muy prudente! Tan prudente que no deja mas ni medio euro olvidado.’
‘Bueno, tendría razones. Después de todas las veces que lo limpiamos…’ Pollo se mete tres preservativos en el bolsillo antes de regresar la caja a su lugar. Es optimista. Step trata de conseguir algún escondite posible.
‘Nada que hacer, no hay nada por ningún lado. Yo no tengo ni un euro para prestarte.’ Por la puerta pasa Maria con algunas camisetas y suéteres de Step en la mano derecha y camisas de Paolo perfectamente planchadas en la izquierda.
Pollo le indica con la cabeza. ‘Y a ella? Podemos pedirle?’
‘Pero como! Le debo todavía el dinero de los periódicos de la semana pasada.’
‘Entonces como hacemos?’
‘Estoy pensando. El Siciliano y los demás son mas pobres que nosotros, así que ni hablar. Mi mama esta de viaje.’
‘A donde?’
‘A las islas canarias creo, o a Seychelles. Igual si estuviera aquí no seria el caso.’ Pollo asiente. Sabe perfectamente como es la relación de Step con su mama.
‘Y tu padre? No te los puede prestar?’ Step agarra una camisa apenas planchada y la lanza en la cama donde ya ha preparado los boxers y los jeans.
‘Si, voy hoy a comer con el. Me ha llamado ayer diciendo que debe hablar conmigo. Ya se que me va a decir. Me preguntara que intención tengo acerca de la universidad y el resto. Y yo que hago? En vez de responderle le digo: papa dame doscientos euros que debo retirar la moto de Pollo, eh? Diría que no. Maria!’ La mujer aparece en la puerta. ‘Disculpa, donde esta la chaqueta azul oscuro?’
‘Cual, Stefano?’
‘Es como aquella verde militar, solo que azul marino, la compre el otro día. Es como la de los policias.’
‘Ah, ya se cual es, la metí en el armario de su hermano. Pensé que era suyo.’ Step sonríe. Paolo con una chaqueta del genero. Seria todo un show. El y su ropa. Step va al corredor. Abre el armario. Ahí esta su chaqueta. Fácil de encontrar. Es el único entre tantas chaquetas a cuadros y trajes grises.
Step se aprovecha y comienza a revisar la ropa del hermano, nada que hacer. Después regresa al cuarto. Pollo esta en su cama. Tiene la billetera abierta. Revisa sus finanzas esperando un milagro que no le llego. Lo cierra disgustado. ‘Entonces?’
‘Se feliz. He conseguido la solución.’
‘Y esa seria?’
‘El dinero me lo dará mi hermano.’
‘Y porque debería dártelos?’