Prudencia se levanta todos los días antes que su marido. Le prepara el desayuno y la ropa que va a ponerse, y luego enciende la radio para que él se despierte con las noticias. Hace muchos años que lo hace así.
Cuando se casaron se levantaba antes el marido, sin hacer mucho ruido para no despertarla, y tomaba el café en el bar de la esquina. De esta forma, ella podía dormir un poco más.