Ella se sintió hundirse en los cojines lujosos, sintió el calor de su cuerpo cuando él estaba encima de ella. Sus manos ahuecaron su fondo, jalándola hacia su deseo obvio. Sus labios estaban en su lóbulo, en ese entonces su cuello, en ese entonces su clavícula. Él viajaba más abajo, y más bajo.
Henry realmente no podía abrazarlo, pero tampoco ella posía la fortaleza para separarse de él. ¿La amó él? Su boca la amó. La amaba con intensidad sorprendente, dando vueltas alrededor de su pezón tenso a través de la muselina delgada de su vestido amarrillo.
Ella se quedó con la mirada fija abajo, su mente extrañamente abstraída de su cuerpo muy caliente. Sus besos habían dejado una mancha indecente en su corpiño.
Que a él no le importaba. Estaba haciendo eso para castigarla. Él lo haría
– ¡" No!" – Ella gritó, y lo empujo tan violentamente que cayó al piso con sorpresa.
Él guardó silencio, se puso lentamente de pie. Cuando finalmente dirigió su mirada fija hacia su cara, Henry tuvo pánico como ninguno que había sentido alguna vez. Sus ojos fueron hendijas.
– "¿ Repentinamente preocupada acerca de tu virtud, y de lo que pudiéramos hacer nosotros"? Él preguntó groseramente. ¿" Es un poco tarde para eso, no lo piensas "?-
Henry precipitadamente se acomodo en el sillón y se puso derecha, rehusándose a contestar.
– "Más bien es un cambio radical para la chica que me dijo a ella no le importaba para nada su reputación".-
– "Eso era antes," -ella dijo en voz baja.
– " ¿Antes de aué, Hen? ¿Antes de que vinieses a Londres? -
– ¿Antes de que aprendieses por qué las mujeres desean casarse – "?
– "Yo – no sé de lo que hablas. – Ella torpemente se puso de pie.
Dunford dejó salir un ladrido breve de risa fiera. Dios mío, ella ni siquiera podía mentir. Ella se tropezó con sus palabras, sus ojos, rehusando verlo, con sus mejillas ruborizadas.
Que sólo podrían ser pasión. Todavía le podría hacer a ella sentir pasión. Podría ser la única cosa que le podría hacerle sentir, pero supo que podría calentarla excitar su cuerpo. Él le podría hacer que le necesitarse, obligarla besarlo y acariciarlo.
Su cuerpo se despertó con pensamientos eróticos. Él la veía cuando estuvieron en Weston Birt, su piel suave resplandeciendo en la luz de vela. Ella había gemido con deseo, arqueó su cuerpo hacia el de él. Había gritado en el éxtasis. Él le había dado a ella eso.
Dunford dio un paso adelante. -"Tú me deseas a mí, Henry".-
Ella estaba completamente parada, incapaz de negarlo.
– "Tú me deseas ahora".-
En cierta forma ella logró negar con la cabeza. Él podía decir se requirió toda su fortaleza para hacerlo.
– "Sí," – él dijo sonriendo sarcásticamente. -"Tú lo haces".-
– " No, Dunford. No lo hago. Lo ves- "
Pero sus palabras fueron recortadas por la presión de sus labios en los de ella. Fueron crueles, exigentes. Henry se sintió como si ella fuera sofocada, por el peso de ambos su cólera y su deseo insensible por él.
Ella no le podía dejar hacer esto. No le podría dejar usar su furia y deseo para hacerle a ella quererle. Con una llave mecánica de su cabeza separo sus labios de los de él.
– "Eso está bien," él se quejó, ahuecando su pecho con su mano. -"Tu boca mentirosa no es la parte de ti que me interesa ahora ".-
– ¡"Alto"! Ella empujó en contra de su pecho, pero sus brazos estaban cerrados alrededor de ella apresándola. ¡"Tú no puedes hacer esto"!
Una esquina de su boca basculó arriba en una sonrisa burlona. -¿" Qué no puedo hacer"?
– "Tú no eres mi marido," dijo ella, su voz temblando de furia cuando paso su mano sobre su boca. -" No tienes ningún derecho sobre mi persona ".-
Él la dejó ir y se apoyó contra la manija de la puerta, su postura engañosamente perezosa. -¿"Me dices que deseas terminar con los planes de boda "?-
– ¿"Por que piensas que quiero hacer eso? – preguntó ella, sabiendo que él creía que ella queria casarse con él por Stannage Park.
– " No puedo pensar en una sola razón," – él dijo en una voz muy peligrosa. -"De hecho, parezco tener todo lo que tú deseas en un marido".-
– " ¿Tocamos un tema importante para nosotros verdad? – replicó ella.
Él se movió como un relámpago, inmovilizándola contra la pared, sus manos plantadas firmemente en sus hombros. -"Nosotros," - él dijo con voz sarcástica, -" Me siento un poco confundido. Me pregunto por qué mi prometida está actuando tan raro. Me pregunto, si quizá hay algo que ella quiere decir ".-
Henry sintió que todo el aire de su cuerpo se iba. ¿No era esto lo que ella quería? ¿Por qué se sentía completamente miserable?
– ¿"Henry"?-
Ella clavó los ojos en su cara, recordando todo sus bondades hacia ella. Él le había comprado a ella un vestido cuando nadie más había pensado en eso. Había exigido bajo presión venir a Londres y entonces se había asegurado que se divierta una vez que llegó. Y él le había sonreído todo el tiempo.
Fue difícil de reconciliar esta imagen con el hombre cruel, burlón que estaba parado delante de ella. Pero todavía, no podría resignarse a humillarle públicamente. -" No cancelaré la boda, Milord pero si tú lo deseas".-
Él inclinó su cabeza. -" Sólo puedo suponer con sus palabras que deseas hacer esto.
Ella no dijo nada.
– "Sin duda alguna te das cuenta de que, como un caballero de honor, no puedo hacer eso.
Sus labios se abrieron ligeramente. Por varios segundos antes de que ella pudiese decir, – ¿ "Por que"?
Dunford la estudio de cerca. ¿Por todos lo demonios, por que ella estaba tan interesada en que termine el compromiso? Si él estaba en lo cierto. Eso era lo único que ella no deseaba que pasara, si no quería perder a Stannage Park por siempre.
– ¿"Por qué no puedes echarte atrás? Ella presionó. -¿"Por qué"?
– " Veo que no te he educado sobre las reglas de la sociedad también como pensaba. Un caballero de honor nunca deja plantada a una señora. No a menos que ella le hay sido infiel, y quizá ni aun entonces ".-
– " Nunca te he traicionado," ella barbullo.
No con tu cuerpo, él pensó. Sólo con su alma. -¿Cómo le podría amar ella alguna vez tanto como amaba a su tierra? No tiene un corazón tan grande. Suspiró. " sé que tu no lo tienes".-
Otra vez ella no dijo nada, se quedo ahí parada mirándolo angustiada. Qué tan perpleja debe estar en su cólera, él pensó. Ella no podía saber que él supiese por que queía casarse con él. "Bien," él dijo cansadamente, temiendo su respuesta. – ¿"Tú vas a dejarme plantado? -
– ¿" Quieres casarte conmigo "? -Ella susurró.
– " No es mi decisión," dijo él rígidamente, incapaz para decir las palabras que la obligarían a dejarle ir. " Si tú quieres cancelarlo, hazlo ".-
– " No puedo," – ella dijo, retorciendo las manos. Sus palabras sonaron como si le estuvieran torciendo su alma.
– " Te dejo pensar en ello," -dijo él terminantemente. Y salió del cuarto sin ni siquiera verla.
Para Henry las dos semanas pasaron lentamente tenia una gran peso alrededor de corazón que le dolía continuamente. Nada pareció traerle alegría. Ella supuso que sus amigos le atribuyeron su extraño estado de ánimo a nervios prenupciales.
Afortunadamente ella vio a Dunford infrecuentemente. Él pareció saber exactamente cómo verla en las fiestas lo indispensable. Él llegaba con tiempo suficientemente para bailar una sola vez. Nunca bailaron un vals.
Su día de la boda surgió amenazadoramente más cerca y más cerca, hasta que finalmente ella se despertó una mañana con un sentimiento más intenso de temor.¿Este era el día en el cual ella se casaría con un hombre al que no podría satisfacer?.