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"He estado rezando por él, Landon", dijo ella simplemente, y suspiró por segunda vez. "Me gustaría que la obra sea en verdad especial este año, no por mí, pero sí por mi padre. Quiero que sea la mejor puesta que se haya hecho alguna vez. Sé cuánto querrá verme ser el ángel, porque esta obra dramática le recuerda a mi madre…".

Pausó, poniendo en orden sus ideas. "Sería terrible si la obra fuera un fracaso este año, especialmente por que estoy involucrada".

Paró otra vez antes de seguir, su voz que se puso más emotiva cuando continuó.

"Sé que Eddie lo hace lo mejor que puede, realmente lo se. Y no estoy avergonzada de hacer la obra con él, en verdad no me avergüenza. En realidad, es una persona linda, pero me dijo que estaba reconsiderando sobre hacerlo. A veces las personas en la escuela pueden llegar a ser… pues… crueles, y no quiero que Eddie salga lastimado. Pero…" Tomó una respiración honda, "Pero la razón legítima por que te lo estoy preguntando es debido a mi padre. Es un buen hombre, Landon. Si las personas se ríen de la memoria de mi madre mientras yo estoy participando… Bueno, eso rompería mi corazón. Y con Eddie y yo ahí… Tú sabes lo que la gente podría llegar a decir".

Asentí, mis labios se abrumaban juntos, sabiendo que yo habría sido una de esas personas de las que estaba hablando. A decir verdad, ya lo era. Jamie y Eddie, el dúo dinámico, los llamamos después de que la señorita Garber había anunciado que serían los que iban a hacer los papeles. El solo hecho de que fui yo el que lo había empezado me hizo sentir terrible, casi enfermo de mi estómago.

Acomodó un poco su asiento y me miró tristemente, como si ya supiera que iba a decir que no. Supongo que no supo cómo me sentía. Y continuó.

"Sé que los desafíos son siempre parte del plan del Señor, pero no quiero creer que el Señor puede ser cruel, especialmente con alguien como mi padre. Él ha dedicado su vida a Dios, y a la comunidad. Y ya ha perdido a su esposa y ha tenido que criarme solo. Y lo amo tanto por eso…".

Jamie se volteó, pero pude ver las lágrimas en sus ojos. Fue la primera vez que la había visto llorar. Pienso que una parte de mí quería llorar también.

"No te estoy pidiendo que lo hagas por mí", dijo muy suavemente, "De verdad que no, y si tú me dices que no, de todas maneras rezaré por ti. Lo prometo. Pero si lo quisieras hacer por ese hombre tan amable eso significaría mucho para mí… ¿Sólo piénsalo?".

Sus ojos parecían los de un Cocker Spaniel que se acababa de hacer sobre la alfombra. Miré hacia mis pies.

"No tengo que pensarlo", dije definitivamente, "Lo haré".

No tenía una elección realmente, ¿o sí?

Capítulo 5

El día siguiente hablé con la señorita Garber, hice la audición, y conseguí el papel. Eddie, a propósito, no estaba disgustado en lo absoluto. A decir verdad, podía distinguir que estaba en realidad aliviado sobre ese asunto. Cuando la señorita Garber le preguntó si me dejaría tener el papel de Tom Thornton, con su cara más bien relajada y uno de sus ojos mirando hacia otro lado él contestó "S – s – sí, Co – co – completamente", tartamudeando. "Yo – yo – co – co – comprendo." Le tardó diez segundos prácticamente decir las palabras.

Por su generosidad, sin embargo, la señorita Garber le dio el papel del vagabundo, y sabíamos que haría bastante bien ese papel. El vagabundo, ustedes verán, era totalmente mudo, pero el ángel siempre sabía qué estaba pensando. En un momento en la obra el ángel tiene que decir al vagabundo que Dios siempre lo estaba mirando porque Dios cuida especialmente a los pobres y oprimidos. Ese era uno de los mensajes a la audiencia, que ella había sido enviada del cielo. Como dije antes Hegbert quería que fuera realmente claro lo de la redención y la salvación, y no iban a ser algunos fantasmas raquíticos que sólo aparecieran de la nada.

Los ensayos empezaron la semana siguiente, y ensayamos en el aula, porque la Casa de Juegos no abriría sus puertas para nosotros hasta que tuviéramos todos los "pequeños errores" totalmente controlados. Por pequeños errores, me refiero a nuestra tendencia de golpear los objetos de utilería por casualidad. Los objetos de utilería habían sido hechos hace aproximadamente quince años, cuando la obra dramática estaba en su primer año, por Toby Bush, un decorador inspirado que había hecho algunos proyectos para la Casa de Juegos en el pasado. Él era un decorador inspirado porque se la pasaba bebiendo cerveza todo el día mientras trabajaba, y ya para las dos de la tarde él realmente volaba. Supongo que no podía ver bien, porque golpeaba sus dedos con el martillo por lo menos una vez al día. Siempre que eso ocurría, tiraba el martillo y saltaba arriba y abajo, sujetando sus dedos, diciendo palabrotas y maldiciendo a todos desde su madre hasta al diablo. Cuando se calmaba por fin, tomaba otra cerveza para aliviar el dolor antes de seguir trabajando. Sus nudillos eran del tamaño de nueces, permanentemente hinchados de años de golpes, y nadie estaba dispuesto a contratarlo de base permanente. La única razón por la que Hegbert lo había contratado era porque era por mucho el que cobraba más bajo en todo el pueblo.

Pero Hegbert no le permitiría beber o maldecir, y Toby no supo cómo trabajar dentro de ese ambiente tan estricto. Por consiguiente, el trabajo era un poco descuidado, aunque eso no fuera obvio de buenas a primeras. Después de algunos años los objetos de utilería empezaron a venirse abajo, y Hegbert los arreglo él mismo para mantener las cosas como estaban. Pero mientras Hegbert era bueno para golpear la Biblia, no era demasiado bueno para golpear clavos, y los objetos de utilería tenían clavos doblados, oxidados sobresaliendo en todas partes, saliendo entre la madera contrachapada en tantos lugares que tuvimos que ser cuidadosos al caminar exactamente donde se suponía que teníamos que hacerlo. Si topáramos contra ellos de manera equivocada, nos habríamos cortado o los objetos de utilería se caerían, haciendo agujeros de clavo pequeños por todo el piso de escenario. Después de un par de años el escenario de la Casa de Juegos tuvo que ser puesto en una nueva superficie, y aunque no podían cerrar sus puertas a Hegbert, hicieron un trato con él de tener más cuidado en el futuro. Eso quiso decir que tuvimos que practicar en el aula hasta que arregláramos nuestros "pequeños errores".

Afortunadamente Hegbert no estaba involucrado con la producción verdadera de la obra, debido a todos sus servicios de la iglesia. Ese papel le correspondió a la señorita Garber, y la primera cosa que nos dijo fue que teníamos que memorizar nuestras líneas tan rápido como fuera posible. No teníamos mucho tiempo asignado para los ensayos porque la Acción de Gracias se acercaba ya en noviembre, y Hegbert no quería que la obra fuera llevada a cabo demasiado cerca de la Navidad, para no entrometerse en "Su significado verdadero." Eso nos dejó solamente tres semanas para conseguir que la obra quedara lista, que era aproximadamente una semana menos de lo usual.

Los ensayos comenzaban a las tres, y Jamie sabía todas sus líneas desde el primer día, algo que no era muy sorprendente. Lo que era sorprendente era que sabía todas mis líneas, también, así como las de todos los demás. Estaríamos repasando una escena, y ella lo estaría haciendo sin sus hojas, y yo estaría mirando hacia abajo a una pila de páginas, tratando de averiguar cuál debía ser mi próxima línea, y siempre que miraba hacia arriba ella tenía esa expresión brillante en los ojos, como si estuviera mirando directo al sol o algo parecido. Las únicas líneas que yo me sabía eran las del vagabundo mudo, por lo menos en ese primer día, y de repente estaba en realidad envidiando a Eddie, por lo menos en cuanto a eso. Iba a ser mucho trabajo, no exactamente lo que yo había esperado cuando me matricule para la clase.

Mis nobles sentimientos sobre hacer la obra se habían esfumado ya para el segundo día de los ensayos. Aunque sabía que estaba haciendo la "cosa correcta", mis amigos no lo comprendían en absoluto, y me habían estado molestando desde que se habían enterado.

"¿Qué tú estás haciendo qué?" Eric preguntó cuándo se enteró de eso. "Estás haciendo la obra con Jamie Sullivan? ¿Estás loco o simplemente estúpido?".

Murmure diciendo que tenía una buena razón más bien, pero no lo dejaría así, y le dijo a todos los que estaban ahí que yo traía algo con ella. Lo negué, por supuesto, lo cuál sólo hacía que ellos asumieran que era cierto, y se reirían aún más fuerte y que se lo dirían a la siguiente persona a quien vieran. Los rumores se fueron poniendo más fuertes – antes del almuerzo yo ya tenía noticias de Sally – y según ella yo pensaba comprometerme. En realidad pienso que Sally estaba celosa por eso. Había querido algo conmigo por años, y el sentimiento podría haber sido mutuo pero el hecho era que tenía un ojo de vidrio, y eso era algo de lo que no podía hacer caso omiso. Su ojo malo me recordó aquello con lo que llenaban la cabeza de un búho en alguna tienda de antigüedades, y para ser sincero, me daba cosa más bien.