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Само появление некапиталистической системы, которая была основана на принципах самоуправления, а не государственного управления, сделало Испанскую революцию одним из ключевых событий мировой истории. Оно показывает, что в словосочетании «социальное государство» ключевым является первое слово. Социальные преобразования, порожденные коллапсом стихийного капитализма, могли проводиться с помощью усиления государства — по-американски, немецки, итальянски и советски. А могли — путем усиления структур саморегулирования общества, таких как профсоюзы, органы территориального самоуправления, демократические общественные движения. Одним словом, по-испански.

При всем могуществе законов исторического развития, очень многое в направлении потоков истории зависит от ее «звездных моментов», выражаясь словами Стефана Цвейга. Социальные силы приходят в равновесие, и тогда все зависит от «субъективного фактора». Исход «звездного момента» определяет направление судеб миллионов людей на десятилетия вперед.

«Звездный час» истории Испании — это время Великой Испанской революции 30-х годов. Этот период испанской истории является неистощимым кладезем уроков для тех, кто стремится к преобразованию мира на началах свободы и солидарности, кто ищет реальную альтернативу авторитаризму и капитализму.

Испания оказалась в эпицентре мировой политики, и от нее зависели судьбы мира. Такая роль требует жертв. Но в то же время она дает жизнь, а не прозябание.

В череде событий мировой политики 30-х гг., когда узкая каста государственных деятелей решала судьбы миллионов людей, события в Испании отличаются тем, что история делалась «снизу», и простые люди дерзнули обустраивать жизнь по-своему и сопротивляться приказам «начальств». Поэтому, несмотря на всю кровь и грязь, которой в истории Испанской республики тоже хватало, ее лидеры всерьез считались с волей простых людей. Это редко случается и дорогого стоит.

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La hora estelar de España

La gran revolución española fue un producto de repercusión de varios profundos conflitos sociales: la lucha de «dos Españas»: una religiosa y conservativa contra otra laica y progresista; las controversias de la transición de la sociedad agraria a la industrial; la elección de una estrategia de transición al estado social en condiciones de la Gran Depresión que se había desatado. Esta combinación produjo la formación de todo un abanico ideológico que incluía desde ácratas hasta fascistas. En tales condiciones el centro liberal se veía desmoronado y gozaba de menos y menos soporte. El crecimiento violento del anarquismo fue el rasgo particular de la revolución española aun comparando con la rusa donde el anarquismo jugó un papel importante también. Las tradiciones de la solidaridad obrera también facilitaban el desarrollo de las ideas socialistas, en especial las anarco-sindicalistas.

Cada una de las influyentes fuerzas politicas de la tragedia española no era monolita. CEDA derecha vacilaba entre el fascismo y el conservatismo, mientras tanto el fascismo trataba de combinar los modelos italianos con la tradición conservativa española y el sindicalismo. Organizaciones liberales se inclinaban ya hacia conservatismo (los radicales) ya hacia los valores social-democráticos. PSOE iba desgarrándose por la lucha de los socialistas de izquierda (caballeristas) y social-liberales (prietistas, etc.). El campo libertaria se hallaba en un amplio espectro: del extremismo anarquista al sindicalismo moderado próximo a la social-demoracia izquierda. Las controversias más águdas partían a los marxistas-leninistas. PCE y PSUC nacional-comunista creían POUM marxista-leninista y antistalinista que buscaba una unión con CNT su enemigo principal igual como fascismo. Los sindicatos obreros jugaban un gran papel en la vida política ya que controlaban sus miembros tanto en la situación social como en la política.

La situación en España dependía también de los procesos globales: la Gran Depresión, la lucha entre fascistas y comunistas. La política del Frente Popular iniciada por Comintern tenía una gran relevancia para el país. Facilitó una forma de organización para consolidación de las fuerzas izquierdas y favoreció el tránsito de PCE a las posiciones moderadas. No obstante, la victoria del Frente Popular en las elecciones fue en un importante grado garantizada por el soporte de anarco-sindicalistas.

Las pasiones que ardían después de que el Frente Popular había ocupado el poder disonaban con la manera moderada del gobierno de realizar las reformas. La elita ideológica exaltaba y radicalizaba el estado del ánimo de las masas. Una sola posibilidad de que ganaran adversarios políticos se interpretaba como una catástrofe. La política moderada de los liberales no correspondía a la profundidad de la crisis social. La situación fue utilizada por militares profascistas para tratar de ocupar el poder y derrotar a la República. Aunque Franco y sus generales se indentificaban con el término muy polisemántico «nacionalistas», su ideología tenía un carácter fascista.

El intento de los militares de acabar con el gobierno de izquierda provocó una contraataque inmediata por parte de los sindicatos y los partidos socialistas. Hicieron mobilisarze a la sociedad y distribuir las armas al pueblo. El ejército republicano empezó a formarse como milicia, lo que aseguró el éxito inicial de los leales en un gran parte del país.

Tanto el motín como la lucha contra éste fue acompañado de terror. El terror de derecha fue sistemático, mientras tanto el de los republicanos y anarquistas tenía un carácter más espontáneo.

El soporte de los países del Eje ayudó a los rebeldes recuperarse del primer golpe sufrido en los días de julio. Y entonces fue evidente que la milicia republicana que llevaba ventaja al ejército en la confrontación urbana no era capáz de realizar las ataques ofensivas. El intento de la milicia de CNT de atacar Saragoza fracasó. En otras regiones donde el sistema miliciana no se apoyaba en una estructura sindical sólida en la retaguardia, la milicia falló también a organizar una resistencia adecuada a una ofensiva frontal del ejército.

El hecho de que el conflito ibérico hubiera llegado a ser internacional cogió de sorpresa a la diplomacia europea. Al principio parecía que el asunto se resolviera rápidamente por la victoria del revuelto o por su derrota. En vez de esto empezó una guerra duradera, que en un grado importante fue condicionado por la intervención extranjera. La actividad dipomática agitada alreredor de la tragedia española conduce a ciertos autores a la conclusión que el destino de España no se decidía en Madrid. Precisamente de tal impresión partían los «árbitros de los destinos» en Londres, París, Berlín y Roma. Pero los españoles luchando «barajaban las cartas» a la diplomacia europea. Si los republicanos hubieran fracasado a defender Madrid, no hubieron persistido en luchar hasta 1939, «la cuestión española» habría sido retirada del orden del día muy pronto. El destino de España se decidía no sólo en Madrid, pero y en Madrid también. A pesar de la opinión de varios políticos republicanos (incluído al Presidente Azaña), la guerra no era perdida desde el principio, además, los leales recibían la ayuda oportuna de la URSS, que hasta 1938 jundo con los Brigadas Internacionales equilibró el factor de la intervención fascista.