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‘Andrea!’

Deja el cachete de Giulia y sigue derecho, esperando, antes o después, concentrar su boca en el.

‘Como estas?’

Andrea se mantiene por un momento confuso.

‘Bien y tu?’

‘Buenisimo.’

Se saludan con un beso apurado. Después el pasa a saludar a sus amigos. Giulia la alcanza y le sonríe.

‘No te preocupes, esta haciendo de celebridad.’

Se quedan mirándolo un rato. Andrea habla con algunos chicos, después se voltea hacia ella, la mira de nuevo y al final sonríe. Finalmente ha entendido.

‘Caramba! Si que has exagerado… no te había reconocido.’

Babi atraviesa la sala. Algunas chicas bailan entre ellas. En un lado, un aparente DJ, tratando de imitar a DJ Francesco, intenta un rap que tiene poco éxito. Una chica baila desenfrenada, lanzando los brazos en alto.

Babi mueve la cabeza sonriendo.

‘Pallina!’

La cara ligeramente redonda, enmarcado de largos cabellos castaños y un extraño copete lateral, se voltea.

‘Babi, Guauuu!’ Corre hacia ella y la abraza besándola, casi ahogándola. ‘Como estas?’

‘Buenisimo. Mi había dicho que no venias!’

‘Si, lo se, pero fuimos a una fiesta por la Olgiata, pero no sabes que fastidio era! Estaba con Dema, pero nos escapamos rápido de allí. Y estamos acá, porque, no estas feliz?’

‘Bromeas, muy feliz. Preparaste la lección de latín? Mira que mañana te interroga, solo faltas tu para terminar el ciclo.’

‘Si, lo se, he estudiado toda la tarde, después he debido salir con mi mama, fui al centro. Mira, compre esto, te gusta?’ Y dando una extraña pirueta, mas de bailarina que de modelo de traje, hace girar a un divertido sobretodo de corte azul’

‘Mucho…’

‘Dema me ha dicho que estoy muy bien…’

‘En serio? Tu sabes mi teoría, no?’

‘Todavía? Pero si somos amigas de una vida!’

‘Deja quieta mi teoría.’

‘Hola Babi.’ Un chico de aspecto simpático, con los rulos marrones y la piel clara se acerca.

‘Hola Dema, como estas?’

‘Buenisimo. Has visto que linda la ropa de Pallina?’

‘Si. A juzgar por mi teoría, le queda muy bien.’ Babi le sonríe. ‘Voy a saludar a Roberta, que todavía no la he felicitado.’ Se aleja. Dema se queda mirándola.

‘Que quería decir con eso de la teoría?’

‘Oh, nada, sabes como es ella… es la mujer de las miles teorías y ninguna practica, o casi.’

Pallina se ríe, después mira mejor a Dema. Sus miradas se encuentran por un segundo. Esperemos que esta vez no tenga razón.

‘Anda, ven a bailar…’ Pallina baja tomada de la mano y llega al grupo.

‘Hola Roby, feliz cumpleaños!’

‘Oh, Babi, Hola!’ Se intercambian dos besos sinceros.

‘Te ha gustado el regalo?’

‘Bellisimo, en serio. Justo lo que necesitaba.’

‘Lo sabíamos… fue una idea mía. Después de todo, siempre saltabas la primera hora y tampoco es que vivieras muy lejos.’

A sus espaldas llega Chicco Brandelli.

‘Que le has regalado?’

Babi se gira sonriente, pero al verlo cambia la expresión.

‘Hola Chicco.’

‘Me regalaron un despertador bellísimo’

‘Ah, que lindo, en serio.’

‘Sabes, el también me hizo un regalo bellísimo.’

‘Ah si? Que cosa?’

‘Un cojin todo bordado. Ya lo puse en mi cama.’

‘Ten cuidado, seguramente te pedirá de probarlo.’ E dándole una sonrisa forzada a Brandelli se aleja hacia la terraza. Roberta la mira.

‘A mi el cojin me gusto muchísimo. De verdad…’

En realidad le gustaría también probarlo con el.

Chicco le sonríe. ‘Lo creo, discúlpame.’

‘Pero… dentro de poco sirven la pasta…’ le grita detrás Roberta tratando de pararlo de algún modo.

En la terraza, de poltronas suaves, con cojines claros de flores, un techo de madera con luces tenues bien escondidas detrás de ramas de alguna planta. Un jazmín se enrolla alrededor de las otras plantas. Babi pasea en el suelo de cerámica. El fresco viento de la noche le agita los cabellos, le acaricia la piel quitándole un poco de su perfume y dejando solo algún leve escalofrío.

‘Que cosa debo hacer para que me perdones?’

Babi sonriendo para si misma se cierra la chaqueta, cubriéndose.

‘Que cosa no debiste haber hecho para no molestarme.’

Chicco se le acerca.

‘Es una noche tan bella… es tonto arruinarla peleando.’

‘A mi me gusta muchísimo pelear.’

‘Me he dado cuenta.’

‘Pero también me gusta hacer las paces… la verdad me gusta sobretodo eso. Sin embargo, contigo no se, pero no logro perdonarte.’

‘Es porque estas confundida. Un poco quieres estar conmigo, un poco no. Clásico! Una cosa típica de todas las mujeres.’

‘Eso, ese ‘todas’ es lo que te lo arruina.’

‘Me rindo… te gusto el film de la otra noche?’

‘Si solo me lo hubieses dejado ver!’

‘He dicho que me rindo. Bueno, entonces te mandare la película en cinta a tu casa. Así la ves tranquila, sola, sin nadie que te disturbe. Por cierto, sabes que me han dicho?’

‘Que?’

‘Que lo disfrutas mas cuando sabe a mantecado.’

Babi riendo trata de golpearlo.

‘Puerco!’

Chicco le para el brazo en el aire.

‘Para! Era un chiste. Paz?’

Sus caras se acercan. Babi mira sus ojos: son muy bellos, casi como su sonrisa.

‘Paz.’ Se rinde.

Chicco se le avecina y le da un leve beso en los labios. Esta volverse mas profundo cuando Babi se separa y regresa a ver afuera.

‘Que noche mas esplendida, mira la luna!’

Chicco suspirando alza los ojos al cielo.

Algunas nubes ligeramente navegan el azul oscuro del cielo. Acarician la luna, cubriéndose de luz, aclarándose por partes.

‘Es bella, verdad?’

Chicco responde simplemente ‘Si’, sin apreciar verdaderamente toda la belleza de esa noche. Babi mira a lo lejos. Las casas, los techos, los prados a los bordes de la ciudad, las filas de altos pinos, una larga carretera, las luces de un automóvil, sonidos lejanos. Si solo pudiera ver mejor, si daría cuenta de esos muchachos que corren, riendo y sonando las cornetas. Quizás reconocería a aquel tipo de la moto. Es el mismo que había encontrado una mañana mientras iba a la escuela. Y que se estaba avecinando.

Chicco la abraza y le toca los cabellos.

‘Estas bellísima esta noche.’

‘Esta noche?’

‘Siempre.’

‘Así esta mejor.’

Babi se deja besar.

Mucho mas lejos en la misma ciudad.

En una perfecta camisa blanca, con pocos cabellos en la cabeza y gotas de sudor, un mesonero gordito pasa entre todos los invitados con una bandeja de plata. Cada tanto una mano sale de un grupo de personas y se adueña de un cóctel ligero con pedazos de fruta flotando adentro. Otra, mas veloz, coloca un vaso vacio. En el borde, marcas de labial. Se puede ver perfectamente donde la mujer ha bebido y que tipo de labios tiene. El mesonero piensa que seria divertido reconocer que mujer habrá sido tan solo por los vasos. Eróticas huellas digitales. Con este pensamiento vuelve a entrar en la cocina, donde olvida rápidamente esa fantasía a la Sherlock Colmes. La cocinera lo regaña recordándole de llevar la bandeja con los pasapalos fritos.

‘Querida, estas muy bien.’

En la sala una mujer de cabellos muy colorados se gira hacia la amiga y le sonríe, siguiendo el juego.

‘Pero has hecho alguna cosa?’

‘Si, me he encontrado un amante.’

‘Ah si? Y que hace?’

‘El cirujano plástico.’

Ríen las dos. Después agarrando una alcachofa frita, se mueven mas hacia un lado y le confiesa el secreto.

‘Me he inscrito en el gimnasio de Barbara Bouchet.’

‘Ah si? Como es?’

‘Fabulosa! Deberías venir.’

‘Lo haré seguramente.’