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Mas tarde también regresa Claudio. Discute bastante con Babi por la justificación falsa, por los cinco mil euros gastaos, por el comportamiento de los últimos días. Después se pone frente a la televisión, finalmente tranquilo, esperando que este pronta la comida. Pero justo en ese momento lo llama Raffaella desde la cocina. Claudio llega rápido a donde esta su mujer.

‘Que sucede ahora?’

‘Mira…’ Raffaella le señala las dos latas de cerveza que se había bebido Step.

‘Es cerveza. Y entonces?’

‘Estaba escondida en la bolsa de la basura debajo de unas cosas.’

‘Bueno, bebieron cerveza. Que tiene de malo?’

‘Ese muchacho estuvo aquí esta tarde. Estoy segura…’

‘Que muchacho?’

‘Ese que golpeo a Accado, ese por el cual tu hija no fue a la escuela. Stefano Mancini, Step, el muchacho de Babi.’

‘El muchacho de Babi?’

‘No ves como cambio? Imposible que nunca te des cuenta de nada… es toda tu culpa. Anda a hacer carreras en moto, firma justificaciones falsas… y viste ese rasguño que tiene debajo del ojo? Para mi que seguro el la golpea.’

Claudio se queda sin palabras. Más problemas. Es posible que haya golpeado a Babi? debe hacer algo, intervenir. Lo debe enfrentar, si, lo debe hacer.

‘Toma.’ Raffaella le da un papel.

‘Que es?’

‘La placa de la moto de ese muchacho. Llama a nuestro amigo Davoni, se la das, vas a la dirección que te de y hablas con el.’

Ahora si que lo tiene que hacer. Se agarra a esa última esperanza.

‘Estas segura que es la correcta?’

‘La lei frente a la escuela de Babi el otro día. La recuerdo perfectamente.’

Claudio mete ese papel en la billetera.

‘No la pierdas!’ esas palabras de Raffaella son casi mas que un consejo, una amenaza. Claudio regresa a la sala y se deja caer en el sofá frente a la televisión. Una pareja habla de sus problemas frente a una mujer con rasgos un poco masculinos. Como van a tener ganas de pelear en televisión frente a todos, el no puede siquiera en su casa, solo en la cocina. Y ahora tendrá que hablar con ese muchacho. También lo golpeara a el. Piensa en Accado. Quizás terminara en el mismo cuarto en el hospital. Se harán compañía. Esto tampoco lo alegra. Accado no es tan simpático así. Claudio saca la billetera y va al teléfono. Stefano Mancini, Step. Ese muchacho ya le costo cinco mil euros y dos cervezas. Agarra el papel con la placa de la moto y marca el número de teléfono de su amigo Davoni. Entonces, mientras espera que de la otra parte alguien responda, piensa en su mujer. Raffaella es increíble. Ha visto una o dos veces la moto de ese muchacho y se acuerda perfectamente de la placa. El que lleva un año con su la Mercedes, todavía no se sabe de memoria la suya.

‘Alo, Enrico?’

‘Si.’

‘Hola, es Claudio Gervasi.’

‘Como estas?’

‘Bien, y tu?’

‘Buenisimo… que gusto escucharte.’

‘Escucha, disculpa si te molesto, pero necesito un favor.’ Por un momento Claudio espera que Enrico no sea tan gentil.

‘Pero claro! Dime todo.’

Es cierto, cuando no quieres un favor todos están dispuestos a hacértelo.

No entiende si es un sueño o realidad aquel ligero sonido en la ventana. Quizás el viento. Se mueve en la cama. Lo escucha de nuevo. Un poco más fuerte, preciso, casi una señal. Babi baja de la cama. Se acerca a la ventana. Mira entre las pequeñas fisuras abiertas. Iluminado por la luz de la luna llena esta el. Alza sorprendida la ventana tratando de hacer el menos ruido posible.

‘Step que haces aquí? Como lograste subir?’

‘Facilisimo. Sube por el muro y escale por los tubos. Anda, vamonos.’

‘Adonde?’

‘Nos esperan.’

‘Quienes?’

‘Los otros. Mis amigos, anda, no le des largas, vamos! Que esta vez, si te consiguen tus padres será de verdad malo.’

‘Espera que me ponga algo.’

‘No, vamos por aquí cerca.’

‘Pero no tengo nada bajo la camisa de noche.’

Step le da una sonrisa divertida.

‘Dale cretino. Espera un momento.’ Cierra la ventana, se sienta en la cama y se viste velozmente. Sostén, panties, un suéter, un par de jeans, los Nike y esta de nuevo en la ventana.

‘Vamos, pero salimos por la puerta.’

‘No, bajemos por aquí, es mejor.’

‘Que, bromeas? Tengo miedo. Me caigo y me golpeare durísimo. Y si mis padres se despiertan con un grito y mi golpe, que pasara? Anda, sígueme… pero ve lento!’

Lo guía en la oscuridad de esa casa dormida, entre pequeños pasos y suaves movimientos de manijas avanzan. Quita las alarmas, agarra las llaves y se va. Un pequeño empujón a la puerta que se cierra detrás de ellos, acompañada hasta lo último para no hacer ruido. Después abajo por las escaleras en el patio, sobre la moto en bajada, con el motor apagado para no hacer ningún sonido.

Pasado el portón principal, Step comienza a marchar, mete la segunda y acelera. Vuelan hacia delante, ahora lejos y seguros, libres de andar donde quieran juntos, y para todos durmiendo y solos en sus propias camas.

‘Que hay aquí?’

‘Sigueme y veras. No hagas ruido.’ Están en vía Zandonai, sobre la iglesia. Entran en un pequeño portón. Caminan una calle oscura en medio de algunos arbustos.

‘Aquí es, pasa por debajo.’

Step alza un pedazo de red que fue sacada de su base. Babi se baja estando atenta de no quedarse atada. Poco después caminan en la penumbra sobre hierba cortada y fresca. La luna ilumina todo alrededor. Están en el interior de un complejo.

‘Pero a donde vamos?’

‘Shh.’ Step le indica que se quede callada. Después, escalando un pequeño muro, Babi escucha unos sonidos. Risas lejanas. Step le sonríe y la agarra por la mano. Pasan un arbusto y aparece. Esta ahí, bajo la luz de la luna, azul y transparente, tranquila, inundada por la noche. Una gran piscina. Adentro hay algunos chicos. Se mueven nadando sin hacer mucha bulla. Pequeñas ondas sobrepasan los bordes cayendo sobre la hierba alrededor. Se siente como un extraño respiro, esa agua que va y viene, perdiéndose en el vacío de los bordes.

‘Vente.’ Algunos chicos los saludan.

Babi reconoce los bañadores. Son todos amigos de Step. Ahora ha aprendido algunos nombres: El Siciliano, Hook, Bunny. Son más fáciles que esas presentaciones normales donde todos se llaman Guido, Fabio, Francesco. Están también Pollo y Pallina que se acercan al borde nadando.

‘Diablos, estaba segura que no vendrías. Perdí la apuesta.’

Pollo la aleja del borde. ‘Viste, que te dije?’

Ríen.

Pallina trata de ahogarlo, pero no lo logra. ‘Ahora debes pagar.’

Se alejan dando vueltas y besándose. Babi se pregunta que habrán apostado y le viene alguna vaga idea.

‘Step, pero yo no tengo traje de baño.’

‘Ni yo. Tengo los boxers. Que importa, aquí casi ninguno los tiene.’

‘Pero hace frío…’

‘Traje toallas para después, una también para ti. Anda no le des largas.’

Step se quita la chaqueta. Poco después, toda su ropa esta en el suelo.

‘Mira que sino te lanzo vestida y es peor. Sabes que lo hago.’ Ella lo mira. Es la primera vez que lo ve así desnudo. Pinceladas de plata lunar resaltan aun más sus músculos. Abdominales perfectos, pectorales cuadrados y compactos.

Babi se quita el suéter. Su sobrenombre es justo, piensa. De verdad que merece un 10 con honores. Poco después están los dos en el agua. Nadan cerca. Un escalofrío la hace temblar un poco.

‘Brr, hace frío.’

‘Pronto te calentaras. Ten cuidado de no bajar con los ojos abiertos. Esta llena de cloro. Es la primera piscina abierta de la zona, sabes? Es una especie de inauguración. Dentro de poco llega el verano. Bella no?’

‘Bellísima.’

‘Ven acá.’

Se acercan al borde. Hay botellas que están alrededor.

‘Toma, bebe.’

‘Yo no bebo mucho.’

‘Te calentara.’ Babi agarra la botella y se pega. Siente aquel fresco liquida ligeramente agrio y gaseoso bajarle por la garganta. Es bueno. Se despega de la botella y se la pasa a Step.

‘No esta mal, mi gusta.’

‘Claro, es champaña.’ Step le da un largo trago. Babi mira alrededor. Champaña? Donde la habrán agarrado? Seguramente robaron eso también. ‘Toma.’ Step le pasa de nuevo la botella. Ella decide no pensarlo y bebe otro trago más. Calcula mal y bebe demasiado. Casi se ahoga y la champaña con todas sus burbujas le sale por la nariz. Tose un rato. Step se echa a reír. Espera que se recupere. Después nadan juntos hacia la esquina opuesta. Un arbusto más grande los protege de los rayos de la luna. Deja filtrar solo unos pocos reflejos de plata. Bien rápido brillan entre sus cabellos mojados. Step la mira. Es bellísima. Le besa los labios frescos y rápido se encuentran abrazados. Sus cuerpos desnudos se tocan completamente por primera vez. Envueltos por esa agua fría buscan y encuentran calor entre ellos, conociéndose, emocionándose, deteniéndose a veces para no conservar cierta timidez. Step se aleja de ella, echa hacia atrás un poco y regresa poco después con una nueva botella.

‘Esta esta todavía llena.’ Otra champaña. Están rodeados de ellas. Babi sonríe y bebe, esta vez lentamente, atenta a no ahogarse. Le parece casi más bueno aun. Después busca sus labios. Comienzan a besarse así, espumeantes, mientras ella se siente flotar y no entiende bien porque. Es el efector normal del agua o de la champaña? deja ir la cabeza dulcemente hacia atrás, la apoya en el agua y por un momento deja de girarle. Siente o no siente los sonidos alrededor. Sus orejas, tocadas por pequeñas ondas, terminan cada tanto bajo el agua, con extraños y agradables sonidos silenciosos la acompañan haciéndola sentirse aun más ligera. Step la tiene entre sus brazos, la hace rodar alrededor de el, llevándola. Ella abre los ojos. Breves olas de corriente le acarician las mejillas mientras que otras pequeñas e irrespetuosas alcanzan llegar hasta su boca. Le dan ganas de reír. Mas en alto, nubes plateadas se mueven lentas sobre un azul infinito. Se alza hacia arriba. Abraza sus hombros fuertes y lo besa con pasión. El la mira en los ojos. Le pone una mano bañada sobre la frente y acariciándole los cabellos los lleva hacia atrás, dejando descubierta su lisa cara.

Después baja por sus mejillas, hasta su barbilla, por el cuello, y después mas abajo por su seno rodeado de agua, tomado por el frío y las emociones, y aun mas abajo, ahí donde solo aquella tarde el por primera vez, el y solo el, ha osado tocarla. Ella lo abraza más fuerte. Apoya su mentón sobre su hombro y con los ojos entre cerrados mira hacia lo lejos. Una botella semi-vacía flota poco lejos. Va arriba y abajo. Y ella piensa en el mensaje enrollado que tiene adentro: ‘Ayuda. Pero no me salven.’ Cierra los ojos y comienza a temblar, no solo por el frío. Miles de emociones la toman y de repente entiende. Si, es ella la que esta naufragando.

‘Babi, Babi.’ Se escucha llamar repentinamente y un empujón fuerte. Abre los ojos. Frente a ella esta Daniela.

‘Pero que, no escuchaste el despertador? Anda, apurate que estamos retrasadas. Papa esta casi listo.’

La hermana sale del cuarto. Babi se mueve en la cama. Piensa de nuevo en esa noche, Step que entro en su casa a escondidas. La fuga en la moto, el baño en la piscina con Pallina y el resto. La ebriedad. Ella y el dentro del agua. Su mano. Quizás ha imaginado todo. Se toca los cabellos. Están perfectamente secos. Mala suerte! Fue solo un sueño, bellísimo, pero nada más que un sueño. De debajo del cubrecama estira la mano fuera y busca la radio. La consigue y la prende. Empujada por la nueva alegre canción de los Simple Red, Fake, baja de la cama. Todavía tiene un poco de sueño y un pequeño dolor de cabeza. Se acerca a la silla para vestirse. El uniforme lo tiene ahí pero el resto de la ropa no la preparo. Que gracioso, piensa, se me olvido. Es la primera vez. Tienen razón mis padres. Quizás estoy cambiando de verdad. Me volveré como Pallina. Tan desordenada que se olvida de todo. Bueno, eso querrá decir que seremos aun mas amigas. Abre la primera gaveta. Saca afuera un sostén. Después, mientras hurga en medio de la ropa intima buscando unos pantis, consigue una dulce sorpresa. Escondido en el fondo, dentro de una pequeña bolsa plástica, tiene ropa mojada. Un ligero olor de cloro se esparce alrededor. No fue un sueño. Aquella ropa la puso en la silla la noche anterior, como siempre, solo que esa noche la uso como traje de baño. Sonríe. Después recuerda de haber estado entre sus brazos. Es cierto, ha cambiado. Mucho. Comienza a vestirse. Se pone el uniforme y al final, metiéndose los zapatos, toma una decisión. No le permitirá nunca más ir más allá. Finalmente tranquila, se mira en el espejo. Sus cabellos son los mismos de todos los días, sus ojos los mismos que maquillo hace algunos días. La boca sigue siendo igual. Se peina sonriendo, pone el cepillo y sale rápido del cuarto para desayunar. No sabe que muy rápido cambiara aun más. Tanto así que pasara frente a ese espejo y no se reconocerá ella misma.