– Tanto como yo a ti -sonrió ella.
– Esa respuesta no me gusta -repuso él rápidamente.
– Eso no tiene importancia, cariño. -Callaron. Al cabo de un rato, poniéndole la mano en el brazo-: Ella lo superará, si sabe que puede confiar en el amor de sus amigos.
A Brunetti no se le ocurrió hacer objeciones al uso de la palabra «amor».
– Lo tiene.
– Ya lo sé -dijo Paola, y entró a ver qué hacían los chicos.
Donna Leon
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