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La cultivación del habla referida por la Escuela Fo implica que cuando una persona habla, esto es dictado por su mente y su conciencia y, por consiguiente, lleva intenciones. Cuando la mente y la conciencia quieren pensar un poco, expresar algo, hacer alguna cosa o dirigir los órganos sensoriales humanos y las cuatro extremidades, todos éstos pueden ser alguna clase de apego de la gente común. Por ejemplo, situaciones entre unos y otros tales como: «Tú eres bueno; él no lo es» o «Tú te cultivas bien; él no», son en sí mismos conflictos. Hablando de algo generaclass="underline" si haces como tú quieres y realizas tus asuntos según como tú piensas que se deben hacer, probablemente dañes a alguien sin intención. Debido a que todos los conflictos entre los seres humanos son muy complicados, uno puede sin intención crear ye. Por consiguiente, ellos sellaban sus bocas y no decían absolutamente nada. En el pasado, las religiones siempre consideraron muy importante la cultivación del habla; así lo dicen las religiones.

La mayoría absoluta de nuestros cultivadores de Falun Dafa (salvo los discípulos profesionales) se cultivan entre la gente común. Por eso, no puede evitar vivir una existencia normal en la sociedad humana común y establecer contactos sociales. Cada uno tiene un trabajo y debe hacerlo bien. Algunos trabajan por medio del habla. Entonces, ¿no trae esto un conflicto? No. ¿Por qué no? La cultivación del habla referida por nosotros es completamente diferente de la expuesta por las religiones y debido a las diferencias entre las vías de cultivación, los requisitos también difieren. Cuando abrimos nuestras bocas para hablar, debemos hacerlo siempre de acuerdo con el xinxing de un practicante de gong, sin decir palabras que siembren discordia, ni cosas que no sean buenas. Para determinar si algo debe decirse o no, los cultivadores deben evaluarlo con el criterio del Fa. Si hay que decir algo, no habrá problemas, con tal que el practicante mida su estándar de xinxing de acuerdo con el Fa. Además, debemos hablar sobre el Fa y difundirlo, así que no podemos dejar de hablar. La cultivación del habla que mencionamos, se refiere a los temas de fama y ganancias que no pueden ser descartados entre la gente común, y todo aquello que no tenga nada que ver con el trabajo actual de los cultivadores en la sociedad: asuntos inútiles entre los discípulos de la misma vía de cultivación; apegos que hacen que uno presuma de sí mismo, chismes o divulgación de rumores, temas y comentarios sobre algún asunto en la sociedad que te interesan y apasionan. Pienso que todos éstos son corazones de apego de personas comunes y siento que debemos cultivar un poco el habla en dichos aspectos; ésta es la cultivación del habla de la cual nosotros hablamos. En el pasado, los monjes consideraban muy serios estos temas, debido a que una vez que una intención surgía, crearía ye. Por eso, un monje habla de “cuerpo, habla e intención mental”. La cultivación del cuerpo significa no cometer actos malos; la cultivación del habla significa no hablar; la cultivación de la intención mental significa que uno ni siquiera debe pensar. En el pasado, la cultivación profesional realizada en los templos tenía requisitos muy estrictos sobre estas cosas. Nosotros nos exigimos de acuerdo con el estándar de xinxing de un practicante de gong y estará bien siempre y cuando uno pueda manejar bien qué debe y qué no debe decir.

Lección Novena

El qigong y el entrenamiento físico

A un nivel general, es fácil que la gente suponga que el qigong tiene una relación directa con el entrenamiento físico. Por supuesto, en un nivel bajo, el qigong y el entrenamiento físico comparten la meta en cuanto a mantener al cuerpo saludable. Sin embargo, los métodos específicos y los medios adoptados difieren en gran manera del entrenamiento físico. Para obtener un cuerpo saludable por medio del entrenamiento físico, se debe incrementar el entrenamiento físico e intensificar el trabajo corporal. La práctica de qigong es justamente lo contrario, pues no requiere que uno se mueva. Si hay movimientos, son todos armoniosos, lentos, suaves, inmóviles e inclusive estáticos; esto difiere enormemente de la forma del entrenamiento físico. Refiriéndolo hacia los niveles altos, el qigong no sólo se limita a curar enfermedades y fortalecer la salud, sino que, contiene, además, algo de niveles más altos y profundos. El qigong no se limita a esas pequeñas cosas del nivel de la gente común; es algo sobrenatural y, además, tiene diferentes manifestaciones en diferentes niveles. El qiqong es algo que va mucho más allá de las cosas de la gente común.

En cuanto a la naturaleza del entrenamiento físico, existe también una gran diferencia. A fin de preparar el cuerpo de un atleta para que responda al nivel actual de competición y alcance el estándar, particularmente para un atleta de hoy, es necesario incrementar la cantidad del entrenamiento físico, para así mantener siempre al cuerpo en las mejores condiciones. Para alcanzar esta meta, se debe acrecentar el entrenamiento físico, de modo tal que la sangre fluya adecuadamente por el organismo, fortaleciendo así la capacidad metabólica y manteniendo al cuerpo en un estado físico siempre ascendente. ¿Por qué se requiere acelerar el metabolismo? Porque para poder competir, el cuerpo del atleta debe estar en una condición física siempre ascendente. El cuerpo humano está compuesto por innumerables células que experimentan el siguiente proceso: la vida de una célula recién dividida es muy vigorosa y aparenta estar en desarrollo ascendente. Cuando llega a su cúspide, no puede desarrollarse más y sólo puede decaer; cuando llega hasta el extremo final de su descenso, una nueva célula la reemplaza. Usemos doce horas del día como ejemplo: una célula se divide a las seis de la mañana y mantiene su desarrollo ascendente y se encuentra bien inclusive hasta las ocho, nueve o diez horas. Al llegar aproximadamente a las doce del mediodía, la célula ya no puede ascender más, y sólo puede deslizarse cuesta abajo. En tal punto, la célula aún mantiene la mitad de su vitalidad, pero esta mitad no alcanza para el requerimiento competitivo.

Entonces, ¿qué hay que hacer? Se debe intensificar el entrenamiento e incrementar la circulación sanguínea. Así, las nuevas células recién producidas reemplazarán a las viejas; el proceso de entrenamiento físico toma este camino. Esto significa que antes de que finalicen el curso total de sus vidas, o cuando estén sólo a la mitad, las células serán descartadas, manteniendo así al cuerpo, siempre fuerte y en pleno desarrollo. Sin embargo, las células humanas no pueden dividirse de tal modo indefinidamente, ya que el número de divisiones celulares tiene un límite. Supongamos que durante nuestra vida, las células pudieran dividirse cien veces; en realidad pueden hacerlo más de un millón de veces. Entonces, si las células de una persona normal se dividen cien veces durante la vida, uno vivirá cien años. Pero, ahora con las células viviendo sólo la mitad de su vida, uno sólo vivirá hasta los cincuenta años. No obstante, no observamos mayores problemas para los atletas, pues hoy en día, ellos tienen que retirarse antes de llegar a los treinta años. En particular, el nivel competitivo de hoy es muy alto y el número de atletas retirados es muy grande. Por eso, el atleta pronto reanuda su vida normal y no se muestra tan afectado. Según este razonamiento, ocurre lo siguiente: el entrenamiento físico puede mantener sano al cuerpo, pero esto reducirá su vida. Por su apariencia, un atleta de diez y tantos años, aparenta veintitantos años; un atleta de algo más de veinte aparenta tener treinta y tantos años. Los atletas frecuentemente dan una impresión de madurez temprana y envejecimiento precoz. Si hay una ventaja, desde el punto de vista dialéctico, también existe una desventaja. En realidad, la práctica del entrenamiento físico toma ese camino.