Dunford finalmente se tambaleó fuera de la casa de Christine a las cuatro y media en la mañana. Él siempre había pensado acerca de ella como una mujer razonable; Supuso que eso fue por qué había estado con ella por tanto tiempo. Pero esta noche él casi había tenido que revisar su opinión. Primero ella había llorado, y él nunca había sido el tipo de hombre que podría dejar sola a una mujer cuando lloraba.
En ese momento le había ofrecido una bebida, y cuando él había terminado, le ofreció varias más. Él se rehusó, sonriendo burlonamente y diciendo que aunque ella era una mujer excepcionalmente preciosa, el alcohol no tenia tendencia a seducirle cuando no quería ser seducido.
En ese entonces ella había comenzado a expresar sus preocupaciones. Había guardado algún dinero, ¿ pero qué ocurría si ella no podría encontrar otro protector? Dunford le había contado a ella sobre el conde de Billington y entonces había pasado la siguiente hora reconfortándole a ella que él reenviaría algunos fondos, para que pudiese quedarse en la casa hasta que el arrendamiento caducara.
Finalmente ella simplemente hubo suspirado, y aceptando su destino. Él se había dispuesto a salir, pero ella había puesto su mano en su brazo y le había preguntado si él quería una taza de té. Habían tenido amistad así como también habían sido amantes, le dijo. Ella no tuvo a muchos amigos, en su ocupación. El té y la conversación fueron todo lo que ella quiso. Simplemente alguien con quien hablar.
Dunford había examinado sus ojos llorosos. Ella había estado diciendo la verdad. Si hubiese una cosa que se podría decir de Christine, es que era honesta. Y bien, desde siempre a le había gustado ella, se quedó y habló. Chismearon; Hablaron de política. Ella le comento acerca de su hermano en el ejército, y él le contó a ella sobre Henry. No pareció guardarle rencor a su prometida; De hecho, le había sonreído cuando él le contó a ella sobre el incidente de la porqueriza y le dijo que se alegraba por él. Finalmente él había descartado un beso, fraternal en sus labios. -"Tu serás feliz con Billington," -él le había dicho a ella. -"Él es un" buen hombre. -
Sus labios se curvaron en una triste sonrisa pequeña,. -"Si tú lo dices puede ser cierto. -
Él miró su reloj de bolsillo cuando alcanzó su carruaje y juró. No había tenido la intención de permanecer tanto tiempo. Él iba a estar al día siguiente cansado. Oh bien, supuso que podría dormir en casa hasta el mediodía si quisiera. No tenía ningún plan hasta la tarde que pasearía con Henry.
Henry, el pensar en ella lo hacia sonreír.
Cuando Henry se despertó a la siguiente mañana, su funda de almohada estaba llena lágrimas. Había llorado hasta quedarse dormida la noche anterior; De hecho, se había sentido extrañamente muerta y seca por dentro. Nunca había escuchado acerca de alguien que llore mientras duerme.
Todavía, ella no podía imaginar un pesar más gran que el que sentía. No podía casarse con él. Ese era el único pensamiento evidente en su cabeza. Supo que la mayoría de matrimonios no se basaban en el amor, pero cómo podría comprometerse ella a un hombre que eran tan deshonesto ¿ como él podría profesar su amor por ella y entonces hacer el amor con su amante sólo dos semanas antes de su boda?
Él ha debido haberse declarado por piedad, eso y por su gran sentido de responsabilidad. ¿ Por qué si no él se comprometió con ella. Un fenómeno hombruno, que quedaba igual de mal vestida con ropas de hombres como con vestidos?
Él había dicho que la amaba. Ella le había creído. Qué completamente tonta era. A menos que…
Henry se atragantó sobre un sollozo. Tal vez él le había amado. Pero ella no le había comprendido y complacido. Tal vez ella simplemente no fue lo suficientemente mujer para satisfacerle. Tal vez él necesitaba más de lo que ella podía darle. O simplemente le había mentido. No sabia que pensar en que creer.
Lo que más le asombraba era que no le odió. Él había hecho demasiado por ella, le había mostrado a ella demasiada bondad para odiarle. No pensó que él se había acostado con Christine por hacerle daño. Y no pensó que él lo había hecho por que era malo.
No, él probablemente se había acostado con ella solamente porque había pensado que estaba en su derecho. Él era un hombre, y los hombres hacían cosas así.
No la habría lastimado tanto así, si él no le hubiese dicho a ella que la amaba. Aun podía haberse casado y conquistarlo.
¿Pero cómo romper el compromiso? Todo Londres estaba enterado acerca de su compromiso; Echarse atrás ahora seria un escándalo terrible. Ella en particular no quería chimes y murmuraciones sobre su situación. Quería irse de Londres aunque no para Stannage Park, pensó dolorosamente. Él probablemente no la dejaría regresar. Pero a donde podía irse. Donde las murmuraciones y chismes de la nobleza no la podrían alcanzar.
Él, sin embargo, no se iría. Su vida estaba en Londres. ¡" Oh, Dios Mío!" Ella dijo precipitadamente. ¿"Por qué no puedo lastimarlo?
Ella le amaba todavía. En alguna parte alguien se reiría acerca de esto. Él iba a tener que cancelar el compromiso. No quería dejarlo plantado y no podía hacerle pasar una gran vergüenza. ¿Pero cómo hacerlo? ¿Cómo?
Ella reflexiono en su cama por más de una hora, con su ojos enfocando en una grieta diminuta en el cielo raso. ¿Qué podría hacer ella para que él suspenda de pronto el compromiso? Ninguno de sus planes parecían posibles, hasta… Sí, eso era. Eso era exactamente eso.
Con el corazón oprimido ella caminó para su escritorio y abrió una gaveta toma pluma y papel que Caroline previsoramente le había proporcionado. De la nada ella recordó a una amiga imaginaria que había tenido cuando niña. Rosalind. Ese nombre funcionaria como cualquier otro.
Casa Blydon Londres
2 de Mayo de 1817
Mi estimada Rosalind,
Lamento no haber escrito en mucho tiempo. Mi única excusa es que mi vida ha cambiado tan dramáticamente en los últimos meses que apenas he tenido tiempo para pensar. ¡ Me voy a casar! Puedo imaginar lo sorprendida que estas. Cuando Carlyle falleció hace poco tiempo atrás, y un nuevo Lord Stannage llegó a Stannage Park. Él era un distante primo de Carlyle. Ni siquiera se conocían… No tengo el tiempo para exponer todos los detalles, pero nos hemos comprometido para casarnos dentro de poco. Estoy muy feliz por mi próximo matrimonio (Ya que mediante el puedo conseguir quedarme en Stannage Park para el resto de mi vida. Tu sabes cuánto amo estar allí)
Su nombre es Dunford. Ese es su apellido de familia, pero nadie le llama por su nombre de pila. Él es muy simpático y amable conmigo. Él me ha dicho que me ama. Naturalmente, contesté de modo semejante. Lo hice por educación. Por supuesto que me caso con él por mi amado y adorado Stannage Park, pero a mí él me agrada bastante y no quiero lastimar sus sentimientos.
Pienso que nos llevaremos bien juntos.
No te puedo escribir más. Permanezco en Londres con algunos de los amigos de Dunford y estaré aquí por dos semanas. Después me puedes enviar la correspondencia a Stannage Park; Espero convencer a mi marido y regresar a Stannage Park luego de nuestra luna de miel. Me imagino que el querrá volverá Londres, donde esta realmente su vida. En particular no me importa si queda en la capital. Como mencioné, es un hombre bastante agradable. Pero imagino que pronto le aburrirá la vida en el campo y yo retornare a mi vieja vida segura de no terminar como institutriz o totalmente desamparada. Me despido