‘Coño, no lo creo, esto es el paraíso…’
‘Vayanse al infierno!’
Una chica ligeramente mas cubierta que las otras va hacia la puerta cerrándola en su cara. Los dos amigos se mantienen un momento en silencio.
‘Viste la del fondo a la derecha, los senos que tenia?’
‘La primera a la derecha… el culo de ella lo pasas por alto?’
Pollo agarrar al amigo bajo su brazo, moviendo la cabeza. ‘Cosas increíbles, eh?, Claro que no lo paso por alto, no soy homosexual como tu.’
Así, después de esa breve pausa erótica, regresan a perseguirse.
Stefano abre la hoja de su tarjeta, se la dio Francesco, el instructor del gimnasio.
‘Comienza con cuatro series de apertura, en aquel banco. Agarra los pesos de cinco kilos, te debes alargar y abrir un poco, muchacho. Primero ten una base gruesa, después podrás construir encima.’ Stefano no se lo hace repetir.
Se extiende en la banca arqueada y comienza. Los hombros le duelen, ese peso parece enorme. Hace de los ejercicios laterales, baja a tocar la tierra y de nuevo arriba. Después detrás de la cabeza. De nuevo. Cuatro series de diez, cada día, cada semana. Después de las primeras semanas, ya esta mejor, los hombros no le duelen tanto, los brazos han ligeramente crecido. Comienza a crecerle el pecho, hasta las piernas se han reforzado. Cambia alimentación. En la mañana una merengada con proteínas en polvo, un huevo, leche, hígado de merluza. En el almuerzo poca pasta, un bistec en sangre, levadura de cerveza y granos. Las noches en el gimnasio. Siempre. Alternando los ejercicios, trabajando un día la parte de arriba y otro día la de abajo. Los musculos parecen enloquecer. Reposan, como buenos cristianos, solo el domingo. El lunes se comienza de nuevo. Cualquier kilo de mas, semana a semana, paso a paso, por esto lo apodaron Step. Se volvió amigo de Pollo, Lucone y todo el resto del gimnasio.
Un día, pasados dos meses, llega el Siciliano.
‘Quien quiere hacer flexiones conmigo?’
El Siciliano es uno de los primeros socios del Budokan. Es grueso y potente, nadie quiere competir con el.
‘Coño, nunca los invite a tener una pelea, solo he dicho para hacer flexiones.’
Pollo y Lucone continúan a entrenarse en silencio.
Con el Siciliano siempre terminas en pelea. Si pierdes te molesta hasta el infinito, si ganas, bueno, no se sabe que podría suceder. Nunca ha sucedido que alguien le haya ganado al Siciliano.
‘Entonces, no hay nadie en este gimnasio de mierda que quiera hacer alguna flexión conmigo?’
El Siciliano mira alrededor.
‘Estoy yo.’
Se voltea. Step esta frente a el, el Siciliano lo mira de la cabeza a los pies.
‘Ok. Vayamos para allá.’
Entran en un pequeño cuarto. El Siciliano se quita la guardacamisa enseñando pectorales enormes y brazos bien proporcionados.
‘Entonces, estas listo?’
‘Cuando quieras.’
El Siciliano se echa al suelo. Step de frente a el. Comienzan a hacer flexiones. Step resiste lo mas que puede. Al final, destruido, cae a tierra. El Siciliano hace otras cinco veloces, después se alza y le da una palmada a Step.
‘Bravo, Muchacho, no estas mal. Las ultimas las hiciste todas con esta.’ Y le da amigablemente un consejo. Step sonríe, no logro ganarle. Todos regresan a sus ejercicios. Step se masajea los músculos dolorosos de los brazos. Algo es seguro: El Siciliano es mucho mas fuerte que el, todavía es muy temprano.
Aquel día. Solo ocho meses después.
Poppy y sus amigos están enfrente del Café Fleming, ríen y bromean bebiendo cerveza. Alguno come la pizza roja, todavía humeante, lamiendo los ángulos laterales para parar el tomate que gotea. Algún otro fuma un cigarrillo. Algunas muchachas escuchan divertidas el cuento de un tipo que hace muchos gestos, hablando acerca de su tema principaclass="underline" fue despedido, pero finalmente tuvo una satisfacción. Rompió todas las botellas del local, la primera en forma particular.
‘Saben que he hecho? Me había molestado tanto que le lance la botella en la cabeza.’
También Annalisa esta ahí. La noche de la riña no había llamado a Stefano, no había sabido nada de ella. Pero no importa. Step no es un tipo que sufre por soledad. Hasta entonces no había tenido mas noticias de ninguno de ellos. Entonces, un poco preocupado, ese día, los fue a buscar.
‘Poppy, amigo, como estas?’
Poppy mira a ese tipo desconocido que viene de frente. Tiene algo familiar, esos ojos, el color de los cabellos, la forma de la cara, pero no lo recuerda. Esta bien ejercitado, tiene brazos gruesos y un buen torso. Step, viendo su mirada intrigante, le sonríe, tratando de ponerlo cómodo.
‘De mucho tiempo que no nos vemos, eh? Como te va?’
Step pasa el brazo detrás de la espalda de Poppy, amigablemente.
El Siciliano, Pollo y Lucone, felices de acompañarlo, se meten en medio del grupo. Annalisa todavía sonríe, cuando se encuentra la mirada de Step. Es la única que lo reconoce. La sonrisa lentamente se va de sus labios. Step deja de mirarla y se dedica totalmente a su amigo Poppy que continua a mirarlo perplejo.
‘Disculpa, pero en este momento no me acuerdo.’
‘Como puede ser!’ Step le sonríe teniéndolo siempre abrazado, como dos viejos amigos que no se ven desde hace mucho tiempo. ‘Me haces sentirme mal. Espera. Quizás te acuerdes de esto.’ Saca del pantalón de los jeans la gorra. Poppy mira esa vieja tela, después la cara sonriente del tipo que lo tiene abrazado. Sus ojos, esos cabellos. Claro. Era ese pequeño que amenazo hace mucho tiempo.
‘Coño…’ Poppy trata de quitarse el brazo de Step, pero la mano de el lo agarra fuerte por los cabellos, inmovilizándolo.
‘Memoria corta, eh? Adiós Poppy.’ Y se lo lleva hacia el y le da un golpe bestial que le aporrea la nariz. Poppy se dobla llevandose las manos a la cara. Step le da una patada en la cara, con toda su fuerza. Poppy salta hacia atrás y se golpea contra la acera con un ruido de hierro.
Rápidamente Step esta encima de el, antes que se levante lo inmoviliza con una mano en la garganta. Con la derecha le da una serie de puños, golpeándolo desde lo alto hasta lo bajo, por la frente, por las cejas, lastimándole el labio.
Da un paso atrás y le da una patada derecha en plena barriga quitándole el aliento.
Alguno de los amigos de Poppy trata de intervenir pero el Siciliano lo bloquea rápido. ‘Bueno, calma, quédate en tu puesto eh?’
Poppy esta en el suelo, Step lo llena de patadas en el cuello, en la barriga. Poppy trata de cerrarse, cubriéndose la cara, pero Step es imposible, golpea en donde consiga un espacio, después comienza a pisarlo arriba. Alza la pierna y le da una patada con el talón. Seco, con fuerza, en el oído, que se rompe rápido, en los musculos de las piernas, en sus caderas, casi saltándole encima, con todo tu peso. Poppy, chillando con cada golpe, moviéndose a gatas, pronuncia un piadoso: ‘Basta, basta, te lo ruego!’, casi tosiendo por la sangre que le salía de la nariz directamente hacia la garganta y escupiendo un poco de saliva que le sale del labio roto y sangrante.
Step se para. Recupera el aliento saltando en sus piernas, mirando a su enemigo en la tierra, inmóvil, destruido. Después se gira y se lanza encima de un rubio que esta a sus espaldas. Es aquel que ocho meses antes lo había bloqueado de atrás. Lo golpea con el puño en plena boca, dándole con todo el peso de su cuerpo. Al tipo le saltan tres dientes. Dos terminan en el suelo. Step lo agarra por la espalda. Inmovilizándolo, comienza a llenarle la cara de puños. Después lo agarra por los cabellos y le bate la cabeza contra el suelo, con violencia. De repente dos brazos fuertes lo bloquean. Es Pollo. Por debajo de las costillas lo tira hacia arriba: ‘Anda Step, basta, vamos, lo estas masacrando.’
Hasta el Siciliano y Lucone se le acercan. El Siciliano ya había tenido problemas con alguno de los otros.
‘Si, vamonos es mejor. Quizás cualquier estupido ha llamado la poli.’
Step regresa a respirar normalmente, da un medio giro hacia los amigos de Poppy que lo miran en silencio. ‘Pedazos de mierda!’ y le escupe a uno que esta cerca con un vaso de Coca-Cola en mano, golpeándolo en plena cara. Pasa frente a Annalisa y le sonríe. Ella trata de devolver la sonrisa, un poco asustada, sin entender bien que hacer. Mueve apenas el labio superior y le sale una extraña mueca. Step y los otros se montan en sus motos y se alejan. Lucone maneja como un loco, con el Siciliano detrás, gritan ambos, yendo arriba y abajo, dueños de la calle. Después se acercan Pollo, con Step atrás.