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— Pero en este universo son más que eficaces — intervino Quig—. Aún en la oscuridad ofrecen una buena imagen del suelo, y eso podría enturbiar las imágenes tenues de lo que hubiera debajo de él.

— Correcto — convino Ambrose—. Es un poco como poder ver las estrellas en el cielo diurno, aunque sean exactamente iguales. Y la razón por la cual esperamos encontrar estructuras — prosiguió dirigiéndose de nuevo a Snook— es que dentro de un edificio averniano podría estar oscuro, y eso les daría más posibilidades de vernos. No olvidéis que para ellos los fantasmas somos nosotros. En este preciso instante, sentados en esta habitación, estamos flotando en la atmósfera averniana. La rotación de ambos planetas implica que estamos en una especie de carril que se cruzará con el equivalente averniano de Barandi poco antes del alba.

Prudence irguió la cabeza.

— ¿Es de noche en Averno?

— En este hemisferio, sí.

— Entonces, quizás estén enterados de nuestra existencia. Quizá puedan vernos al mirar el cielo.

— No. Si miras otra vez los dos círculos notarás que los avernianos están bajo la superficie de la Tierra, de modo que si vieran algo sólo percibirían un resplandor generalizado… Como ocurrió cuando Gil y George se hundieron por debajo de la superficie de ellos. El único momento en que podemos comunicarnos es cuando ambas superficies coinciden.

— ¡Demonios! Acaba de ocurrírseme algo que nos echa a perder el plan — exclamó Culver palmeándose la frente—. Nunca habríamos detectado a los avernianos si nuestros mineros no hubieran estado usando gafas de magniluct. De modo que los avernianos necesitarían artefactos visuales especiales para vernos, ¿verdad? Y las probabilidades de que estén usándolos serían unas pocas contra millones…

— Buena observación — Ambrose le sonrió a Culver, obviamente satisfecho de que hubiera planteado la cuestión—. Pero afortunadamente, la relación entre ambos universos no es simétrica, y la ventaja está de nuestro lado. En pocas palabras: sucede que somos mejores emisores que ellos. He hecho unos cuantos cálculos y creo que si estamos en un campo de bosones de vector intermedio lograremos brillar bastante en el universo de ellos.

— ¿Bosones? Una especie rara de radiación, ¿verdad?

— Sí, pero sería el equivalente averniano de un baño de fotones.

— ¿Necesitará una máquina Moncaster? Des y yo tenemos un amigo en la central de energía que a veces utiliza una.

— Un modelo de laboratorio sería demasiado grande y pesado. He traído un equipo portátil de Estados Unidos… Crea un campo de baja intensidad, pero sería bastante apropiado para nuestro propósito. Sólo tenía lugar para uno, así que en la mina necesitaremos un buen sistema de comunicaciones. Quienquiera que encuentre algo que le parezca un edificio averniano llamará a los demás y le daremos el equipo de radiación tan pronto como sea posible.

Des Quig levantó la mano, como un niño en una clase.

— Si necesitamos equipos de comunicación puedo elaborar algo en la planta.

— Gracias, pero andamos demasiado cortos de tiempo. Por eso he traído todo el equipo comerciable accesible que pude conseguir en las pocas horas que tuve… aparatos de modulación codificada de impulsos y…

— ¡Caramba! Lo dice como si proyectara hablar con los fantasmas.

Ambrose pareció sorprendido.

— ¡Por supuesto! Es técnicamente posible, ¿no? Si ellos pueden vernos a nosotros y nosotros podemos verles a ellos, eso significa que hay un intercambio de luz. Todo cuanto hay que hacer es modularla para llegar a una comunicación sonora.

— Eso implica suponer que los avernianos se comunican entre ellos mediante el lenguaje hablado, que son una raza tecnológica en el mismo nivel que nosotros o más avanzada, y que podemos comunicarles la idea de la conversión de luz en sonido. Y todo eso se basa en la presunción de que lograremos que nos vean.

— Correcto. Sé que estoy dando muchas cosas por sentadas, y sé que un error cualquiera de estas presunciones que mencionas echaría a perder todo el plan. Pero tenemos que hacer el esfuerzo… A partir de esta noche.

— ¿Y por qué tanta prisa…? — dijo Quig, riendo—. ¿De dónde habré sacado la idea de que los astrónomos eran sujetos pacientes y parsimoniosos?

— Nos damos prisa porque ha sido un puro golpe de suerte que los avernianos fueran avistados en una mina profunda y nos dieran unos pocos días de gracia para tratar de establecer contacto — Ambrose golpeteó el plano transversal—. Permitidme recordaros la geometría de la situación: nos enfrentamos a dos tipos de movimiento; uno de ellos es la separación de los dos mundos, pues Averno está emergiendo de la Tierra a una velocidad de más de quinientos metros por día. Esto es un problema en sí mismo, porque se elevan a esa distancia cada vez que les vemos; este amanecer estarán a unos mil quinientos metros de la superficie, mañana estarán a mil y la mañana siguiente a quinientos, y la otra serán visibles en la superficie… Allá entre los árboles y los edificios de la mina, o aquí en esta habitación — Ambrose hizo una pausa y sonrió cuando Prudence se estremeció con un exagerado escalofrío—. Esa es la etapa en que la superficie de Averno coincide con la superficie de la Tierra, de ahí en adelante los avernianos empezarán a elevarse en el cielo a razón de quinientos metros por día, mientras los planetas empiezan a distanciarse. Eso ya sería un inconveniente. Pero la rotación diaria de ambos mundos complica aún más las cosas, porque se traduce en un movimiento vertical entre los puntos correspondientes de las superficies de ambas esferas.

— Esa es la parte que no entiendo bien — confesó Murphy, meneando la cabeza.

— Bien. Lo ha visto con sus propios ojos. Estamos de pie en la superficie de una esfera que rota: la Tierra. Debajo de nosotros hay otra esfera que rota, ligeramente más pequeña, que se ha descentrado hasta el punto en que ambas superficies se tocan en un lado. A medida que giren las esferas, los puntos de correspondencia se acercarán más hasta que se encuentren en la zona de contacto. Pero a medida que continúe la rotación tendrán que separarse de nuevo. Doce horas más tarde, el atardecer, estarán en el máximo de separación, con el punto interno muy lejos del punto externo. Por eso los avernianos se elevan a través del suelo y luego se hunden de nuevo. El mejor momento para intentar el contacto es cuando están en el extremo superior de la curva y el movimiento descendente aún no se ha iniciado. ¿Cómo se dice cuando un pistón llega al punto máximo de su desplazamiento?

— Punto muerto superior — aclaró Snook.

— Entonces es cuando tenemos que intentar establecer el primer contacto con los avernianos… Cuando estén en el punto muerto superior. Y por este motivo es que no hay tiempo que perder. Mañana por la mañana, y las tres mañanas siguientes, el punto muerto superior coincidirá con posiciones convenientes para nosotros… Después de eso se elevarán en el cielo, cada vez más alto por encima de la mina.

— Cuatro oportunidades — dijo Quig—. Siendo estrictamente realistas, Boyce, ¿de veras tiene esperanzas de lograrlo, aunque tenga suerte la primera vez? Cuatro breves encuentros apenas les darían tiempo para reaccionar.

— Oh, no estaríamos limitados a cuatro encuentros — dijo airosamente Ambrose.

— Pero usted acaba de decir…

— Dije que tenía esperanzas de un primer contacto mientras el punto muerto superior tiene una ubicación conveniente, ya sea por encima o por debajo de la superficie. Después de eso, cuando el punto muerto superior esté en el aire encima de la mina, podríamos tener sesiones muy prolongadas.

— ¿Pero cómo? Por Dios…