Laura le tocó la mejilla.
– Yo no te dije exactamente toda la verdad. Estaba intentando decirte lo mucho que te amo, Will, y lo mucho que significas para mí. Y justo entonces, estaba segura de que Archie te había dejado harto de bebés para siempre.
– Podría haberlo hecho… si yo no hubiera pensado que nuestros hijos serían mucho peores que él.
– No lo dudes. Sólo de pensar en que heredaran tu energía agotadora y fuerza mental…
– Y podrían tener tu orgullo, tu testarudez… Lo que los dos sabemos de primera mano, es lo retador que es tener una velada romántica con un bebé cerca. Sabríamos exactamente a qué nos enfrentaríamos -dijo abrazándola.
– Montana, tengo la sensación de que estás sugiriendo que hagamos un bebé.
– Estoy sugiriendo una casa llena.
Sus labios se unieron en un beso lleno de promesas y de amor.
– Ponme ese anillo, Montana. Y llévame a casa.
Jennifer Greene