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Al día siguiente fui caminando a su casa, y la primera cosa que notaba era que el automóvil de Hegbert no estaba en la entrada. Cuando respondió a la puerta, sabía perfectamente que no tenía ni que preguntar si podía entrar.

"Hola, Landon", dijo cuando abrió, como si fuera una sorpresa verme.

Otra vez su pelo estaba suelto, y tomé eso como una señal positiva.

"Hola, Jamie", dije con toda tranquilidad.

Ella hizo señas a las sillas. "Mi padre no está en casa, pero podemos sentarnos sobre el pórtico si lo deseas…".

No me pregunten cómo ocurrió, porque todavía no puedo explicarlo. Un segundo estaba de pie allí en frente de ella, esperando ir caminando a un lado del pórtico, y al próximo segundo no lo estaba. En lugar de dirigirme hacia las sillas, di un paso más cerca de ella y busqué su mano para tomarla. La tome de la mano y la miré, moviéndome sólo un poquito más cerca. Ella no se hizo para atrás, pero sus ojos se abrieron sólo un poquito, y por solo un momento, parpadeé un poco y pensaba que había hecho la cosa equivocada y me debatí si llegar más lejos. Me detuve y sonreí, y me dispuse a inclinar mi cabeza, y la próxima cosa que pasó fue que había cerrado sus ojos y estaba inclinando su cabeza también, y que nuestras caras se estaban moviendo acercándose más.

No había pasado mucho tiempo, y no era esa clase de beso que ustedes ven en las películas en estos días, pero era estupendo en cierta manera, y todo lo que puedo acordarme de aquel momento es cuando nuestros labios se tocaron por vez primera, sabía que ese recuerdo duraría para siempre.

Capítulo 11

"Eres el primer chico a quien alguna vez he besado", me dijo.

Eran unos días antes del año nuevo, y Jamie y yo estábamos en el muelle de barcos de vapor en las orillas de Pine Knoll. Para llegar allí, habíamos tenido que cruzar el puente que cruza la Vía Navegable Intracostal y conducir por la isla un poco.

En la actualidad el sitio tiene parte de la propiedad más costosa frente a la playa en el estado entero, pero en aquel entonces eran principalmente dunas de arena pegadas al Bosque Nacional Marítimo.

"Pensé que podría haber sido", dije.

"¿Por qué?" Preguntó inocentemente. "¿Lo hice mal?" No creo que ella estaría demasiado disgustada si hubiera dicho que sí, pero no hubiera sido la verdad.

"Eres muy buena besando", dije, dándole un toque a su mano.

Asintió con la cabeza y se volvió hacia el océano, sus ojos tenían esa expresión de lejanía otra vez. Había estado haciendo eso mucho últimamente. La dejé así durante un tiempo antes de que el silencio me pegara.

"¿Estás bien, Jamie?" Pregunté un poco preocupado. En lugar de responder, cambió el tema.

"¿Alguna vez has estado enamorado?" Me preguntó.

Pasé mi mano por mi pelo y le di una de esas miradas. "¿Te refieres a antes de ahora?".

Lo dije como James Dean lo habría hecho, de la misma forma en que Eric me había dicho que lo dijera si una chica alguna vez me hiciera esa pregunta. Eric era muy hábil con las chicas.

"Hablo en serio, Landon", dijo, lanzándome una mirada de soslayo.

Supongo que Jamie había visto esas películas también. Con Jamie, yo llegué a comprender, que ella siempre parecía ir de arriba abajo y de nuevo arriba y de regreso en menos tiempo de lo que toma para aplastar un mosquito. No estaba muy seguro si me gustaba esa parte de nuestra relación aún, aunque para ser sincero, eso me mantenía de puntitas. Todavía me estaba sintiendo desbalanceado cuando pensé en su pregunta.

"En realidad, lo he estado", dije finalmente.

Sus ojos todavía estaban concentrados en el océano. Creo que pensaba que estaba hablando de Angela, pero mirando atrás, me había dado cuenta de que lo que había sentido por Angela era totalmente diferente del lo que sentía en ese tiempo con ella.

"¿Cómo sabías que era amor?" Me preguntó.

Observé la brisa cambiar de lugar su pelo suavemente, y sabía que no tenía tiempo para fingir algo que en realidad no era.

"Bien", dije seriamente, "tú sabes que es amor cuando todo lo que quieres hacer es pasar el tiempo con la otra persona, y sabes que la otra persona se siente de la misma manera".

Jamie pensó en mi respuesta antes de sonreír débilmente.

"Ya veo", dijo sin hacer mucho ruido. Esperé que ella añadiera otra cosa, pero no lo hizo, y llegué a otra conclusión repentina.

Jamie no podría haber tenido demasiada experiencia con chicos, pero a decir verdad, sabía muy bien como manejar las situaciones.

Durante los próximos dos días, por alguna razón, llevó su pelo con la dona otra vez.

En la víspera de año nuevo llevé a Jamie a la cena. Fue la primera cita legítima que habíamos tenido, y fuimos a un restaurante pequeño en la costa de Morread City, un lugar llamado Flauvin's. El Flauvin’s era esa clase de restaurante con manteles y velas y cinco diferentes piezas de vajilla de plata por asiento. Los camareros se vestían de negro y blanco, de la misma manera que los mayordomos, y cuando uno miraba las ventanas gigantes que cubrían la pared totalmente, se podía observar la luz de la luna reflejarse cambiando de lugar en el agua despacio.

Había un pianista y un cantante, también, no todas las noches o incluso los fines de semana, pero en días feriados cuando tocaban el sitio estaría lleno. Tuve que hacer reservaciones, y la primera vez dijeron que estaban llenos, pero tuvo que llamarlos mamá, y cuando me di cuenta, algo había pasado. Supongo que el propietario necesitaba un favor de mi padre o algo así, o tal vez sólo no querían hacerlo enfadar, sabiendo que mi abuelo todavía estaba vivo y todo.

Fue en realidad la idea de mi mamá la de sacar a Jamie a algún lugar especial. Hace un par de días, en uno de esos días en que Jamie llevaba su pelo con la dona, hablé con mi madre sobre las cosas por las que estaba pasando.

"Ella es todo en lo que pienso, mamá", confesé. "Quiero decir, sé que le gusto, pero no sé si lo siente de la misma forma que yo lo hago".

"¿Significa tanto para ti?" Preguntó.

"Sí", dije despacio.

"Bien, ¿qué has intentado hasta ahora?".

"¿Qué quieres decir mamá?".

Mi mamá sonrío. "Quiero decir que a las chicas jóvenes como Jamie, les gusta que las hagan sentirse especiales".

Pensé en eso por un momento, un poco confundido. ¿Eso no era lo que estaba tratando de hacer?

"Bueno, he estado yendo a su casa todos los días para visitarla", dije.

Mi mamá puso su mano sobre mi rodilla. Aunque no era una fenomenal ama de casa y me lo demostraba a veces, como dije antes era una dama realmente amable.

"Ir a su casa es una cosa bonita para hacer, pero no es la cosa más romántica que hay. Debe hacer algo que la dejará saber cómo te sientes realmente por ella".

Mi mamá me sugirió comprar un poco de perfume, y aunque sabía que Jamie sería feliz al recibirlo, no me parecía correcto. En primer lugar, debido a que Hegbert no permitía que ella llevara maquillaje – con la excepción de la obra dramática de Navidad – era seguro que no podía llevar perfume. Le dije a mamá sobre eso, y fue cuando había sugerido llevarla a la cena.

"No tengo mucho dinero", le dije con desaliento. Aunque mi familia era adinerada y me daban algún dinero, nunca me dieron una gran cantidad sobre todo si lo gastaba rápidamente. "Desarrolla la responsabilidad", decía mi padre, explicándomelo alguna vez.

"¿Qué le pasó a tu dinero en el banco?".

Suspiré, y mi madre se sentó en silencio mientras expliqué qué había hecho. Cuando terminé, una mirada de satisfacción silenciosa cruzó su cara, como si ella, también, supiera que estaba madurando definitivamente.

"Déjame encargarme de eso", dijo suavemente. "Tú sólo tienes que encontrar algún lugar a donde le gustaría ir y si el Ministro Sullivan lo acepta. Y si ella puede, encontraremos una manera de hacerlo. Lo prometo".