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‘Y ganaron?’ Pollo no cree sus oídos.

‘Dividimos el dinero, doscientos euros cada uno!’

‘Juralo, entonces el papa de Babi es un tipo simpático?’

‘Un mito, un verdadero hermano! Imaginate que Francesca me dijo que le gusta bastante.’

‘A mi me parece aburrido!’

‘Porque, cuando lo has visto?’

‘Cuando vine a tu casa a buscar al perro.’

‘Ah si, a propósito, como esta Arnold?’

‘Buenisimo. Ese perro es bastante inteligente. Estoy seguro que dentro de poco aprenderá a traer las cosas. El otro día estaba debajo de la casa, le lance un bastón y fue a buscarlo. Solo que después se puso a jugar en el parque con una perrita. Jugaba con todos, pobrecito, yo creo que la Giacci no lo sacaba nunca!’

Step se para adelante del portón.

‘Ya llegamos. Te pido que no hagas un alboroto.’ Pollo lo mira ofendido.

‘Porque, acaso siempre hago alboroto yo?’

‘Siempre.’

‘Ah si? Mira que solo vine para hacerte un favor.’

Suben al segundo piso. Babi esta haciendo de niñera a Giulio, el hijo de los Mariani, un niño de cinco años con cabellos claros como su piel.

Babi lo espera en la puerta.

‘Hola.’ Step la besa. Ella se queda sorprendida al ver a Pollo. El murmura algo que debe ser un ‘hola’ y se pone rápido sobre el sofá frente al niño. Cambia de canal buscando algo mejor que las estupidas caricaturas japonesas. Giulia naturalmente comienza a quejarse llorando. Pollo trata de convencerlo.

‘No anda, ahora comenzaran a salir las tortugas voladoras.’ Giulio se pone a mirar atento, confiando que saldrán. Pollo también se pone a ver en silencio el programa que coloco. Babi va a la cocina con Step.

‘Se puede saber porque lo trajiste?’

‘Me insistió. Y Pollo le va muy bien con los niños.’

‘No me parece! No termino de llegar y ya lo hizo llorar.’

‘Entonces digamos que lo hice para estar solo contigo.’ La abraza. ‘Claro que soy sincero, tu sacas fuera lo mejor de mi. Como la ropa, entonces, deberíamos quitarla.’

Se la lleva riéndose al primer cuarto que consigue. Babi trata de resistir, pero a la final de deja convencer por sus besos. Terminan los dos sobre una pequeña cama.

‘Ay!’

Step se lleva la mano hacia la espalda. Un carro armado puntiagudo estaba debajo. Babi se echa a reír. Step lo lanza al sofá. Limpia la cama de guerreros electrónicos y algunas partes removibles. Después, finalmente tranquilo, empuja la puerta con el pie y se dedica a su juego favorito. Le acaricia los cabellos besándola, su mano corre veloz por los botones de su camisa soltándolos. Le alza el sostén y la besa en la piel más clara, dulcemente más suave, rosada. De repente algo golpea su cuello.

‘Ay.’ Step lleva veloz la mano a donde fue golpeado. En la oscuridad la ve reírse, armada de un extraño muñeco de orejas puntiagudas. Y esa sonrisa fresca, ese aire ingenuo lo golpean aun más en el fondo.

‘Me lastimaste!’

‘No podemos estar acá, es el cuarto de Giulio. Piensa si entra.’

‘Pero si esta Pollo. Le di órdenes precisas. Ese terrible niño esta acabado, inmovilizado. No se puede levantar del sofá.’

Step regresa a tocarla. Ella le acaricia los cabellos dejándose besar.

‘Giulio es muy bueno. Eres tu el niño terrible.’

Pollo esta comiendo un pan que agarro de la cocina junto a una bella cerveza helada, cuando Giulio se alza del sofá.

‘Adonde vas?’

‘A mi cuarto.’

‘No, te debes quedar acá.’

‘No, quiero ir a mi cuarto.’

Giulio hace para marcharse, pero Pollo lo agarra por la camiseta llevándolo cerca de el en el mueble. Giulio trata de rebelarse, pero Pollo le pone el codo en la barriga bloqueándolo. Giulio comienza a lamentarse.

‘Déjame, déjame!’

‘Anda, que ya comienzan las caricaturas.’

‘No es cierto.’ Giulio mira de nuevo la televisión, y quizás por la culpa de un primer plano de un protagonista feo, comienza a llorar. Pollo lo suelta.

‘Toma, quieres probar? Es buenísima, solo la beben los grandes.’

Giulio parece ligeramente interesado. Se adueña con las dos manos de la lata de cerveza y bebe un trago.

‘No me gusta, es amarga.’

‘Entonces ve lo que tío Pollo te va a dar…’

Poco después, Giulio juega feliz en el suelo. Hace volar los balones rosados que tío Pollo le regalo. Pollo lo mira sonriente. En el fondo solo se necesita poco para hacer feliz a un niño. Bastan dos o tres preservativos. Igual el no los usaría esa noche. Del cuarto no sale ningún ruido. Creo que Step tampoco tendrá la necesidad, piensa Pollo divertido. Entonces, como se esta aburriendo, decide hacer una llamada.

En la oscuridad de ese cuarto lleno de juguetes, Step le acaricia la espalda, los hombros. Hace deslizar la mano a lo largo de su brazo y se lo lleva cerca de la cara. Lo besa. Lo toca con la boca, después toda su piel. Babi tiene los ojos entrecerrados, dulce prisionera de sus suspiros. Step le abre la mano delicadamente, le besa la palma y la deja en su pecho desnudo, abandonándola a sus pensamientos. Babi se queda inmóvil, repentinamente asustada. Dios mío, entiendo que quiere. Pero nunca lo haría. Nunca lo he hecho. No lo lograría. Step continúa a besarla tiernamente en el cuello, detrás de las orejas, en los labios. Mientras sus manos, mas seguras y tranquilas, mas expertas, se adueñan de ella como suaves ondas, dejando en esa playa desconocida un naufrago placer.

Después de repente, llevaba por esa corriente, de aquella brisa de pasión, ella también se mueve. Babi obtiene coraje. Se despega lentamente de ahí donde fue dejada y comienza a acariciarlo. Step la abraza dándole confianza, tranquilizándola. Babi se deja llevar. Sus dedos bajan ligeros por su piel. Siente su abdomen, los fuertes abdominales. Cada escalón para ella es un obstáculo, un abismo, un paso difícil de dar, casi imposible. Igual lo debe hacer y, manteniendo su respiración en la oscuridad del cuarto, de repente salta. Sus dedos acarician su barriga abajo, con rizos suaves entre los dedos, y después bajan más hacia los jeans, hacia ese botón, el primero para ella en todos los sentidos. Y en ese momento, sin saber porque, piensa en Pallina. Ella, mas segura, mas experta. Imagina cuando se lo contara. Sabes, ahora hasta ahí no lo ha logrado, no ha podido. Esto quizás le da el coraje, el último empujón. Repentinamente lo hace. Lo abre. Ese primer botón dorado sale con un sonido ligero. En el silencio del cuarto escucha todo, llega nítido y claro hasta sus orejas. Lo logro. Casi da un suspiro. Ahora todo es más fácil. Su mano, ahora más segura, pasa al segundo y después al tercero y mas abajo mientras los bordes del jeans se alejan entre ellos, siempre mas libres. Step se aleja dulcemente de ella, echa la cabeza hacia atrás. Babi lo alcanza rápido, refugiándose tímida en ese beso, avergonzándose de esa mínima lejanía. Después un sonido inesperado. Puertas que golpean.

‘Que sucede?’

Y como por encanto, se destruye esa magia. Babi alza la mano y se levanta.

‘Que cosa era?’

‘Que se yo? Anda ven acá.’ Step la lleva de nuevo hacia el. Otro sonido. Algo que se rompe.

‘No, diablos, allá esta sucediendo un desastre!’ Babi se alza de la cama. Se acomoda la falda, se abotona la camisa y sale veloz del cuarto. Step se deja caer sobre la cama con los brazos abiertos.