Grace le apretó el brazo con suavidad.
– Ahora se la traigo. Y le sacaré de aquí. Se pondrá bien.
Grace subió del foso gateando, corrió a la cocina y abrió el grifo mientras pedía por radio un ambulancia. Luego volvió a bajar con un vaso de agua en la mano.
Lo inclinó sobre la boca de Michael Harrison, que se lo bebió de un solo trago largo y ansioso; sólo unas gotas le resbalaron por la barbilla. Mientras apartaba el vaso, Michael lo miró.
– ¿Cómo está Ashley? -le preguntó.
Grace le observó, meditando. Luego le ofreció una sonrisa dulce y tranquilizadora.
– Está a salvo -dijo.
– Gracias a Dios.
Grace volvió a apretarle el brazo.
– ¿Quiere más agua?
Michael asintió.
– Iré a por más, después lo desataré.
– Gracias a Dios que está a salvo -dijo Michael, con la voz débil y temblorosa-. No he pensado en nada más, en nada… más…
Grace volvió a salir del foso. Tarde o temprano, iba a tener que contarle todo a Michael, pero aquél no parecía el momento ni el lugar.
Además, no sabía por dónde empezar.
Agradecimientos
El de escribir siempre se ha visto como un oficio solitario, pero, en mi opinión, conlleva un esfuerzo colectivo, y yo he contraído una gran deuda con varias personas que, generosamente y de diferentes modos, me han prestado su apoyo y su tiempo. En particular, me gustaría hacer una mención especial al comisario Dave Gaylor, de la policía de Sussex, que me hizo muchas sugerencias para esta novela, leyendo y releyendo pacientemente el manuscrito en muchas de sus fases, y que me abrió un buen número de puertas en las diversas divisiones de la policía de Sussex cuando lo necesité. Nunca hubiera podido escribir esto sin su colaboración. También me gustaría darles las gracias a los oficiales de la policía de Sussex, que me acogieron y ayudaron amablemente, en especial al sargento Keith Hallett, de la Unidad Holmes, al inspector William Warner y al jefe investigador del Departamento de Investigación de Escenas de Crímenes, Stuart Leonard.
También quiero dar las gracias al doctor Nigel Kirkham (miembro del Real Colegio de Patólogos) y a su equipo del depósito de cadáveres de Brighton y Hove, donde espero pasar un día como visitante más que una noche como invitado. Además, mis agradecimientos van para mi buen amigo James Simpson; para mi compañera en la elaboración de guiones de televisión y de películas: Carina Coleman, que actuó como mi oficiosa editora y me dio algunos consejos brillantes; para Mike Harris, Peter Wingate Saul, Greg Shakleton y para el doctor Peter Dean, médico forense y juez de instrucción. No me puedo olvidar de Helen Shenston, que me proporcionó la fe y el coraje suficiente para mantener mi entusiasmo en este libro durante mis días más pesimistas.
Deseo darle las gracias a mi maravillosa nueva agente, Carole Blake, por su fe en mí; así como al fantástico equipo de mis nuevos editores, Macmillan, en particular a David North, a Geoff Duffield y a mi editor Stef Bierwerth, que es un auténtico tesoro. Gracias a Geoffrey Barley y a Tony Mulliken por su inagotable apoyo y fe en mi persona. Y, como siempre, a mi fiel perro de caza Bertie y a mi más reciente amiga canina, Phoebe, quienes han soportado mi vocación de escritor -aunque con algo de desgana- y mis tediosas pausas entre sus paseos.
Peter James
Sussex, Inglaterra
scary@pavillon.co.uk
www.peterjames.com.
Peter James
Nacido en Brighton, Inglaterra, en 1948, Peter James adquirió una sólida formación cinematográfica en la Raverisbourne Film School. A principios de los setenta se trasladó a Canadá, donde trabajó como guionista para la televisión. Más tarde, formó su propia productora de cine, Quadrant Films, con la que en 1974 ganó el premio a la mejor película extranjera en el Festival de Cine de Terror de Sitges por Crimen en la noche. En 1979 vendió su participación en Quadrant para concentrarse en su carrera como novelista.
Con una veintena de libros a sus espaldas, Peter James ha abordado diversos géneros: el thriller sobrenatural, la novela de espías y los libros dirigidos a un público infantil. Con Una muerte sencilla (2005), ganó el Krimi-Blitz, el Prix Polar Internacional y el Prix Coeur Noir en el festival de Saint-Queritin-en-Yvelines. Sus cuatro últimas novelas tienen como protagonista al comisario Roy Grace, con el que ha cosechado un gran éxito en su país. Las más recientes, Casi muerto (2007) y Dead Man's footsteps (2008), han sido número uno en ventas en el Reino Unido.