No sé qué tendrá mi suegra con los hombres, porque al primer marido también lo tenía así, embobaíto, hasta que se marchó, nunca supe el porqué.
Fue mi prima la que me dijo que mi suegro se había ido de casa. Siempre hemos sido muy buenas amigas y en cuanto se enteró vino a contármelo. Resulta que vio salir a mi suegro llorando con dos maletas, eso me extrañó y fui a ver qué pasaba.
Entonces fue cuando mi suegra y mi novio me dijeron que de momento no podíamos casarnos. Abrazados, llorando los dos, me lo dijeron. Pero sin ninguna explicación de por qué se había ido mi suegro. Cada vez que preguntaba me decían que eran cosas suyas, hasta que me cansé de preguntar.