…Y después dice… he visto otros enigmas como flores abiertas en el vacío, faldas vacías que reclamaban cuerpos convertidos en aire, y he visto el corazón de una muchacha olvidado en una jaula, excrementos de león, el circo estaba lejos, y el tiempo era una fortaleza defendida por muros de piedra y de estupor, y sobre aquellos muros se había posado una paloma ciega, pero ¿cómo descifrar lo que los héroes no cuentan?, ¿cómo vencer al mar si la navegación es libre pero está prohibido construir barcos?…
Me había vuelto a acordar del martirio de la Frau, pero a ti te importa un bledo. A mí sí que me importa, pero desearía la llovizna de marzo, y en cambio es agosto, dice ella, y no hay nada que hacer. Y tiene razón…
…Estoy cansado pero no he terminado, déjame descansar un poco pero no te vayas, quédate, abre bien las orejas, es importante, porque había también otro futuro además del que te he explicado, y Tristano tenía que tomar una decisión. Y en el otro futuro estaba simplemente la libertad. Que no es asunto baladí. El paisaje se presentaba así, en aquellos montes, ¿comprendes?… el bosque tiene dos senderos que se bifurcan, y Tristano está en el medio de ese paisaje, y tiene el fusil encañonado, pero su fusil no tiene más que una mira, dispara en una sola dirección, obedece a las leyes de la balística, y la balística no es una hipótesis, porque depende de la geometría, y con la geometría, mi querido escritor, no hay nada que hacer, si un ángulo es agudo, es agudo, y si es obtuso, es obtuso, y no serán tus deseos los que modifiquen la apertura de los ángulos, y se trataba precisamente de una bifurcación, y Tristano estaba en la encrucijada, y el problema se bifurcaba precisamente en la mira de su fusil, aprietas el gatillo hacia un lado y estás con la sociedad sin clases que sofoca tu persona, lo aprietas hacia el otro lado y el mundo sigue como ha sido siempre, hay quien vive bien y hay quien vive mal, y qué se le va a hacer, pero estás con la libertad… Se trata de dejar seca a la una o a la otra, y Tristano debe elegir. Y tú sabes lo que escogió, porque tú sabes lo que es la libertad, tú eres un intelectual liberal, y te importan mucho tus ideas, por eso te inspiraste en la entrevista que a Tristano le robó una sola vez un periodista astuto, unas cuantas palabras, pero de las que tú sacaste una novelita, discúlpame, se me ha escapado la palabra de la boca, habría que decir una novela corta, y naturalmente es una estupidez medir con el metro las novelas, como si la cantidad significara algo, seré sincero, valen más tus ochenta páginas que ciertos ladrillos que se venden al peso, parece casi como si estuvieras tú también junto a Tristano, allí arriba, en los montes, aquel día, mejor dicho, eres tú quien encañona el fusil, elige la dirección, apunta, dispara. Pum. Has escogido la democracia. Muy bien. Has tomado la misma decisión que Tristano, por eso entraste tan bien en su piel, pero qué poder de mimesis, pareces el mismo Tristano, en mi opinión, Tristano eres tú, no sé por qué estoy aquí hablándote de él, Tristano eres tú, has escrito en tu relato exactamente lo que él hizo, eres tú quien padeciste su dilema, lo sufriste en primera persona, porque posees el don de la escritura, por eso te he llamado, en esas pocas páginas tú fuiste Tristano, un perfecto Tristano, un objetable Tristano, un inapelable Tristano, como él no consiguió serlo en toda su vida… Qué curioso, tú, en unas cuantas páginas, fuiste capaz de ser lo que una persona de verdad no fue jamás en toda su vida, por eso tu novela ganó incluso un premio, es justo, la verdad debe ser premiada, porque la verdad es concreta, como decía aquel poeta de crisma hirsuta, y la verdad es aún más concreta cuando se convierte en escritura, negro sobre blanco, ésa sí que es verdadera, la verdad se escribe y se suscribe, tú también, como Tristano, sabías lo que era la libertad que ibais buscando y que por fin encontrasteis, porque me es tan cara, la libertad, claro que sí, y tú lo escribiste negro sobre blanco, y ésas son tus palabras, la palabra es sagrada, por eso debe ser libre, pero verás, mi querido amigo, hay un detalle en el que no has pensado, y este detalle escríbelo, porque te he llamado aposta a mi cabecera, y tú has venido aposta a mi cabecera porque eres un curioso, para escribir la verdadera vida de Tristano, y quisiera decirte ese detalle… Pues verás, si un día una de esas criaturas que ves en el televisor de tu salón, una de esas criaturas que se han quedado en la piel y los huesos, con la tripa como un tambor y los ojos llenos de moscas, saliera de tu televisor y se materializase ante ti, ¿sabes qué deberías decirle para merecerte de verdad el premio que has ganado? ¿No lo sabes? Ya te lo digo yo lo que tendrías que decirle. Tendrías que decirle, habla, amigo, habla, tú eres un hombre libre, tu palabra es sagrada y nadie puede destruir tu palabra, es ésta la verdadera libertad, por eso es por lo que nos hemos batido desde siempre todos nosotros los que amamos la libertad, para que tú puedas hablar, para que tú puedas expresar tu espíritu libre, habla, mi civilización te lo permite, tú estás aquí para hablar, debes hablar, abre la boca, espanta las moscas de la boca y habla, no me mires con esa mirada embobada, hazme el favor, olvida por un momento que estás desnutrido, que tienes esas estúpidas enfermedades, por favor, habla, olvida por un momento que tienes un solo riñón, es resabido, el tráfico de órganos… y, además, un riñón de menos no es nada en comparación con la libertad de palabra, no desaproveches la ocasión… tu país está para el arrastre, es un infierno, pero sirve de paraíso fiscal para nuestros países… es un problema, lo reconozco… nuestras industrias os depredan, se llevan todas las materias primas… es otro problema que se plantea el mundo libre… el mundo libre apoya a un dictador que ha masacrado a miles de ciudadanos, mejor dicho, es el mundo libre el que lo ha aupado al poder en lugar de un presidente democráticamente elegido… sobre este punto algunos de nosotros, entre los cuales me cuento yo también, no estamos totalmente de acuerdo, y es por eso por lo que te invito a hablar, habla, es por eso por lo que has venido al mundo, para hablar, la palabra es sagrada, eres libre de hacerlo, puedes creerme, yo soy un escritor, no uno cualquiera, y los escritores saben bien lo que significa la libertad de palabra, eres libre de hablar como yo, te lo dice uno que escogió la libertad, que defendió la libertad, deja de hacerte el catatónico, habla, es una oportunidad única, aprovéchala, tal vez no tengas más oportunidades, no creas que después te invitarán al programa televisivo donde se establece qué es realmente la libertad, allí tú no estás invitado, pero aquí estamos cara a cara en el salón de mi casa, ya me ocuparé yo de referir tus palabras, una palabra por lo menos, y si no sabes decirla en tu idioma, que tal vez sea un idioma en el que esa palabra no existe, dilo en inglés, que así lo entiende todo el mundo, se dice free-dom, repite conmigo, free-dom, ¿entendido?… Díselo así, escritor. Y ahora, hazme el favor, vete a dormir, que quisiera dormir yo también, estoy cansado, me alegra que la Frau te haya dado una habitación con vistas, son bonitas esas torres en el recuadro de la ventana, son torres antiguas, ¿has visto cómo flotan en la canícula matutina?, parece como si quisieran desprenderse de la tierra y elevarse hacia el cielo, son torres ambiciosas, las construyeron en el medievo, date cuenta, en el medievo, medievo quiere decir que estaba en medio de algo, en tu opinión, ¿en medio de qué estaba?, ¿en medio de lo que había antes o de lo que somos ahora?, ¿habrá algo en medio entre lo uno y lo otro? Ha caído la noche, de eso me doy cuenta, porque la luz la percibo todavía y también sus gradaciones, conozco las gradaciones de la oscuridad, debería decir… ¿Tú conoces las gradaciones de la oscuridad?