CAPÍTULO VEINTISÉIS
Traducido por Lizeth
Renata camino hacia la puerta trasera del alojamiento y se detuvo justo en el umbral. Habia dejado a Nikolai en el refugio, decidiendo que su mayor prioridad era un baño, una ducha caliente, y una muda de ropa que realmente le quedaba era mejor que su resistencia de permanecer incluso de nuevo bajo el dominio de Sergei Yakut.
Ahora dudaba. A tempranas horas de la tarde el sol era una presencia calidad en su espalda, alentadoramente complaciente, pero dentro del alojamiento era oscuro y frio. Sombras jugando sobre el derribado mobiliario y extendiéndose a través de los ordinarios tablones del suelo. Avanzo y camino hacia el lugar donde Lex habia caído.
Su cuerpo se habia ido, la sangre también. Nada más que el pequeño rastro de ceniza dejado atrás – justo como Nikolai habia prometido. Las persianas sobre la ventana de la habitación estaban abiertas de par en par, pero el sol ya habia pasado. Una fresca brisa llevo el aroma de resina de pino y el aire fresco del bosque en la calma húmeda del lugar. Renata respiro profundamente en sus pulmones, dejando la fragancia de un nuevo día impregnar sus recuerdos de toda la muerta, la sangre y la violencia que habían cubierto el albergue anoche.
Hoy, en esta nueva luz, parecía tan diferente para ella.
Ella misma parecía diferente, y sabia la razón del por qué
Estaba enamorada.
Por primera vez en mucho tiempo, tal vez en toda su vida, sabía el verdadero sentido de la esperanza. Acomodándose en su corazón – creyendo que su futuro mantenía algo más que la mera supervivencia, que podría en algún momento medir la felicidad de años, no en raros y fugases momentos. Estar con Nikolai, siendo en sus brazos o parada a su lado, le hacían creer que muchas cosas fueran posibles.
Renata camino en la grande sala, apoyándose en el hecho de que esta sería la última vez que necesitaría ver el lugar.
Esto era un adiós.
Cuando ella y Nikolai salieran de aquí para continuar su búsqueda de Mira, este albergue, el terrible granero y el corral que se encontraba en la parte de atrás, incluyendo Sergei Yakut, Lex, y todos los demás que marcaron los últimos dos años de su vida seria historia. Dejaría todo aquí, la fealdad y el dolor desterrados de alguna parte de su futuro.
Esta parte de su vida habia terminado.
Anduvo por el pequeño baño que habia compartido con Mira, en paz con ella misma y su entorno mientras conecto el agua caliente para la ducha. Cuando el vapor húmedo comenzó a rodar fuera de la cortina, desabrocho unos pocos botones de la camisa prestada de Oxford de Jack y se quedo allí parada por un momento, desnuda, contemplando su futuro con nuevos ojos. No sabía lo que le esperaba una vez la noche cayera y la nueva jornada de este tramo comenzara, pero estaba dispuesta a hacerle frente.
Con Nikolai a su lado – con la esperanza y el ardiente amor tan resplandeciente como una llama en su corazón – estaba preparada para asumir cualquier cosa.
Como un caballero destinado a una – batalla buscando armonía y bendición, Renata dio un paso bajo el agua caliente de la ducha. Cerró sus ojos en una solemne oración mientras la reconfortante agua vertía sobre ella.
Nikolai se quedo a la sombra de la plata refugiándose mientras los pasos de Renata se acercaban desde afuera.
“Toc, toc,” ella lo llamo a trasvés de las hojas. “ven, así podrás mirar la luz del día. No querrás ponerte crujiente por mí.”
Separo algunas hojas verdes y avanzo, pronunciando una rapida disculpa cuando noto que él tenía el teléfono celular de Lex en su oído. Niko habia llamado a la Orden poco después de que ella habia salido del resguardo a limpiarse. Las noticias de Boston eran una mescla entre buenas y malas, junto con una ayuda extra de serios y jodidos problemas.
La buena? Uno de los números del teléfono de Lex era, de hecho, de Edgar Fabien. Usando poco intelecto, Gideon habia sido capaz de piratear en los registros de la base de datos de identificación internacional de Fabien. Ahora, la Orden tenía las direcciones de la residencia del líder del Refugio Oscuro de Montreal, su casa rural, así como los datos de todas sus otras propiedades privadas, tanto de negocios y personales. Gideon tenía acceso a los números del teléfono celular de Fabien, licencia de conducción, archivos de la computadora, incluso del hijo de puta del equipo de vigilancia electrónica de Refugio Oscuro de Montreal.
Y ahí es donde lo malo habia llegado.
Edgar Fabien no estaba en casa. Gideon pirateando habia conectado un canal de video de temprano en la noche mostrando un grupo de siete machos de Raza – uno de ellos probablemente Fabien – dejados en el Refugio Oscuro en compañía de un escolta armado de la Agencia de Ejecución. Habia sido difícil decir quiénes eran los visitantes de Fabien, cuando todos sus lujosos trajes parecían iguales y sus caras habían sido completamente ocultas por capuchas oscuras.
En cuanto a la maldita seriedad del episodio, el grupo de vampiros habia salido con una niña a cuestas. Una joven que evidentemente no habia tenido nada de paz. La descripción de Gideon de la hembra chiquita rubia no dejaba ninguna duda en lo absoluto de que era Mira.
“Aun estás conmigo?” Gideon pregunto en el otro extremo de la línea.
“Si, sigo aquí.”
“Lucan quiere que Fabien sea traído a Boston para un interrogatorio. Eso significa que lo necesitamos vivo, mi hombre.”
Niko exhalo una maldición. “Primero tenemos que encontrar a ese bastardo.”
“Sí, bueno, estoy en eso. Rastre el GPS del teléfono celular de Fabien. Conseguí una señal de un lugar aproximadamente a una hora al norte de Yakut – una de las propiedades registradas por Edgar Fabien. Tiene que ser el.”
“Estas seguro?”
“Bastante seguro, ya hemos enviado refuerzos a tu camino. Tegan, Rio, Brock, y Kade se dirigen al norte para encontrarse contigo mientras hablamos.”
“Refuerzos en camino?” pregunto Niko, ojeando una parte de luz UV que se asomaba a través de las hojas del refugio. La Orden tenía trajes de protección solar para situaciones de emergencia, pero incluso una generación – antigua de vampiros vestidos de pies – a – cabeza con trajes UV podría ser capaz de resistir la luz solar que lo golpearía en el asiento del conductor en un viaje de casi siete horas. “Jesús, no puedes estar hablando en serio. Quien derramo la gota q’ colmo el vaso para aquella misión?”
Gideon se rio. “Hembras testarudas, mi hombre. En caso de que no te hayas dado cuenta, hemos sido invadidos por ellas en los últimos tiempo.”
“Si, lo he notado.” Niko no podía menos que echar un vistazo a Renata, que estaba verificando algunas de las armas que habían reunido de Lex y los demás.
“Cual es la situación, entonces?”
“Dylan esta condiciendo con los chicos a borde de la Rover y con Elise montando la escopeta. Su hora estimada de llegada (ETA) por tu área será cerca de las nueve en punto, justo después de la puesta de sol. Desde que Fabien tiene varios socios desconocidos con él, vamos a necesitar entrar y salir de allí airosamente, sin victimas innecesarias.” Gideon hizo una pausa. “Escucha, se que estas preocupado por la niña. Su seguridad es importante, sin duda, pero esto es grande. Niko. Si Fabien puede llevarnos a algún lugar cerca de Dargos, tenemos que asegurarnos de capturarlo esta noche. Esa es la misión número uno, directamente de Lucan.”
“Si,” dijo Nikolai. Sabía la misión. También sabía que no podía decepcionar a Renata, o Mira de hecho. “Mierda… de acuerdo. Gideon, te escucho.”
“Te llamare si Fabien se mueve entre ahora y la puesta de sol. Entretanto, estoy trabajando en un punto de encuentro para que te reúnas con los chicos esta noche y poner en marcha un plan de infiltración. Debería tener algo en una hora o dos. Te llamo entonces.”