‘Tienes razón, se las haré pagar! Tengo una idea. Vayamos donde Fabio!’
Marco ríe divertido sirviéndole a la chica del frió vino Galestro. Sabe divertir a una chica casi lo mismo que como no sabe elegir un buen vino.
Esa noche la Nueva Florentina puede estar orgullosa. Nunca había tenido un mesonero tan lindo. Una mesonera, para ser exactos. Babi avanza entre las mesas con las pizzas en mano. No tiene dudas. Esa de la mozzarella sin aliños es para Marco. Cuantas veces la escucho ordenarlas. Cuantas veces con amor le hizo probar un pedazo, llevándolo a su boca.
Otra puntada. Decide no pensar. Se voltea. Fabio y Pallina están cerca de la caja. Le sonríen apoyándola desde lejos. Babi toma fuerzas. Esta molesta. La cerveza era buena y la esta ayudando a llegar a la mesa de Marco.
‘Esta es para ella.’
Pone la pizza blanca de jamón con poco aceite a la chica que la mira sorprendida.
‘Y esta es para ti, gusano!’ Marco no le da tiempo de sorprenderse. La mozzarella sin aliños le cae en la cabeza con todo el tomate, mientras que la masa caliente, quemándolo se transforma en un incomodo sombrero. Fabio y Pallina comienzan a reír en un aplauso, seguidos por todo el restaurante. Babi, ligeramente ebria, se inclina agradeciendo. Después se aleja con Pallina bajo el brazo seguida por divertidos comentarios de los presentes y la mirada estupida de la acompañante.
Regresan en la Vespa en silencio. Babi se aguanta abrazada fuerte a Pallina. Pero no es miedo. Por la calle hay mucho menos tráfico. Con la cabeza apoyada en la espalda de la amiga mira los árboles desfilar frente a ella, las luces rojas y blancas de carros a lo lejos. Un autobús naranja le pasa cerca. Cierra los ojos. Un escalofrío la toma de sorpresa, después la abandona. Siente frío y calor y se siente sola. Siempre en silencio llegan debajo de su casa. Babi baja de la Vespa.
‘Gracias Pallina.’
‘De que? No he hecho nada.’
Babi le sonríe. ‘La cerveza estaba buenísima. Mañana en la escuela te brindo la merienda. Debemos festejar.’
‘Festejar que?’
‘La libertad completa.’ Pallina la abraza. Babi cierra los ojos. Se le sale un sollozo, después se separa y se aleja. Pallina la mira subir las escaleras corriendo y desaparecer dentro del portón. Después enciende la Vespa y se aleja en la noche. Mas tarde Babi, mientras se quita la ropa, saca el dinero de los bolsillos de los jeans. Cuando mete la mano para ver que hay todavía algo más ahí, queda sorprendida. Entre tantas lagrimas, sale una sonrisa. El gancho de Pallina con los corazones de colores esta ahí. Se lo metió ella, cuando estaban abrazadas.
Un pequeño regalo para animarla, para hacerla sonreír. Lo ha logrado. Pallina es verdaderamente una amiga. Marco, sin embargo, fue verdaderamente un idiota. Babi sonríe poniéndose el pijama. En toda esta tragedia piensa que hay algo de divertido. Si hubiéramos ido como siempre a Baffetto nunca lo hubiéramos atrapado. Babi se lava los dientes. Que extraño, justo esta noche, decidimos ir a la Nueva Fiorentina. Babi se mete bajo las sabanas. Si, Marco fue un idiota, y espero que lo sea por toda su vida.
Pallina gira a la derecha. Decide pasar saludando a su amigo Dema.
Un gato atraviesa la calle. No mira si es negro o no. Pallina no cree en la suerte. Ella prefiere miles de veces la pizza de Baffetto que el calzone de la Nueva Fiorentina. No la cambiaria por nada en el mundo. Pero esa noche, cuando Fabio la llamo diciéndole que ahí estaba el novio de Babi con otra, no tuvo dudas. Era la ocasión que esperaba desde hace tiempo. Supo muchas historias acerca de las aventuras de Marco. No pueden ser solo rumores. Pero si se las hubiera contado, estaba segura que Babi no le hubiera creído. O quizás si. Y ahí se hubiera arruinado una amistad. Mejor echarle la culpa al destino. Pallina llama a Dema por el intercomunicador. Le responde una voz somnolienta.
‘Si, quien es?’
‘Pallina. Todo esta hecho.’
‘Lo atraparon?’
‘In fraganti! Como una rata con el queso en la boca o mejor como un gusano con la pizza en la cabeza.’
‘Porque, que sucedió?’
‘Si bajas te cuento.’
‘Y como lo tomo Babi?’
‘Malito…’
‘Espera, me visto y bajo.’
Pallina se peina hacia atrás los cabellos. Solo por un momento extraña su gancho de cabello. Pobre Babi, pero mejor así. Quizás sufriría un poco, pero mejor ahora que después. Cuando hubiera estado más enamorada. Rápido regresara a estar alegre. Y la sonrisa de una amiga vale mucho más que un gancho, mucho más que una pizza margarita. Aun si es de Baffetto.
Bajo la ducha Babi se peina los cabellos llenos de crema. El 103.10 de la radio transmite los últimos éxitos americanos. Anastacia subió al tercer puesto. Babi tira la cabeza hacia atrás llevada por ese lento correr debajo de la ducha. Una cascada de agua ligera se lleva la crema, deslizando por su cara, tocándole sus gestos, la suave piel.
Alguno toca a la puerta.
‘Babi… te quieren en el teléfono.’
Es Daniela.
‘Ya voy.’ Agarra rápido una toalla y va a la puerta. Daniela le da el inalámbrico.
‘Habla rápido que espero la llamada de Andrea.’ Babi se encierra de nuevo en el baño y se sienta en el suave cobertor del inodoro.
La voz de Pallina es sorprendente.
‘Estabas bajo la ducha?’
‘Naturalmente, ni no entonces no habrías llamado! Que es tan urgente?’
‘Me llamo Pollo hace diez segundos. Dijo que le fue buenísimo conmigo. Se disculpo por lo que paso en el restaurante y dice que me quiere ver. Me pidió que esta noche fuera con el a las carreras.’
‘Que carreras?’
‘Esta noche van unos cuantos a la avenida La Olímpica con las motos y compiten. Velocidad, sobre una sola rueda en dos. Recuerdas, que Francesca contó que fue. Dijo que es genial. Ella fue una groupie…!’
‘Groupie?’
‘Si, esas que van detrás las llaman así porque se montan con una correa y se amarran así al que maneja. La regla es que deben estar de espaldas.’
‘Volteados de espaldas? Pallina pero que, te volviste cretina? Casi me lamento haberme sacrificado por ti…’
‘Sacrificada como?’
‘Como que como? La nota y todo eso!’
‘La estas haciendo fastidiosa esa historia de la nota!’
‘Mientras tanto estoy castigada y no puedo salir hasta el lunes.’
‘Esta bien, si nunca te pedí que vinieras conmigo. Solo quería un consejo. Que dices, voy?’
‘Ir a ver a esos que corren es aun mas estupido que ir a correr con la moto. Haz como te parezca.’
‘Quizás tienes razón. A propósito. Le dije a Dema que soy novia de Pollo. Estas contenta?’
‘Yo? A mí que me importa. Es tu amigo. Solo te dije que, según yo, si se enterara por otro, se iba a poner mal!’
‘Si, entendí. Pero estuvo bien. Hasta me pareció feliz. Viste que te equivocaste. No es cierto que esta enamorado de mi.’
Babi se acerca al espejo. Con la toalla quita un poco de vapor. Aparece su imagen con el teléfono en mano y la cara molesta. A veces Pallina es tan estresante.
‘Bueno, mejor así no?’
‘Sabes que te digo, Babi? Me convenciste. No voy a las carreras.’
‘Así es! Después hablamos.’
Babi sale del baño. Pasa frente a Daniela y le regresa el teléfono. Daniela no dice anda, pero parece molesta, como si quisiera decir que la hermana tardo mucho con el teléfono. Babi va a su cuarto y se seca los cabellos. Entra Daniela con el teléfono. ‘Es Dema. Es inútil decir que va lo mismo que antes.’
‘Hola Dema, como estas?’
‘Malisimo.’
Babi escucha en silencio. Parece casi ‘una emoción para siempre’, la canción de Eros, fuera escrita para el. ‘Quisiera poder recordarte así…’ pero en que modo, si no tiene nada que recordar? Babi renuncia a decirle. También porque Dema le hace miles preguntes.